NETFLIX (24) - KUNTILANAK
¡Buenas tardes amantes de lo asiático!
KUNTILANAK
Pero si mezclamos a ese fantasma errático con una serie de niños demasiado idiotas para darse cuenta de ciertas cosas, entonces tendremos un cóctel explosivo que nos volará la cabeza. ¿Sabéis esas películas en las que estáis tumbados en el sofá desesperados por estar viendo unos protagonistas estúpidos y acabáis gritándole al televisor? Pues esta es una de esas películas. Cuando parecía que el terror tomaba un giro de lo más espectacular con producciones de altos vuelos en Indonesia como Macabre, Modus Anomali o la reciente May the devil take you, volvemos hacia atrás por culpa de esta Kuntilanak. Posiblemente no haya un solo culpable en este descalabro, pero Netflix es el que pone la pasta, por lo que mi crítica va hacia ellos. Hay que saber dirimir entre lo que vale la pena y la basura, y Netflix lo acoge todo, desgraciadamente.
También quiero hacer hincapié en los niños de la película, los cuales dejan bastante que desear interpretativamente y que a veces desesperan con sus sobreactuaciones. Nada se siente natural, nada fluye como debería, y en todo momento vamos a remolque. Ninguno de ellos nos ayuda a inmiscuirnos en una historia que ya de por si se mueve por una base bastante frágil, casi inexistente, y cuando parece que van a comenzar a sucederse eventos macabros, vuelve el tono más infantil, relegándonos a nuestra propia desesperación. Esta película tenía localizaciones de lo más vistosas e inquietantes para rodar algo semejante a un Expediente Warren asiático, pero gracias a una incompetencia abismal de su equipo técnico (y artístico a veces), todo se queda en la nada más absoluta.
Si tuviésemos que resumir los tópicos del terror en un video, seguramente poner esta película sería la respuesta más rápida a dicho listado. Apariciones nocturnas, apagón de luces, ventanas abiertas que dejan correr un aire denso, screamers de manual, fantasmas de larga cabellera, situaciones forzadas poco creíbles, personalidades marcadas de unos personajes más planos que un papel...Todo ello se encuentra en Kuntilanak, y me arrepiento de haber tenido que experimentarlo. Frustración, impotencia y desesperación son los tres adjetivos que mejor describen esta producción, que lejos de faltarle presupuesto, le sobraba para lo que querían contarnos. Además de sus casi dos horas de duración, de las que sobra como mínimo media hora.
Lo mejor de la película es una Aurélie Moeremans (la chica que lleva el papel de Lydia), que solo aparece en contadas ocasiones y que cuando más se la necesita no está presente. El director, en vez de sacar provecho de su talento, decide relegarlo al ostracismo más absoluto dejándola fuera de plano durante demasiado tiempo, una decisión extraña tomando como referencia a Julie Estelle y su protagonismo absoluto en el pasado. Las decisiones tomadas en esta película son las que la han sepultado, algo que no se puede tolerar en los tiempos que corren. Si una película que debe basarse casi exclusivamente en una buena ambientación, falla en eso, no se puede esperar nada bueno de todo lo que la rodee. Así pues, aquí no encontraréis ni fantasmas que den miedo, ni ambientaciones tétricas, ni interpretaciones buenas ni tan solo un ritmo dinámico. Todo falla, todo es deleznable.
Trabajar con niños es un tema delicado y muy arriesgado en el cine, pues no todos están preparados para dar el salto a la gran pantalla ni tienen el mismo talento. Muchos os preguntaréis porqué estoy hablando de esto y la respuesta es fácil, Kuntilanak es una película que tiene como protagonistas a un grupo de niños que tendrán que luchar contra un ente y una maldición del folclore indonesio. Y desgraciadamente, no podemos decir que la película salga muy airosa en términos de calidad y entretenimiento, por lo que hoy vengo a poneros en alerta de lo que puede ser una de las peores películas del país estos últimos años y otro sin sentido continuo más del catálogo de la plataforma.
El director Rizal Mantovani vuelve a su género predilecto para intentar asustarnos sin éxito alguno con este remake directo de su original trilogía Kuntilanak (2006-2007-2008), donde teníamos como protagonista a la fantástica Julie Estelle, cuyo legado ha recogido la bella Aurélie Moeremans. Dejándonos fuera de juego demasiado pronto, Kuntilanak se tornará en nuestra pesadilla particular, a no ser que hayamos tenido la sensata idea de compartirla con unos amigos y poder así darle la vuelta a sus estúpidos acontecimientos. Mantovani no hace justicia a lo que un día fue su joya de la corona y nos desespera con su absurda vuelta al género. ¿Hacía falta un remake así diez años después? Por supuesto que no.
KUNTILANAK
Cinco niños descubren que un antiguo espejo de su orfanato alberga un malvado espíritu que secuestra a niños y los encierra en su interior. La maldición de Kuntilanak, basada en una tenebrosa leyenda indonesia real en la que un fantasma representa a aquellas mujeres que mueren al dar a luz, se convierte aquí en una caricatura del mismo, transformándose en un ente tocapelotas que no deja dormir a nuestros protagonistas y que solo hace apariciones esporádicas por su ajustada agenda. Como digo, esta película no da miedo alguno, y los sustos son tan contados que no se pueden ni tener en cuenta. Todo es un descalabro tan grande que tendremos la sensación de que nos están tomando el pelo desde el minuto uno.
