MAQUIA, UNA HISTORIA DE AMOR INMORTAL (Y APÁTICO)
¡Buenas tardes amantes de lo asiático!
MAQUIA
Hace un mes se estrenó en España y en exclusiva Maquia, de la mano del Festival de Sitges, una película de animación japonesa de las que siempre crean muchas expectativas. La película recibió grandes críticas tanto de público como de profesionales del medio, por lo que el hype estaba más que asegurado. Su premisa hacía presagiar otra gran obra proveniente del país nipón, pero lo que muchos han visto con tan buenos ojos, yo hoy vengo a desmontarlo.
No suele ser el caso que la animación japonesa acabe siendo decepcionante, pero de vez en cuando cae alguna producción que no me convence, y esa es para mí Maquia. Hay que reconocer que su idea es ambiciosa, que parte de una base de lo más interesante, pero personalmente no me ha gustado nada su desarrollo. Con unos personajes demasiado planos, unas decisiones de guiones precipitadas y poco naturales y un ritmo que nos hace desconectar en muchos momentos, Maquia se torna insoportable, hasta el punto de querer acabar cuanto antes. Una decepción de las que duelen.
MAQUIA
Maquia pertenece a un grupo de gente que deja de envejecer en la adolescencia, convirtiéndose así en inmortales. Aunque vive tranquila, se siente profundamente sola. Esa tranquilidad se rompe cuando un ejército les invade para buscar el secreto de la inmortalidad. Maquia escapa, pero pierde a sus amigos, su hogar y la vida que conocía. En su huida entrará en un bosque en el que conocerá a Ariel, un pequeño que ha perdido a sus padres y del cual se encargará a partir de ese momento. La historia desarrolla la relación entre Maquia, que no envejece, y Ariel, el hijo adoptado que sí lo hace. ¿Qué destino les espera juntos a estos dos jóvenes?
La historia de Maquia ahonda en temas muy interesantes como el amor, la pérdida, la soledad e incluso la aceptación, pero todo ello queda ensombrecido por no saber cómo hacernos llegar sus mensajes. La película está llena de momentos dramáticos, pero Mari Okada crea una serie de personajes que carecen del carisma suficiente como para poder llevar sobre sus hombros el peso de esta película y de los sentimientos que pretende transmitir. El drama de algunas escenas no nos hace sentir, no nos hace empatizar y nos deja más que fríos. Okada explica una historia a través de diferentes etapas de la vida de nuestros protagonistas, haciendo que por culpa de ese detalle no podamos llegar a profundizar en ningún personaje o intentar empatizar con alguno de ellos. Da la sensación que su directora quiere contarnos muchas cosas en muy poco tiempo y que no puede acabar de cerrar ninguna al dar tantos saltos temporales, por lo que en muchos momentos nos hallaremos perdidos.
Es una lástima que no se haya sabido plasmar lo que en realidad entrevemos que puede expresar la película, pero lo que en A silent voice y Your Name (aunque no sean comparables) fluía con naturalidad, aquí no funciona. Todo pesa, todo se hace lento, aburrido, apático. El ritmo es uno de los fallos más terribles en esta producción, pues si encima que ningún personaje tiene el gancho suficiente como para atraparnos, si el ritmo es pesado, el resultado acaba siendo desastroso. Una de las cosas que menos me gustan en una película así es que intenten forzarnos a sentir, que como público se nos intente engañar con tácticas facilonas como personajes llorando o bandas sonoras demasiado presentes de fondo. Todo parece estar hecho para que el público reaccione, y en mi caso me hace desconectar, teniendo el efecto contrario al buscado.
Es posible que yo me haya vuelto muy exigente, pero creo que merecemos más del país nipón, el cual nos ha entregado auténticas joyas. No hay que conformarse con lo primero que venga, bajo ningún concepto. Después de ver esta película puedo decir que Mirai de Mamoru Hosoda me gustó bastante más, y tampoco era ninguna maravilla. Escribo estas líneas bastante desanimado, porqué para mí ha resultado en una enorme decepción y es posible que acabemos lo que queda de año sin nada destacable en la animación japonesa. Es probable también que muchos no compartáis lo que estoy diciendo en esta entrada, pues soy de los pocos a los que no les ha gustado Maquia, pero para gustos colores, y sinceramente, otras visiones diferentes nunca van mal. Al menos, artísticamente Maquia cumple y tiene puntos muy bonitos. Lo que pudo ser y no fue.
Conclusión: Maquia es una película con una muy buena idea que falla de manera desastrosa en su narración. Con unos personajes demasiado planos y parecidos entre sí, sus decisiones nos harán salir de la película sin remedio y nos costará seguir el hilo con su ritmo desajustado. Su arte está muy cuidado, pero eso no la salva de la debacle. Una decepción mayúscula.
TRÁILER DE MAQUIA:
FICHA TÉCNICA DE MAQUIA:
Título original: Sayonara no Asa ni Yakusoku no Hana o Kazarō (Maquia, una historia de amor inmortal)
País: Japón
Año: 2018
Duración: 115 min.
Director: Mari Okada
Género: Animación / Fantasía / Drama
Nota: 5/10
Twitter: @myasianmadness
¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!
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