THE WEIGHT

¡Buenas tardes amantes de lo asiático!

Hoy ha llegado el día de traeros una película coreana que no me gustó, y aunque pareciera que ese día no iba a llegar nunca, aquí está. Una película que vi hace tiempo en el Festival de Sitges y que me dejó mal sabor de boca no solo por su tema sino por su tedioso y aburrido transcurrir. The weight es el nombre de esta obra evitable y llena de momentos que no debería haber llegado a ver nunca.

Esta es una historia de esas que dejan huella en uno, no por lo destacado sino por lo pesaroso. Es difícil aguantar con los ojos abiertos ante tanto sopor y aún más cuando apenas pasan cosas interesantes en pantalla. Y cuando logramos ver que suceda algo, eso que pasa no es entendible, no por difícil sino por incongruente, y es que creo que estamos ante una película pretenciosa a más no poder que quiso llegar a ser arte y acabó siendo contenido desechable.

THE WEIGHT

Jung ha encontrado su sitio en el mundo trabajando en una morgue. Su convivencia con los cadáveres y la sangre parece discurrir bajo una extrañísima naturalidad. Mientras Jung lucha contra la tuberculosis y la artritis, los muertos comienzan a convertirse en sus únicos amigos.

Aquí encontramos una historia de marginados en la sociedad, de auténticos freaks como se les suele llamar normalmente en el tono más despectivo de la palabra. Además también vemos tratado el tema de la soledad y el aislamiento, sea buscado o no. Unos temas que combinados nos llevan a la tristeza más absoluta, y es que la película en ningún momento nos hará sonreír, todo parece abocado a la desgracia.

Una desgracia con la que viajaremos durante todo el rato, que la llevaremos a cuestas, y nos supondrá una osa demasiado pesada para sufrirla. Lo insufrible no es como está filmada, ya que podemos ver trazas de buena fotografía y planos interesantes, además tiene un toque artístico entre lo gore y lo apagado bastante curioso, pero todo empezará a difuminarse y a debilitarse en el momento que llevemos más de veinte minutos de largometraje. 

En muchos momentos tendremos la sensación de que esta película debió ser un cortometraje y no un largo, ya que se nos cuentan demasiadas cosas innecesarias (toca el tema de la homosexualidad sin ton ni son) y tiene momentos en los que literalmente no pasa nada (la enfermedad parece lo de menos aquí) , haciendo que eso vaya en contra de la trama y no a favor. A veces los silencios enriquecen las escenas de algunas películas, pero en esta ocasión acabarán con nuestra paciencia.

Lo único que deja claro esta película es que una morgue no tiene nada de divertido ni de feliz lo mires por donde lo mires, y es que los tonos grises y apagados que la rodean son de todo menos atractivos. Además los dos protagonistas de esta historia son realmente unos marginados con todas las de la ley, pero no solo por la crueldad de la sociedad que les rodea sino por su manera de ser, antisocial y extraña.

Podríamos hablar de una película mucho mejor si nuestros personajes intentaran luchar por algo, pero la resignación aquí se ve tan clara que no aporta nada más que sombra y oscuridad al conjunto. Y que quede claro, ante todo, que lo que quiero decir no es que los actores y actrices de esta película sean malos o tengan muchas carencias, sino que el guión claramente no daba para más, y hacen lo que está establecido debido a esas limitaciones.

Sin duda, este es un producto carente de demasiados elementos que eran requeridos para que triunfase o para que tuviera una aceptación positiva entre la crítica o entre el público, pero desgraciadamente puedo decir que no fui el único que quedó decepcionado con el resultado final. Así que si os abalanzáis a ver esta película, debéis ser consecuentes con lo que acabo de decir y ser conscientes del riesgo que ello supone.

Su duración también juega en contra de ella y es que dura demasiado para lo que es. Aguantar 1 hora y tres cuartos a que acabe (porqué eso es lo que acabas deseando) es demasiado para tener que soportarlo. Las películas coreanas pecan de eso y normalmente no nos importa, pero cuando algo se tuerce, puede parecer más un castigo que un entretenimiento.

Dicho todo esto, el reparto está compuesto por el actor Jae-Hyeon Cho (The fatal encounter, Marine boy), la actriz Park Ji-A (Dream, Bretah), que es una frecuente en el cine de Kim Ki-Duk y la actriz Ra Mi-Ran (Sympathy for Lady Vengeance, Horror stories, Ode to my father) que es uno de los iconos dentro del cine coreano, con una larga y exitosa carrera a sus espaldas.

La dirección en esta ocasión corre a cargo de Jeon Kyu-Hwan que no es un muy reconocido director, ni dentro del país coreano ni fuera. Algunas de sus películas son extrañezas como Animal Town (con mala crítica y perteneciente a una especie de trilogía que completan Mozart town y Dance Town), From Seoul to Varanasi y 60 Seconds of Solitude in Year Zero, junto a grandes directores como Aki Kaurismaki, Shinji Aoyama o Kim Ji-Woon.

Así que por primera vez os puedo recomendar NO ver una película coreana, y puede que sea la única o casi la única vez que esto pase. Siempre hay una excepción, y The weight la es en este caso.

TRÁILER DE THE WEIGHT:

FICHA TÉCNICA DE THE WEIGHT:

Título original: The weight

País: Corea del Sur

Año: 2012

Duración: 107 min.

Director: Jeon Kyu-Hwan

Reparto: Jae-Hyeon Cho, Park Ji-A, Ra Mi-Ran

Género: Drama psicológico

Nota: 3/10

¡Hasta otra y a ver mucho cine asiático!