CINE TRASH (1) - BATTLEFIELD BASEBALL

¡Buenas tardes amantes de lo asiático!

Bienvenidos de nuevo a mi humilde blog, donde esta semana haremos un repaso a las mejores películas trash japonesas que podemos encontrar hoy en día y que han sido las más destacadas por sus argumentos pasados de vueltas y totalmente rocambolescos. Si tenéis ganas de reíros con todo vuestro ser y pasar unas tardes de lo más divertidas no perdáis de vista el blog estos días, pues os aseguro que os traeré buenas dosis de frikismo de serie B para que os lo inyectéis en vena cuando deseéis. Si nunca habéis saboreado el cutrismo extremo de estas producciones, ya va siendo hora de que lo hagáis, pues es la ocasión perfecta para ello.

Hoy comenzaremos con uno de los clásicos dentro de este género plagado de fans, Battlefield Baseball, una de esas películas que con el tiempo se ha vuelto un referente del trash por razones obvias y que fue dirigida en su día por uno de los precursores de dicho subgénero, Yûdai Yamaguchi. La trama de esta película es un desfase de esos que nos hacen preguntar que tienen en la cabeza este tipo de creadores, pues parece imposible que a nosotros se nos llegue a ocurrir algo así. Dicho esto, atentos a lo que nos ofreció hace quince años esta locura total.


BATTLEFIELD BASEBALL




Battlefield Baseball nos cuenta los avatares de un equipo de béisbol de un instituto que, en el campeonato en el que está tomando parte, les toca competir contra el instituto más duro de pelar de todos, en el que los jugadores gastan un look a medio camino entre militar y zombie (con piel azulada incluida) y que, en enfrentamientos anteriores, el partido había acabado, literalmente, como un campo de batalla (con cabezas empaladas repartidas por el césped). La única posibilidad de victoria pasa por la participación de Jubei (Tak Sakaguchi), un estudiante recién llegado al instituto y tremendamente habilidoso en la "lucha al béisbol".

La película fue protagonizada por el que hoy en día es sin duda un icono de este tipo de cine, Tak Sakaguchi. Este actor, dedicado en cuerpo y alma a dirigir y actuar en este tipo de películas desde que tengo memoria ha sido uno de los estandartes del trash que más buenos momentos nos ha regalado con sus interpretaciones y que más ha trabajado sobre el mismo subgénero; además de crear una buena amistad con Yûdai Yamaguchi, el cual potenció su talento innato para este tipo de proyectos formando una pareja perfecta. Los personajes de Sakaguchi siempre han sido enfermizos en todos los sentidos, por lo que en esta ocasión no va a haber excepción alguna. En Battlefield Baseball veremos retazos de lo que significa el buen cine trash, pero solo es el inicio de una era que ha ido a más a cada película que se ha ido estrenando.




Centrándonos totalmente en el argumento de la película, podemos decir que las carcajadas están aseguradas, ya que el guión está escrito con el único fin de mostrarnos una serie de elementos y situaciones que minuto a minuto irán siendo más y más inverosímiles, y es que la característica básica del trash es la de crear momentos que no veamos venir ni de lejos y sorprendernos con sus idas de olla totales. Lo más divertido es no saber qué va a ocurrir, ni el cómo, ni el cuándo. La imprevisibilidad de este tipo de tramas hacen de estas películas un divertimento total que maravillan por su extrema sencillez.

Pero si algo podemos destacar de Battlefield Baseball (y de cualquier producción así) es su cutrez técnica, pues tanto el maquillaje como el vestuario, como incluso los intentos de efectos especiales, son totalmente hilarantes. El equipo zombi-militar al que se enfrenta nuestro protagonista y la acción que se desarrolla en el campo de juego es tan hortera y artificial que no podremos evitar reírnos de todo ello. Sin duda, aquí coge significado lo de reírse de lo mal hecho que está todo, pero no so equivoquéis, pues no es la falta de presupuesto la razón de todo ello, sino el querer llevarlo a cabo así. Además, una de las cosas que más nos gusta a los fans de estas películas es la cantidad de sangre y vísceras que vuelan y se esparcen por todos los escenarios, y es que la violencia y el sexo están tan presentes que se han convertido en elementos básicos.




Y por si todo ello fuera poco, muchos podrían catalogar este tipo de proyectos como machistas, pues la mayoría de ellos giran entorno a chicas guapas con poca tela encima que siempre son utilizadas para captar la atención de un público más amplio (aunque en Battlefield Baseball esto no ocurra). Ante la falta de recursos, las chicas cogen el timón para vender el producto, o eso parece. Pero no caigáis ante la crítica fácil o los planteamientos precipitados, pues no se pretende tal cosa, sino simplemente hacer una autocrítica a gran parte del cine y reírse de ellos mismos. El humor está en todos lados, y no solo en el argumento. Sé que es difícil extraer los verdaderos significados de este tipo de cine, pero es posible si abrimos nuestras mentes.

Acabando por analizar la trama, quiero hacer especial mención a ciertos momentos que son un pequeño spoiler pero que me parecen de lo más divertido del guión. Uno de ellos es el hecho de que los personajes protagonistas parecen inmortales, pues pueden ser atropellados, disparados o abiertos en canal que tras un par de escenas resucitarán o simplemente recuperarán las fuerzas, sanando milagrosamente y volviendo a la acción como si nada hubiese pasado. El segundo hecho es que el protagonista siempre es alguien intocable que encuentra la solución a cualquier tipo de problema por increíble que parezca, haciendo de sus métodos algo totalmente inusitado. Sin este tipo de personajes, el trash no tendría sentido.




De Tak Sakaguchi podríamos hablar largo y tendido, dedicarle un artículo entero y repasar su carrera entera y aún así no tendríamos suficiente, por lo que haré será recomendaros algunas de sus películas que durante estos días repasaré en el blog para que tengáis cierta guía de por donde avanzar en tan extraño y rico subgénero. Entre sus películas más destacadas encontramos maravillas del calibre de Versus (junto al gran Ryuhei Kitamura) o Yakuza Weapon, aunque también tenemos un largometraje de 2011 que se parece mucho al que hoy nos ocupa y que es el clímax del béisbol sangriento, Dead Ball, altamente recomendable.

Y si de su protagonista podemos hablar sin parar, de su director igual, y es que Yûdai Yamaguchi es un maestro del trash, que junto a Noboru Iguchi y Yohsihiro Nishimura ha entrado en el Olimpo de tan bello subgénero por méritos propios. La mente pensante detrás de las cámaras nos ha entregado auténticas joyas como Meatball Machine (que el año pasado recibió una secuela dirigida por Yoshihiro Nishimura), Yakuza Weapon o su participación en la sorprendente The ABC's of death. Sin duda, tiene un currículum digno de admirar y muy, muy loco.




No os perdáis esta pequeña joya del cine nipón que muchos no sabrán apreciar pero que yo voy a intentar recomendar con todas mis fuerzas, pues hay que saber valorar y ver la perspectiva y el objetivo por los que estuvo hecha esta película y las demás que vinieron años después.


TRÁILER DE BATTLEFIELD BASEBALL:




FICHA TÉCNICA DE BATTLEFIELD BASEBALL:

Título original: Jigoku Kôshien (Hell Stadium)
País: Japón
Año: 2003
Duración: 87 min.
Director: Yûdai Yamaguchi
Reparto: Tak Sakaguchi, Atsushi Ito, Hideo Sasaki, Kanae Uotani.
Género: Acción / Terror / Comedia / Musical / Fantástico
Nota 7/10


¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!



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