HOWLING VILLAGE

 El declive de Takashi Shimizu.

¡Buenas tardes amantes de lo asiático!

Volvemos al terror de la mano de uno de los precursores del j-horror, Takashi Shimizu, que en esta ocasión nos invita a adentrarnos en una de las mayores y más perturbadoras leyendas urbanas de la cultura japonesa, la Aldea Inunaki. Howling Village es una cinta de terror que sigue las normas establecidas en el antiguo terror japonés de finales de los 90 y principios de los años 2000, extrapolándolas a la actualidad con un resultado final bastante discutible y con un desarrollo que podría haber dado mucho más de sí.

La película nos pondrá en la piel de distintos personajes que deberán afrontar una maldición cernida sobre ellos por culpa de la aldea Inunaki, un lugar totalmente ajeno a las leyes de la sociedad japonesa al que ha sido vetado cualquier tipo de acceso. Si bien la película en sí intenta perturbarnos con su atmósfera y sus hechos inexplicables, la verdad es que en ningún momento del metraje encontramos ese terror que nos intenta infundir, llevándonos a una vertiente mucho más aburrida del género donde los personajes se dedican a deambular por localizaciones típicas y tópicas de este tipo de producciones como hospitales, bosques y túneles encantados. Otra oportunidad perdida del terror japonés.

Sinopsis: Kanae, una psicóloga en prácticas capaz de comunicarse con espíritus, decide adentrarse en el pueblo maldito de Inunaki cuando parte de su familia desaparece y muere en extrañas circunstancias. Su investigación la llevará a adentrarse en una antigua leyenda urbana que parece tener mucho más de real de lo que ella jamás hubiese imaginado. Una película que se adentra de nuevo en el manido y difícil mundo del j-horror con resultados muy discutibles y un sabor de boca muy amargo que vamos a explicar en las siguientes líneas.

Howling Village es una cinta que peca de muchas debilidades, siendo éstas mucho más numerosas que sus puntos positivos, los cuales brillan por su ausencia casi total. Uno de los puntos más débiles de esta producción es su trama predecible e insulsa, sabiendo en todo momento por dónde van a ir los tiros y dándonos cuenta de que todos sus personajes son un calco de cualquier otra película ya vista antes en este tipo de producciones. La profundidad argumental brilla por su ausencia y cuando el guión intenta dar algún giro efectista para sorprender, consigue todo lo contrario, dejando entrever una falta de ideas (sobretodo en sus instantes finales) brutal casi durante todo el metraje. 

La película tiene una introducción interesante y una premisa que puede invitar al espectador a inmiscuirse en ella fácilmente, consiguiendo captar su atención, pero todo aquello que parece prometer se diluye pronto y se convierte en un mero espejismo. Dicho espejismo dura solo 10 minutos, en los cuales vemos las únicas buenas ideas que el director intenta proponer, para luego degenerar en una cinta plana y del montón. Todo lo que viene después son los típicos estándares del j-horror: muertes de personajes en extrañas circunstancias, posteriores investigaciones de la protagonista y una exploración urbana que normalmente no acaba bien.

Y es que, llegados a este punto, debo decir que el final no solo es decepcionante, sino que Shimizu comienza a sacarse teorías y recursos de la manga de una forma ilógica, introduciendo temáticas que no vienen a cuento. El guión está plagado de "Deus ex machina" que hace que el conjunto pierda todo el interés y lastrando un guión que ya de por sí es muy frágil. Como veis, argumentalmente la película no es nada del otro mundo, pero si a eso le añadimos el habitual alargamiento de sus minutos finales, todo se vuelve una pesadilla y no por el miedo que pueda entregarnos. Muchas películas asiáticas pecan de no saber cuándo poner punto y final a una trama alargando ésta de forma artificial y las convierte en un dolor de cabeza inexplicable.

Por si todo esto que he comentado hasta ahora no fuese suficiente para quitaros las ganas de verla, hay que recalcar la pobre dirección que hay tras las cámaras, con una dirección artística y actoral (nos da completamente igual que se mueran todos los personajes) en un preocupante piloto automático que no tiene ningún tipo de estilo o sello personal. Siendo sincero, el found footage le hubiese sentado mucho mejor, pues aunque el subgénero esté bastante trillado siempre tiene maneras de sorprender si se pone un poco de imaginación. El intentar crear una película formal dentro de los parámetros del típico terror comercial no la ayuda en nada. Creo que hay un error muy grave de planteamiento en sus formas.

Así pues, podemos concluir que Howling Village es todo aquello que no queríamos ver, con múltiples errores de planteamiento y un montón de fallos de guión que no vienen a cuento. Una experiencia que pasa de ser interesante a insulsa a un ritmo alarmante y con poco que resaltar en todos sus apartados. Takashi Shimizu parece estar tocando fondo de forma alarmante. Parece que su carrera fue solo cosa de unos pocos años que no han conseguido prolongarse de una forma efectiva. Otra oportunidad perdida de demostrar ese talento que parece habérsele agotado.

Conclusión: Howling Village es un intento fallido de j-horror que lo único que consigue es aburrir con su metraje excesivo y sus personajes planos. Además los sustos no logran aportar ningún tipo de terror y las localizaciones están totalmente desaprovechadas. Otra oportunidad perdida por parte de un director en claro declive en su carrera. Una cinta obviable y olvidable.

TRÁILER DE HOWLING VILLAGE:

FICHA TÉCNICA/ARTÍSTICA DE HOWLING VILLAGE:

Título original: 犬鳴村 (Howling Village)

País: Japón
Año: 2020
Duración: 108 min.
Director: Takashi Shimizu
Guionista: Daisuke Hosaka / Takashi Shimizu
Música: -
Fotografía: Jun Fukumoto
Reparto: Ayaka Miyoshi, Ryota Bando, Renji Ishibashi, Masanobu Takashima
Productora: Booster Project / Toei
Género: Terror / J-Horror 
Nota: 3/10

NO DISPONIBLE EN PLATAFORMAS PARA SU VISIONADO.

NO DISPONIBLE EN BLU-RAY NI DVD EN ESPAÑA.

¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!