Pero centrémonos en los pormenores de este desastre, pues no son pocos. Quiero seguir recalcando la recreación del fantasma, el cual debería haber infundido respeto y terror, siendo la pieza fundamental de la historia, pero que se queda en un meme de manual. El ente, que durante la historia solo se dedica a tocar las narices allí donde aparece, pasa su tiempo arañando paredes, apagando luces y produciendo risillas histéricas que lejos de meternos el miedo en el cuerpo, nos irrita. La estética del fantasma no está mal, y aunque está dentro del margen tópico de mujer de pelo largo esquelética y de malas pulgas, podría haber funcionado sino fuese por su errático y absurdo comportamiento. Es verdad que el fin de secuestrar niños al haber muerto en un parto es una justificación lógica, pero no todo el camino que recorre para conseguirlo lo es.
Pero centrémonos en los pormenores de este desastre, pues no son pocos. Quiero seguir recalcando la recreación del fantasma, el cual debería haber infundido respeto y terror, siendo la pieza fundamental de la historia, pero que se queda en un meme de manual. El ente, que durante la historia solo se dedica a tocar las narices allí donde aparece, pasa su tiempo arañando paredes, apagando luces y produciendo risillas histéricas que lejos de meternos el miedo en el cuerpo, nos irrita. La estética del fantasma no está mal, y aunque está dentro del margen tópico de mujer de pelo largo esquelética y de malas pulgas, podría haber funcionado sino fuese por su errático y absurdo comportamiento. Es verdad que el fin de secuestrar niños al haber muerto en un parto es una justificación lógica, pero no todo el camino que recorre para conseguirlo lo es.
Pero si mezclamos a ese fantasma errático con una serie de niños demasiado idiotas para darse cuenta de ciertas cosas, entonces tendremos un cóctel explosivo que nos volará la cabeza. ¿Sabéis esas películas en las que estáis tumbados en el sofá desesperados por estar viendo unos protagonistas estúpidos y acabáis gritándole al televisor? Pues esta es una de esas películas. Cuando parecía que el terror tomaba un giro de lo más espectacular con producciones de altos vuelos en Indonesia como Macabre, Modus Anomali o la reciente May the devil take you, volvemos hacia atrás por culpa de esta Kuntilanak. Posiblemente no haya un solo culpable en este descalabro, pero Netflix es el que pone la pasta, por lo que mi crítica va hacia ellos. Hay que saber dirimir entre lo que vale la pena y la basura, y Netflix lo acoge todo, desgraciadamente.
También quiero hacer hincapié en los niños de la película, los cuales dejan bastante que desear interpretativamente y que a veces desesperan con sus sobreactuaciones. Nada se siente natural, nada fluye como debería, y en todo momento vamos a remolque. Ninguno de ellos nos ayuda a inmiscuirnos en una historia que ya de por si se mueve por una base bastante frágil, casi inexistente, y cuando parece que van a comenzar a sucederse eventos macabros, vuelve el tono más infantil, relegándonos a nuestra propia desesperación. Esta película tenía localizaciones de lo más vistosas e inquietantes para rodar algo semejante a un Expediente Warren asiático, pero gracias a una incompetencia abismal de su equipo técnico (y artístico a veces), todo se queda en la nada más absoluta.
Si tuviésemos que resumir los tópicos del terror en un video, seguramente poner esta película sería la respuesta más rápida a dicho listado. Apariciones nocturnas, apagón de luces, ventanas abiertas que dejan correr un aire denso, screamers de manual, fantasmas de larga cabellera, situaciones forzadas poco creíbles, personalidades marcadas de unos personajes más planos que un papel...Todo ello se encuentra en Kuntilanak, y me arrepiento de haber tenido que experimentarlo. Frustración, impotencia y desesperación son los tres adjetivos que mejor describen esta producción, que lejos de faltarle presupuesto, le sobraba para lo que querían contarnos. Además de sus casi dos horas de duración, de las que sobra como mínimo media hora.
Lo mejor de la película es una Aurélie Moeremans (la chica que lleva el papel de Lydia), que solo aparece en contadas ocasiones y que cuando más se la necesita no está presente. El director, en vez de sacar provecho de su talento, decide relegarlo al ostracismo más absoluto dejándola fuera de plano durante demasiado tiempo, una decisión extraña tomando como referencia a Julie Estelle y su protagonismo absoluto en el pasado. Las decisiones tomadas en esta película son las que la han sepultado, algo que no se puede tolerar en los tiempos que corren. Si una película que debe basarse casi exclusivamente en una buena ambientación, falla en eso, no se puede esperar nada bueno de todo lo que la rodee. Así pues, aquí no encontraréis ni fantasmas que den miedo, ni ambientaciones tétricas, ni interpretaciones buenas ni tan solo un ritmo dinámico. Todo falla, todo es deleznable.
Conclusión: Kuntilanak es una película que carece de interés, con unas interpretaciones horribles y una trama de vergüenza ajena. Más próxima al terror infantil, esta producción se desmorona rápidamente por una serie de elementos desaprovechados y mal utilizados. Sin duda, una de las peores películas indonesias de estos últimos tiempos y un remake sin sentido que hace flaco favor al cine indonesio.
TRÁILER DE KUNTILANAK:
FICHA TÉCNICA DE KUNTILANAK:
Título original: Kuntilanak
País: Indonesia
Año: 2018
Duración: 105 min.
Director: Rizal Mantovani
Reparto: Sandrinna Michelle, Aurélie Moeremans, Nena Rosier
Género: Terror
Nota: 2'5/10
País: Indonesia
Año: 2018
Duración: 105 min.
Director: Rizal Mantovani
Reparto: Sandrinna Michelle, Aurélie Moeremans, Nena Rosier
Género: Terror
Nota: 2'5/10
Twitter: @myasianmadness
¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!
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