BARKING DOGS, NEVER BITE

¡Buenas tardes amantes de lo asiático!

Viajamos al pasado para hablar de la primera película del gran Bong Joon-Ho, uno de los grandes directores de Corea del Sur desde hace ya dos décadas. Muchos conocemos sus mejores trabajos, pues ahí están Crónica de un asesino en serie o Mother, o su más reciente obra maestra Parasite (Parásitos). Pero como siempre digo, hay que echar la mirada hacia atrás para conocer los orígenes del cine de cualquier cineasta y así poder valorar aún mejor su trayectoria y evolución. En su día ya lo hice con Crocodile de Kim Ki-Duk, y hoy le toca el turno a Barking Dogs, Never Bite.

Esta película, llena de caras conocidas como las de Lee Sung-Jae o Doona Bae, ambos protagonistas de la cinta, es una historia que brilla por su sencillez y atmósfera terrenal. La historia, la cual se desarrolla escaleras arriba, escaleras abajo de un gran bloque de edificios, nos cuenta la obsesión de un hombre por acabar con el cansado ladrido de un perro de sus vecinos, desatando así una serie de curiosos hechos a su alrededor que nos harán reflexionar sobre la importancia de las mascotas para todos nosotros y el efecto que causa su compañía en aquellos que adolecen del problema de la soledad en esta vida (entre otras cosas).




Sinopsis: Narra la historia de un joven aspirante a profesor que, mientras se piensa si realizar un soborno para obtener el tan ansiado puesto, intenta deshacerse de un molesto perro que vive en el mismo bloque de edificios que él y que se pasa el día ladrando de forma muy ruidosa. Desesperado, toma una drástica decisión que traerá consecuencias tanto a él como a varios de sus vecinos, ajenos a sus acciones. Cargada de pequeños mensajes que encontrar en pequeños gestos y entre líneas, Barking Dogs, Never Bite se vuelve una ópera prima llena de virtudes a destacar.

Una de las mayores moralejas que podemos extraer de la película son los pequeños eventos que cambian nuestro ser, esos momentos en nuestras vidas que nos hacen reflexionar y cambiar algo dentro de nosotros a mejor. La vida es dura, pero a veces nos damos cuenta que mirando más allá, podemos convertirnos en alguien mejor que mejore nuestro entorno. La película, que en un principio parece una simple venganza de un hombre hacia un perro, va evolucionando en su guión hasta una segunda hora de metraje muy satisfactoria por su multitud de detalles y perspectivas. 




Ayudar a los desfavorecidos, el arrepentimiento por malas acciones, la valentía de situaciones peligrosas, las dificultades diarias, la precaria economía de aquellos tiempos y muchas otras temáticas, se nos enseñan y entrecruzan paso a paso en 1 hora y tres cuartos de gran inteligencia. Bong Joon-Ho nos narra cosas básicas de la vida de cualquier persona de a pie tanto dentro como alrededor de un edificio que guarda mucho secretos tanto por sus personajes como por su pasado. Con u tono de comedia negra que a veces se torna desternillante y otros momentos de puro drama casual, los personajes transmiten inseguridades, desasosiego e incluso preocupación de una forma muy natural.

Y es que el reparto, encabezado por una jovencísima Bae Doo-Na (de tan solo 20 años en aquel año) y un desconocido Lee Sung-Jae, tiene todo el peso de la trama, dejándonos extrañamente hipnotizados entre ellos y los diferentes perros que se van cruzando en sus vidas. Hay que decir que en esta cinta ya se comenzaban a divisar algunas características típicas del cine de Bong Joon-Ho y eso es lo que nos hace recomendarla aún más, pues no hay mejor manera de conocerlo que comenzando por sus principios. Un director que ya 20 años atrás demostraba estar por encima de la media.




Y no quiero dejar de lado esa manera de rodar tan curiosa en Barking Dogs, Never Bite, una comedia muy distinta a las demás, que se aleja de los estándares normales, con un ritmo pausado y para nada alocado que tiene en sus diálogos mucho más de lo que en realidad se nos explica. A momentos perturbadora, a momentos divertida y a momentos indescriptible, la manera de abordar cada escena tiene un toque sutil. Además, hay que dejar claro que aquí no encontraremos esa típica comedia coreana que a veces se hace incluso algo rancia, sino algo mucho más trabajado.

Fuera de todo tipo de sentimentalismos, Bong Joon-Ho ya consiguió sorprender en su día con esta provocativa propuesta, que dejó un legado recogido por otros cineastas tiempo después. El cine coreano le debe mucho a su figura, por lo que no podemos sino aplaudir el talento innato de este hombre para el séptimo arte. Una imprescindible para todos aquellos a los que les guste indagar sobre épocas no tan conocidas del cine coreano. Un clásico atemporal que no so decepcionará.




Conclusión: Pocas óperas primas tan sólidas como Barking Dogs, Never Bite hemos podido ver a lo largo de todos nuestros años. Esta cinta, mezcla de humor negro con toques de genialidad tras las cámaras de Bong Joon-Ho, supuso un punto de inicio para su carrera que después evolucionaría hasta lo que es hoy. En esta película ponemos los pies en la tierra para darnos cuenta de que a veces es mejor contarnos algo realmente cotidiano para llegarnos más profundamente.


TRÁILER DE BARKING DOGS, NEVER BITE:




FICHA TÉCNICA/ARTÍSTICA DE BARKING DOGS, NEVER BITE:

Título original: 플란다스의 개 (Barking Dogs, Never Bite)
País: Corea del Sur
Año: 2000
Duración: 106 min.
Director: Bong Joon-Ho
Guionista: Bong Joon-Ho, Song Ji-Ho, Derek Son Tae-Woong
Música: Jo Sung-Woo
Fotografía: Cho Young-Kyu, 
Reparto: Lee Sung-Jae, Bae Doo-Na, Byeon Hye-Bong
Productora: Cinema Service / Uno Film / CJ Entertainment
Género: Comedia / Comedia Negra
Nota: 6'5/10


NO DISPONIBLE EN PLATAFORMAS PARA SU VISIONADO.

NO DISPONIBLE NE BLU-RAY NI DVD EN ESPAÑA.


¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!


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