CHILDREN OF THE SEA

¡Buenas tardes amantes de lo asiático!


Cuando entramos en una sala de cine a ver una película de animación esperamos algo agradable, entretenido y que nos haga sentir esa nostalgia que nos hace recordar lo que nos apasionaba de pequeños, unas aventuras junto a unos personajes enternecedores que nos aíslen de todo cuanto ocurre fuera del cine. Pero la cosa cambia cuando entramos a ver una película de animación mucho más adulta en todos sus aspectos, y es que hay un tipo de películas dentro de este género que nos hacen reflexionar, meditar e incluso, en ocasiones, dejarnos en shock con su propuesta.

Hoy os traigo una auténtica obra de arte que se encamina por esa ruta anteriormente mencionada, una ruta muy sobria, existencial y llena de filosofía en sus imágenes que no es apta para todo tipo de público, pues los más jóvenes pueden sentirse confundidos y los más despistados abrumados con sus ideas. Hablo de Children of the Sea, una película de animación japonesa inesperada por lo que plantea y por cómo lo hace. Sus imágenes, llenas de un impacto visual sin igual son auténticas joyas que nos cuentan la teoría de la existencia, de la vida, a través de la historia del mar y sus atípicos protagonistas.




Sinopsis: Ruka es una joven adolescente cuyos padres se han separado. Su padre trabaja en el acuario local, por lo que pasa mucho tiempo allí, fascinada con la enorme cantidad de especies marinas que allí se dan cita. Un día, dos chicos llamados Umi y Sora son trasladados al acuario por problemas familiares y con un pasado misterioso cuanto menos. Tras entrar en contacto con ellos, Ruka se da cuenta de que ambos tienen una conexión especial con el océano, al igual que ella. Sin embargo, el poder de sus dos nuevos amigos parece interponerse con los intereses del acuario y de la población en la que todos residen.

Hay muchas cosas de las que hablar con este estreno, desde sus curiosos personajes a su narración única. El guión está hecho por alguien que parece querer desmarcarse de todo lo establecido dentro del anime/manga e incluso queriendo dejar de lado los tópicos más recurrentes. La historia de Children of the Sea es un mar de sensaciones que nos pondrán los pelos de punta y nos embotarán el cerebro con ideas tan diversas y densas como la complejidad con la que está creada. Pero lo primero es lo primero y hay que hablar de su apartado animado, seguramente lo que más sorprende (junto a la historia).




El director consigue crear una animación muy personal donde las imágenes de los paisajes no tienen movimiento en sí mismas, pero a las cuales los personajes se lo otorgan con una extraña sensación de placer para el espectador en cada uno de sus pasos. Si nos fijamos bien, veremos que muchas de sus imágenes son dibujos estáticos que se complementan a las mil maravillas con el diseño de los personajes, los cuales tienen un alma propia que traspasa la pantalla. Pero ese fondo inerte no es algo negativo, sino todo lo contrario, ya que hay tanto talento en sus trazos que no podremos despegar nuestros ojos de la pantalla como si de un óleo de museo se tratase.

Y no es menos un apartado sonoro que nos recoge en sus brazos para no soltarnos hasta los créditos finales. La paleta musical de la que hace gala la película es un deleite para nuestros oídos, pues es difícil encontrar un sonido que se acople mejor a unas imágenes, sobretodo en unos últimos 20 minutos. los cuales impactará a algunos sensorialmente. Y es que, si por algo me ha gustado este largometraje animado es porqué artísticamente nos aporta cosas nuevas de las que aprender, sentir y quedarse con el paso del tiempo. Una propuesta muy interesante con una animación que merece ser destacada en cualquier reseña.




Pero más allá de su apartado técnico impecable, quiero hablar de su protagonista, Ruka. Esta chica adolescente es uno de los personajes protagonistas de anime más atípicos que he podido ver en una película de animación, apartándose de los estándares normales y con motivaciones personales que trascienden más allá de lo establecido para una chica de su edad y para cualquier personaje animado que se precie. Su curiosidad por el mar, por la vida y por todo aquello que lo rodea traspasa cualquier entendimiento (incluso el del espectador, el cual vivirá una experiencia inolvidable junto a ella) y consigue engancharnos de una forma que no se puede explicar con palabras.

Y no solo Ruka es especial, sino también todos aquellos que la rodean (Umi, Sora y cía), causando la sensación de que esta cinta es tan peculiar como necesaria dentro del mundo de la animación. Y es a través de estos personajes que comenzaremos un camino sin retorno a los entresijos más complicados de la existencia misma. El director, Ayumu Watanabe, nos da su versión del origen de la existencia a través de las imágenes que nos proporciona la película y de escenas que nos harán explotar la cabeza en según que momentos. Con la ayuda del guionista y mangaka Daisuke Igarashi (el creador de joyas como Little Forest -el manga-) que es uno de los grandes motivos por los que salimos del cine con más preguntas que respuestas y que eso sea algo positivo.




Children of the Sea tiene seguramente los últimos 20 minutos más impactantes en una película de animación desde Perfect Blue o Ghost in the Shell, pues hay tanta simbología e imágenes superpuestas que no tendremos tiempo a analizarlo todo. Sin duda, la película necesita de varios revisionados para captar todo aquello que nos quiere transmitir y eso siempre es señal de la complejidad con la que se aborda la trama. Además, es seguro que cada uno reaccionará de formas muy diferentes a su final, y ninguna de ellas errónea, pues lo bonito de esta pieza es que cada uno extraeremos una u otra teoría de todo ello, creando debate y creando curiosidad tras su primer visionado.

No quiero hablar de nada de la trama para que podáis ver la película sin ningún spoiler y con la mente en blanco, pues necesitaréis abordarla en un día que tengáis la mente abierta y estéis predispuestos a saborear un manjar que pocas veces se nos ofrece, pero sin duda esta es una de las mejores películas de animación del pasado año. Y creedme, la película mejora con el paso de los días, al menos en mi caso. Dicho esto, dejo a vuestra suerte el que vayáis a verla u os perdáis una experiencia única dentro de una sala de cine en este comienzo de año trepidante en cuanto a cine se refiere.




Conclusión: Children of the Sea es una obra de arte, tanto visual como auditivamente. Artísticamente parece que estamos ante una serie de óleos dignos de un museo que vale la pena degustar con paciencia y lentitud. Además, la música que rodea a las imágenes es un deleite que engrandece el conjunto aunque su historia sea tan existencial como densa. Una película tan diferente como disfrutable.


TRÁILER DE CHILDREN OF THE SEA:




FICHA TÉCNICA/ARTÍSTICA DE CHILDREN OF THE SEA:

Título original: Los niños del mar (Children of the Sea)
País: Japón
Año: 2019
Duración: 110 min.
Director: Ayumu Watanabe
Guionista: Daisuke Igarashi
Música: Joe Hisaishi
Animación: Kenichiro Akimoto
Reparto de voz: Seishu Uragami, Win Morisaki, Mana Ashida
Productora: Studio 4ºC
Género: Fantástico / Aventuras
Nota: 8'5/10


NO DISPONIBLE EN PLATAFORMAS PARA SU VISIONADO.

NO DISPONIBLE EN BLU-RAY NI DVD EN ESPAÑA.


¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!


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