PROJECT DREAMS: HOW TO BUILD MAZINGER Z'S HANGAR
Sueños de infancia, proyectos con ilusión.
¡Buenas tardes amantes de lo asiático!
Hace unas pocas semanas tuve la suerte de poder ver esta pequeña joya durante el festival online del JFFPlus, un festival que nos traía directo desde Japón algunas películas y cortometrajes para nuestro jolgorio por un tiempo limitado. Y en dicha programación, como comentaba anteriormente, estaba ésta Project Dreams: How to build Mazinger Z's Hangar, un título que parece no ser el más adecuado para poder acordarse de él, pero que una vez nos exponga su historia, no podremos despegar nuestros ojos de la pantalla.
Su reparto, que parece tener la misma ilusión que la de un niño pequeño con un juguete nuevo, sabe transmitir esa pasión por lo que hace desde el minuto uno, llevándonos en volandas a través de su pequeña gran aventura y viendo lo surrealista de la situación con una tonta sonrisa en nuestros labios. El proyecto de construir un edificio ficticio es tan extraño como interesante y el director sabe que teclas tocar para mantener nuestra atención intacta durante las dos horas que dura este metraje. No podréis dejar de recomendar esta película a vuestros amigos una vez la acabéis, a parte de querer formar equipo con nuestros protagonistas. No puedo decir otra cosa que...¡Puños fuera!
Sinopsis: Una empresa de construcción conocida por proyectos civiles como presas o depuradoras recibe instrucciones de elaborar un plan para la construcción de un hangar basado en el manga Mazinger Z. Lo que en un principio parece ser un objetivo de lo más improbable, acaba convirtiéndose en un proyecto lleno de ilusión y locura que llevará a nuestros protagonistas a llegar más lejos de lo que nunca hubiesen imaginado. ¿Cómo reaccionaríais si vuestro jefe os propusiera algo tan loco como lo que aquí se propone?
Tsutomu Hanabusa y Makoto Ueda son los encargados de construir un guión que es de todo menos aburrido. La estructura de su narración es de lo más amena y animada, pues el carácter extrovertido de la mayoría de sus personajes es un punto a favor a la hora de dar dinamismo a la película. Y es ese ritmo frenético en los hechos que se van sucediendo, sin apenas pausa alguna entre cada uno de ellos, el que hace que nosotros como espectadores nos sintamos parte del equipo encargado del proyecto y queramos saber cómo se podría llevar a cabo algo tan etéreo.
Además, hay que destacar la enorme nostalgia de la que hace gala cada escena de la película, pues no solo se sentirán representados los fans de Mazinger Z sino todos aquellos que hemos crecido con los animes japoneses de cualquier tipo. Mientras iba viendo el devenir de los acontecimientos, no podía parar de recordar todas aquellas series que de pequeño me hacían sonreír sin ni si quiera pensarlo. La felicidad de sentirse un niño viendo una película actual es algo que no tiene precio, y si encima consiguen trasladarnos a años pasados de una forma tan natural, aún mejor. Así pues, aquellos que echéis de menos viejos tiempos, la disfrutareis muchísimo.
Pero si pensáis que la película solo recurre a la nostalgia para engancharnos y que más allá de su historia no hay nada interesante, os equivocáis. Project Dreams tiene incluso uno de esos finales que nos dejan con la boca abierta, uno en el que cualquier tipo de evento puede hacerse real, mucho más allá de vuestra imaginación. Es difícil imaginarse un final en esta película y cuando la veáis sabréis por qué. Podemos hablar de una experiencia redonda de principio a fin, por lo que no dudéis en darle una oportunidad si tenéis cualquier tipo de hueco en vuestras agendas.
Técnicamente puede parecer un reto llevar a cabo esta película, pero hay muy pocas escenas que recurran a efectos especiales y creedme que los pocos que utiliza son de lo más resultones y divertidos, por lo que no podemos decir nada malo al respecto. Mazinger Z es más un nombre que se va resaltando en las conversaciones con mucho ánimo y desparpajo, que un robot que haga acto de presencia. Mazinger Z nunca llega a asaltar ninguna escena con su enormidad física, por lo que olvidaros de ver batallas de mechas en esta producción. Así pues, los diálogos cogen una dimensión aún más importante al tener que recrear y reflejar todo aquello que nos cuentan con imaginación a través de las palabras.
Sin duda, la originalidad de Project Dreams es lo más destacado de la película. Los japoneses nunca defraudan a la hora de demostrar que para locos ya están ellos y este es otro gran ejemplo de dicha afirmación. Y encima, sin necesidad de acción ninguna de por medio. Ni puños fuera, ni pechos fuera, ni batallas de ningún tipo. Nunca imaginé que podría llegar a presenciar una premisa tan loca y que encima saliera bien, así que espero que si vuelven a recurrir a algo así, lo sigan haciendo con el mismo acierto. Dicho esto, si podéis echarle la mano de alguna manera, no os lo penséis dos veces. Project Dreams os arrebatará el corazón con duros golpes de nostalgia.
Conclusión: Project Dreams es una delicia tanto por su originalidad como por su humor blanco. Su guión está escrito con viveza y carisma, haciéndose perfecto para cualquier tipo de público. Además, su base argumental es tan loca y surrealista que no puedes despegarte de la pantalla para saber cómo van a llevar a cabo sus objetivos cada uno de los personajes. Un soplo de aire fresco con grandes toques de nostalgia para aquellos más mayores.
TRÁILER DE PROJECT DREAMS:
FICHA TÉCNICA Y ARTÍSTICA DE PROJECT DREAMS:
País: Japón
Año: 2020
Duración: 115 min.
Director: Tsutomu Hanabusa
Guionista: Makoto Ueda
Música: -
Fotografía: -
Reparto: Riki Honda, Yukino Kishii, Keita Machida, Yusuke Uechi, Mahiro Takasugi
Productora: Bandai Namco Games / Team F / Maeda Corporation / Toei Animation / Dynamic Planning
Distribuidora: -
Género: Comedia / Fantástico
Nota: 8'5/10
NO DISPONIBLE EN PLATAFORMAS PARA SU VISIONADO.
NO DISPONIBLE EN BLU-RAY NI DVD EN ESPAÑA.
¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!
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