NETFLIX (26) - BUYBUST

¡Buenas tardes amantes de lo asiático!

Tras mucho tiempo sin hablar de cine filipino, hoy volvemos al país asiático de una manera triste con un estreno de Netflix llamado BuyBust. Esta película de acción que pretende estar cargada de violencia y crítica social acaba siendo un caos vergonzoso del que es difícil salvar algo. Erik Matti intenta con todos los medios en su mano crear una especie de Redada Asesina a la filipina que acaba saliéndole fatal, y encima de más de dos horas de duración. Muchos la han alabado, pero hoy vengo yo a dar mi visión más opuesta. ¿Cómo se puede defender algo así?

El cine filipino ha brillado durante muchos años por intentar contener una profundidad crítica que a veces se le va de las manos, descuidando por completo la producción de la película y creando escenas de auténtica vergüenza ajena. Recordemos sino aquella Sapi de Brillante Mendoza, una película que parecía estar enfocada a la crítica social en medio de un ambiente terrorífico, pero que acabó dando más miedo por su mala calidad y el aburrimiento que otorgaba que por la temática. A veces la ambición ciega los verdaderos objetivos y empaña proyectos que hubiesen estado mejor si hubiesen cogido otros caminos más sencillos. BuyBust forma parte de este grupo y entra en la lista negra del cine filipino.


BUYBUST






Una agencia antidroga prepara una emboscada en una zona deprimida de Manila para limpiar la zona de las mafias que la controlan. En medio de la operación, se verán envueltos en una guerra de facciones que los pondrá entre la espada y la pared. BuyBust es un intento de película de acción frenética fallido que acaba haciendo aguas por un trabajo poco elaborado y un descuido en los detalles que a veces nos duele a nosotros mismos. Erik Matti patina de nuevo después de aquella Seklusyon de hace un par de años y consigue que nos riamos de la vergüenza ajena con unas interpretaciones muy flojas, unas coreografías de batallas penosas y una producción endeble.

Lo que parecía una de las revelaciones del año del país filipino ha acabado siendo una decepción mayúscula que es difícil de clasificar. El director intenta crear una mezcla de géneros en la que al final fallan todos y que nos deja de lo más fríos. En Filipinas parecen estar obsesionados con los problemas sociales, políticos y económicos y a veces no se dan cuenta que por culpa de querer denunciar dichas situaciones pierden el norte en el séptimo arte. La película de hoy es una de esas ocasiones en las que el cine nos pude dar vergüenza ajena y en la que desearemos que en ningún momento se pongan a luchar los personajes entre ellos. Creedme si nunca he visto algo que me de tanta pena como la acción de esta película.




Anteriormente he comentado el hecho de que las coreografías de peleas de esta película daban vergüenza ajena, y el motivo es sencillo, pues parece que se lo han tomado todo a broma. En casi todas las peleas que se inmiscuyan puñetazos, cuchillazos y patadas que veamos en la película veremos que todo es tan artificial y marcado que pensaremos que estamos ante un making-off y una práctica pre-rodaje que no ante la propia película, Es como si hubiesen grabado las prácticas de rodaje y las hubiesen implementado directamente como metraje, sin naturalidad ni realismo alguno. Algunos puñetazos se frenan antes de impactar en el oponente como diciendo al extra que se tire al suelo, algunas llaves de artes marciales parecen pactadas mucho antes de hacerlas y todo aquel que está involucrado en las peleas tiene un componente de sobreactuación que nos avergüenza.

Las dirección de actores es patética, haciendo de cada uno de los personajes una caricatura que es difícil de entender, y las situaciones se tornan muy obvias incluso antes de que sucedan. La película es un despropósito a niveles técnicos, y aquello que unos alaban como una genial cinta de acción, yo lo veo como una falta de respeto al espectador. Es verdad que en el país filipino no hay tantos recursos para abordar una producción cinematográfica como en otros países de Asia, pero eso no es excusa para intentar algo que no puedes llegar a rodar con una calidad mínima. Buybust mea muy alto y se acaba mojando con su propia orina, es todo demasiado aberrante.




Y por si a nivel técnico no hay suficientes lagunas, dejadme hablaros de Anne Curtis (The gifted, In your eyes), la protagonista, la cual me produce irritación en los ojos cada vez que aparece en pantalla. Lejos de conseguir un carisma que la eleve a motivo para seguir viendo la película, ésta se convierte en una broma más por la que reírnos. Su actuación es muy floja, consiguiendo que la seriedad en su rostro no sea creíble prácticamente nunca y que su pose de chica dura atormentada no sea más que una mera anécdota en pos de la debacle grupal que significa el reparto. Nadie se salva en esta película, ni la protagonista, ni los compañeros de ésta ni tan solo los mafiosos, que realmente parecen unos gamberros de tres al cuarto cualesquiera.

Como habréis deducido llegados a este punto, la película me ha horrorizado por muchas razones, pero queda lo peor de todo, la dirección. Erik Matti parece perdido de principio a fin, parece no saber cómo explicar lo que quiere, haciendo que nosotros mismos perdamos el mensaje bastante pronto. Pero el problema no es que no nos llegue (al menos a mí) el mensaje, sino que al no poder tomarnos en serio la película, en ningún momento te centras en lo que te están contando. La escena final es totalmente ridícula, con una lucha entre el capo mafioso y la protagonista que se anticipa desde momentos tempranos y que tiene un desarrollo desastroso, acabando en una escena dentro de una furgoneta que nos hace pensar qué mente enferma ha escrito el guión. Muchas veces nos quejamos de la falta de originalidad y BuyBust carece de ella, abusando del tópico tanto que puede petarnos el corazón. Sin duda esta es la peor película asiática del año. Matadme si queréis.




Conclusión: Buybust es un descalabro difícil de defender. Muchos claman que su crítica social es hábil y muy sorprendente y que la acción está a la altura. Pero donde algunos ven eso, yo solo veo una broma de mal gusto, mal trabajada, con una acción que da vergüenza ajena. Una película que ambiciona demasiado sin tener ni si quiera los recursos para llevarlo a cabo. Un desastre que la convierte en la peor película del año.


TRÁILER DE BUYBUST:




FICHA TÉCNICA DE BUYBUST:

Título original: BuyBust
País: Filipinas
Año: 2018
Duración: 127 min.
Director: Erik Matti
Reparto: Anne Curtis, Brandon Vera, Victor Neri, Chutimon Chuengcharoensukying
Género: Acción
Nota: 2'5/10


Twitter: @myasianmadness


¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!


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