IDOL
Sangre y Poder.
¡Buenas tardes amantes de lo asiático!
Lee Su-Jin, director de la maravillosa Han Gong-Ju (llamada Princesa en España), vuelve al ruedo con una nueva película que nada tiene que ver con su obra anterior. Idol, su nuevo trabajo, es un thriller sobre la pérdida y la venganza que puede remover el estómago a más de uno. Cruda, realista y directa a la yugular, la película nos cuenta cómo un accidente y posterior huida produce una vorágine de caos, sangre y destrucción que llevará a todos los implicados a poner sus vidas al límite. ¿Qué estaría dispuesto a hacer un padre por venganza y qué haría un político por mantener su imagen?
Una película que no pretende callarse nada, sino todo lo contrario, pues pone sobre la mesa escabrosos temas que tienen más de realidad de lo que podemos imaginar. En una sociedad coreana donde el poderoso siempre tiende a ganar y los más desvalidos intentan hacerse un hueco con su propia justicia (como en muchos otros países también), Idol entra a cuchillo para mostrarnos la cruel verdad: no hay venganza sin sufrimiento. ¿Seréis capaces de mantener la mirada en vuestras pantallas mientras veis una injusticia tras otra?
Sinopsis: El político Koo Myung-Hui encuentra a su mujer en el garaje limpiando unas manchas de sangre del coche de su hijo que acaba de tener un accidente. Cuando Myung-Hui se de cuenta del problema en el que se ha metido, intentará zanjar el asunto mientras intenta descubrir toda la verdad y mantener su imagen frente al público. ¿Pero qué ocurre cuando las víctimas quieren justicia por encima de todo?
Este thriller político-social es un claro ejemplo de todas aquellas dolorosas verdades que nos rodean. Pone sobre la mesa varias realidades que ocurren en nuestro día a día aunque no seamos testigos de ellas y consigue hacernos sentir mal en muchas ocasiones por su naturalidad. La injusticia que veremos durante las más de dos horas de metraje es realmente brutal, intentando esconder un asesinato con contactos, dinero e incluso amenazas a cualquier precio. Pero si algo hace daño, es ver la falta de empatía y piedad que tienen algunas personas frente a situaciones límite.
Si algo debemos destacar de Idol es su puesta en escena y sus oscuras interpretaciones. Sol Kyung-Gu por representar el dolor de un padre que ha perdido su mundo junto a su hijo y Han Seok-Gyu por saber representar el papel de un malvado político que saca lo peor de si mismo en los momentos más crudos. Ambos están escalofriantes, pues los sentimientos a flor de piel que mantienen ambos plano a plano nos pueden poner la piel de gallina. Desde los desgarradores lloros de un padre perdido en la vida a la frialdad que demuestra un concejal con mucho que perder, la película consigue hacernos sentir la desesperación en todas sus versiones.
Puede que Idol peque de una duración excesivamente alargada, pues con muchas menos vueltas podría haber llegado al mismo punto, pero el trabajo de su director es destacable tras las cámaras. El pulso firme a la hora de utilizar sus imágenes para narrar los hechos es descorazonador, pues no hay personaje más despojado de esperanza que el de Chun Woo-Hee, demostrando una vez más su don para interpretar papeles extremos como ya hizo en la anterior película de este director. Todo parece hecho para que no olvidemos la película durante un tiempo y puede que lo consiga.
Si Idol tiene algo claro es que pretende retratar las situaciones con un realismo y crudeza extremos, por lo que no se abstiene a la hora de mostrar violencia y pocos escrúpulos cuándo debe ser así. Si no apartáis la mirada en alguna ocasión durante alguna que otra tortura que se muestra durante el metraje es que no tenéis sentimientos. Se nos muestra impotencia, odio y venganza en los ojos de varios personajes y no hay nada más peligroso que un cóctel donde todo ello se reúna. Pero igual que venero unas interpretaciones excelentes o una narración sin censura alguna, también debo apuntar algunas debilidades.
Junto a la anteriormente mencionada duración excesiva debo hablar de algunos tramos que lastran el ritmo de una forma exagerada, con diálogos o escenas que se alargan por encima de sus posibilidades y con algunos hechos que no aportan tanto como para entretenerse en el desarrollo de los mismos. Además se incluye algún personaje (del que no puedo hablar para no caer en spoilers) de personalidad exagerada que le resta credibilidad a su papel. No es que sean grandes defectos pero son suficientes para restarle puntos de calidad. Aún así, quiero recomendar Idol, pues contiene suficientes mensajes como para tenerla en cuenta y dejarnos pensando durante algunos días.
Conclusión: Idol es un buen thriller que mezcla venganza, política y corrupción de una forma constante y acertada, pero que necesita un poco más de profundidad y ritmo para poder impresionar. El trabajo de Lee Su-Jin tras las cámaras es bueno, pero media hora menos de metraje le hubiese ayudado a redondear su resultado final. Lo mejor, algunas escenas realmente fuertes y sin tijera junto a unas interpretaciones muy sólidas y representativas de la fiereza que vivimos hoy en día.
TRÁILER DE IDOL:
FICHA TÉCNICA/ARTÍSTICA DE IDOL:
Título original: 우상 (Idol)
País: Corea del Sur
Año: 2019
Duración: 140 min.
Director: Lee Su-Jin
Guionista: Lee Su-Jin
Música: Kim Tae-Seong
Fotografía: Son Won-Ho
Reparto: Sol Kyoung-Gu, Chun Woo-Hee, Han Seok-Gyu
Productora: Pollux Barunson, Vill Lee Film, CGV Arthouse
Género: Thriller
Nota: 6'5/10
NO DISPONIBLE EB PLATAFORMAS PARA SU VISIONADO.
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¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!
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