UNA RECETA FAMILIAR

¡Buenas tardes amantes de lo asiático!

Viajamos a Singapur para deleitarnos con los aromas y sabores de la cocina tradicional japonesa y singapurense. Dos cocinas unidas por dos familias y un romance que se tornará dramático y a su vez de una belleza incomparable. Este es un viaje culinario que ahonda en los sentimientos y recuerdos de cada uno de nosotros, aportándonos esa nostalgia que nos da el oler la comida que nuestros seres queridos nos preparaban tiempo atrás. Si sois amantes del mejor cine y de los buenos platos tradicionales, esta es una cita indispensable en el cine de este mes y puede que de este año.

Eric Khoo nos entrega uno de los más indispensables dramas del año con una sensibilidad y un detalle exquisitos en esta Ramen Teh (Una receta familiar), un largometraje que se pasa en un respiro, en un visto y no visto. La película consigue hilar dos temas como la familia y la cocina de manera natural y realista, transportándonos al lado de su protagonista como si de nosotros mismos se tratara y consiguiendo que nos regocijemos en nuestra butaca como niños pequeños. Si el cine pretende comunicar y hacernos sentir, esta es una de esas ocasiones en las que un ejemplo vale más que mil palabras.


UNA RECETA FAMILIAR






Masato, un joven chef de ramen que quiere saber más sobre el pasado de sus padres fallecidos, deja su ciudad natal en Japón embarcándose en un viaje culinario hacia Singapur para encontrar la verdad sobre su pasado y su familia. Durante esa deliciosa odisea, Masato descubrirá los secretos de sus ancestros, suculentas recetas y mucho más. Como decía anteriormente, esta película realiza un viaje tanto por la comida de ambos países (Singapur y Japón) como entre las relaciones familiares de nuestro protagonista y otros personajes igual de profundos. Llena de momentos de una empatía incomparable, la actuación del joven actor que encarna a Masato será una de los elementos determinantes para degustar un guión lleno de detalles e inteligencia. Eric Khoo consigue emocionar plato a plato, plano a plano.

El cine de Singapur no ha sido una de las referencias del país asiático en ningún momento de su historia, pero de vez en cuando nos ha dejado películas de gran belleza e interés como Retratos de familia o auténticas joyas del terror como Macabre (aunque en co-producción con Indonesia). Pero en el país hay un director que ha sobresalido sobre los demás por llevar a cabo un cine diferente, muy personal, y ese es Eric Khoo. Este director siempre ha definido su carrera con una serie de historias dramáticas que hablan sobre diversos temas, desde la perdida de visión y la superación de Be with me hasta un retrato de la Singapur más moderna en su 12 Storeys. Pero lo que une y enlaza todas sus historias es el realismo y la naturalidad con las que las lleva a cabo, pues consigue hacer que su público empatice tanto con sus personajes como con los sucesos que ocurren ante sus ojos.




Con Una receta familiar, Khoo recupera de nuevo ese cine más íntimo, más personal y lo consigue hacer llegar a nuestro corazón con sencillez. La película tiene una progresión, una evolución de personajes envidiable, consiguiendo que Masato pase a ser un chico callado e introvertido en cuanto a sus sentimientos más personales a desatar las lágrimas en nosotros con una actuación de manual y situaciones que se nos hacen muy familiares. Los personajes y sus relaciones son fundamentales para que la película funcione y el director es consciente de ello, pues sus lazos serán los que nos transporten a esa Singapur más pura y que incluso en ocasiones podamos llegar a oler o saborear lo que ellos comen. Y es que el segundo punto más destacado es el trabajo que hay tras ese seguido de platos tradicionales (con un estudio profesional detrás de cámaras envidiable), tanto japoneses como singapurenses, que pueden hacernos la boca agua con sus bellos y acertados planos detalle.

La cocina es el eje central sobre el que circula toda la acción de la trama y es el detonante del clímax más absoluto en las últimas escenas (el final es maravilloso). Gracias al desarrollo de un plato, Khoo demuestra que la comida a veces es lo que une a los seres más queridos de una familia. Y es que una vez hayamos visto que los personajes y la comida son los pilares fundamentales, entraremos en detalle en otros temas, como por ejemplo la pérdida o la nostalgia. Tantos son los sentimientos que nos otorga la película, que el viaje se tornará abrumador en según que puntos, pasando de la sonrisa al llanto con una naturalidad inusitada. Seguramente lo que más me ha gustado de esta película sea lo bien que retrata el recuerdo de un familiar y su pérdida; ambos se tornan bellos, profundos y necesarios en esta historia.




La verdad es que soy un enamorado de este tipo de películas más "pequeñas", más discretas o más nicho, llamadle como queráis, y la razón de ello es que nadie como ellas consiguen naturalizar tan bien temas tan mundanos (ahí tenemos por ejemplo la bellísima Una pastelería en Tokio). Esa sensación de estar ante algo que has vivido personalmente es tan grande que es imposible no asentir involuntariamente al presenciar según que momentos. ¿Quién no recuerda a su abuela cocinando su plato favorito? ¿O quién no rememora instantes de su vida a través de un aroma que se torna familiar y cercano? ¿Quién no recuperaría parte de su infancia al saborear un dulce que parecía perdido en la memoria? La comida es parte de nuestra vida, de nuestros recuerdos y de nuestra alma. Esta película es una oda al cine, a la vida y a las familias de todos los rincones del mundo.

Poco más puedo añadir a lo que seguramente sea una de las mejores películas asiáticas del año, por méritos propios. Lo bello a veces se encuentra en lo más cotidiano, a veces incluso está tan cerca de nosotros que se nos pasa por alto sin darnos cuenta. Gracias a Una receta familiar, conseguiremos salir de la sala agradeciendo lo que tenemos, hemos tenido y podemos mantener de cara a nuestro futuro. El recuerdo es algo que llevamos dentro y que nunca debemos olvidar, pues nos podemos apoyar en él para ser aún mejores. Así pues, intentad vivir con la cabeza bien alta y sabiendo que sois quién sois por vuestro pasado. En memoria de todos aquellos que nos dejaron pero siguen en nuestro corazón.




Conclusión: Una receta familiar ahonda en nuestros recuerdos y nostalgia más íntimos, metiéndose bajo nuestra piel y haciéndonos derramar alguna que otra lágrima de anhelo por todas aquellas personas que hemos perdido por el camino en algún momento de nuestra vida. Una película sobre la pérdida y el recuerdo a través de la comida más típica de Singapur y Japón que se torna una delicia de aroma intenso.


TRÁILER DE UNA RECETA FAMILIAR:




FICHA TÉCNICA DE UNA RECETA FAMILIAR:

Título original: Ramen Teh (Una receta familiar)
País: Singapur
Año: 2018
Duración: 90 min.
Director: Eric Khoo
Reparto: Tsuyoshi Ihara, Seiko Matsuda, Takumi Saito, Jeanette Aw
Género: Drama / Cocina
Nota: 10/10


Twitter: @myasianmadness


¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!


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