SHADOW
¡Buenas tardes amantes de lo asiático!
SHADOW
El cine de Zhang Yimou siempre ha destacado por dos cosas: su capacidad de recrear un estilo visual único y la facilidad que tiene a la hora de narrar historias. En Shadow se vuelven a reunir ambos factores para sumarse entre sí e incluso multiplicarse. Gracias a una técnica impecable tras las cámaras, podremos disfrutar de parajes y escenas llenas de elementos para quedarnos absortos. Las escenas de combate, y entrenamiento, además, juegan también con este estilo visual tan marcado, lo cual las dota de una nueva dimensión de grandeza y nos hacer adentrarnos a un más en este llamativo universo oscurecido.
Recalcable, sobretodo, un final a la altura de una historia que durante todo el metraje se hace amena y muy interesante, reconstruyendo un imperio con tan solo unos pocos personajes, en los que encontraremos una personalidad arrolladora y marcada. Con un ritmo adecuado al conjunto, el director consigue cerrar unos últimos planos impactantes que solo hacen que abramos más los ojos ante la maravilla que estamos presenciando. Nunca unos tonos tan apagados como el gris, el blanco y el negro habían tenido tanto color y viveza. Una película no recomendada a todos los públicos, pero que si se sabe apreciar con objetividad se convierte en una experiencia inolvidable.
Zhang Yimou vuelve a la carga con Shadow, una película mucho más cercana a lo que es su cine, después de haber ofrecido a su público más internacional un blockbuster del calibre de La gran muralla junto a Matt Damon, que recogió críticas muy dispares. En esta ocasión volvemos a su visión más habitual del séptimo arte, esa que le encumbró a ser uno de los grandes maestros del cine asiático y que nos ha deleitado durante tantos y tantos años. Shadow le describe como director, ofreciéndonos todo su potencial, y nos entrega una historia tan poética como magnánime.
Todos aquellos amantes del cine clásico están de enhorabuena con este nuevo largometraje del maestro chino, pues en él encontraremos muchos elementos de dicho cine, a la par que podremos deleitarnos con unos tonos cromáticos grisáceos fascinantes que se mueven entre el Ying y el Yang y que tienen su significado dentro de la película. Recreada con un gusto exquisito, Yimou crea un mundo ficticio que bien podría haber sido real por su detalle. Esta puede no ser la película más dinámica de su carrera, pero si algo está claro, es que no ha perdido su lírica a la hora de narrarnos tanto la historia de sus personajes como sus personalidades y problemáticas. Abrumadora.
SHADOW
El condado de Pei (Peixian) está bajo la administración de un rey salvaje y peligroso (Zheng Kai). El comandante militar de su ejército (Deng Chao), aunque ha demostrado su valía en el campo de batalla, se ve forzado a emplear toda clase de sucias estratagemas para poder sobrevivir a las traiciones que se suceden en la corte del rey. Para ello ha creado una "sombra" (interpretada por el propio Chao), un doble que es capaz de engañar al mismísimo rey y a sus enemigos cuando la situación lo requiere. Cuando el rey y el comandante deciden asediar la ciudad amurallada de Jing, comenzará un combate sin igual que sacudirá los cimientos de la corte de Peixian. Shadow nos cuenta una historia de traiciones donde se mezclarán y cruzarán varios personajes, pero cuya claridad permitirá que disfrutemos de ella sin perdernos ni un solo instante.
Esta película que retrata la guerra entre dos grandes clanes de China ficticios es una pieza de museo incomparable. Cada plano de esta película acaba pareciendo una serie de cuadros colgados en las paredes de un museo, donde nos podemos deleitar con diferentes tipos de arte y con un apartado visual excelso. Sin ninguna duda, sus tonos más oscuros y apagados son lo más destacado de la película, ya que gracias a dichos tonos recibe su nombre: Shadow (a eso y al personaje protagonista de la misma), que en japonés se denomina Ying (la parte contraria al Yang). Si la película que traje ayer jugaba con los colores y los tonos de luz aportando mucha alegría visual, la de hoy es todo lo contrario, pues nos adentraremos en la oscuridad más profunda, en las traiciones y en un juego de sombras épico.
Esta película que retrata la guerra entre dos grandes clanes de China ficticios es una pieza de museo incomparable. Cada plano de esta película acaba pareciendo una serie de cuadros colgados en las paredes de un museo, donde nos podemos deleitar con diferentes tipos de arte y con un apartado visual excelso. Sin ninguna duda, sus tonos más oscuros y apagados son lo más destacado de la película, ya que gracias a dichos tonos recibe su nombre: Shadow (a eso y al personaje protagonista de la misma), que en japonés se denomina Ying (la parte contraria al Yang). Si la película que traje ayer jugaba con los colores y los tonos de luz aportando mucha alegría visual, la de hoy es todo lo contrario, pues nos adentraremos en la oscuridad más profunda, en las traiciones y en un juego de sombras épico.
El cine de Zhang Yimou siempre ha destacado por dos cosas: su capacidad de recrear un estilo visual único y la facilidad que tiene a la hora de narrar historias. En Shadow se vuelven a reunir ambos factores para sumarse entre sí e incluso multiplicarse. Gracias a una técnica impecable tras las cámaras, podremos disfrutar de parajes y escenas llenas de elementos para quedarnos absortos. Las escenas de combate, y entrenamiento, además, juegan también con este estilo visual tan marcado, lo cual las dota de una nueva dimensión de grandeza y nos hacer adentrarnos a un más en este llamativo universo oscurecido.
Recalcable, sobretodo, un final a la altura de una historia que durante todo el metraje se hace amena y muy interesante, reconstruyendo un imperio con tan solo unos pocos personajes, en los que encontraremos una personalidad arrolladora y marcada. Con un ritmo adecuado al conjunto, el director consigue cerrar unos últimos planos impactantes que solo hacen que abramos más los ojos ante la maravilla que estamos presenciando. Nunca unos tonos tan apagados como el gris, el blanco y el negro habían tenido tanto color y viveza. Una película no recomendada a todos los públicos, pero que si se sabe apreciar con objetividad se convierte en una experiencia inolvidable.
Conclusión: Shadow es una de las películas más bellamente recreadas que ha rodado Zhang Yimou en toda su carrera. Sus tonos grisáceos en todo tipo de elementos del decorado y el vestuario se funden con una epicidad poética inusitada. De ritmo pausado pero absorbente, nos permite adentrarnos en su mundo fantástico como si fuese real. Una película nada común en los días que corren.
TRÁILER DE SHADOW:
FICHA TÉCNICA DE SHADOW:
Título original: Ying (Shadow)
País: China
Año: 2018
Duración: 116 min.
Director: Zhang Yimou
Reparto: Deng Chao, Li Sun, Ryan Zheng, Guan Xiaotong
Género: Acción / Drama
Nota: 9/10
Twitter: @myasianmadness
¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!
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