SEKLUSYON - FILIPINAS EN PROBLEMAS

¡Buenas tardes amantes de lo asiático!

Tras mucho tiempo sin hablar de Filipinas, volvemos a este interesante país asiático con malas noticias, y es que la película de hoy no trae nada nuevo consigo. Seklusyon es la elegida para haceros tener pesadillas y no precisamente por su terror o su atmósfera casi creíble, sino por su aburrimiento más increíble y su historia, digna de una patada en los huevos. 

Si lo que buscáis es aburriros como una ostra y maldecir al salir de la sala o al acabar la película en vuestra casa, estáis en el lugar adecuado. nunca se pudieron proferir tantos insultos a un proyecto que parece hecho por el mismísimo satanás y que parece salido del mismísimo infierno, al cual nos trasladan el director y su séquito de infieles desvergonzados. Nótese mi cabreo.


SEKLUSYON






Filipinas, 1947. Aquellas personas que desean convertirse en curas son enviadas a pasar las últimas horas antes de la ordenación en un convento, y así evitar cualquier tipo de tentación demoníaca. Pero la llegada de una niña que, supuestamente, es transmisora de los mensajes de dios enfrentará a los aspirantes con sus miedos más turbadores, poniendo a prueba su fe.

La acción ocurre pues en un convento, toda ella y sin excepción. Solo los primeros 5 minutos concurren fuera de sus paredes y es la única libertad que se nos ofrecerá en toda la película. Después, cuando entremos por las puertas de dicho convento, ya no podremos huir de él hasta su más que lamentable final. Lo gracioso es que nombran a este convento como un búnker inaccesible y en cambio, vemos entrar gente a cada momento sin ningún sentido. Bravo. El metraje no empieza con ritmo y ni siquiera empieza de manera interesante, así que ese pesar nos lo trasladarán durante todos los minutos que dure esta pesadilla.




Filipinas no es un mal creador de terror, es más, muchas de sus películas me parecen auténticos aciertos y creo que han labrado un buen camino para erigirse como una de las sorpresas del cine asiático en general, pero por una razón u otra, aún quedan reminiscencias de cine que no debe ser. Y el ejemplo más claro es esta película, la cual toca un tema que ya no da miedo o que simplemente está demasiado manido. El tema demoníaco y de la fe es un tema con el que ya es difícil sorprender y los cineastas no parecen darse cuenta (o no quieren).

Y en esta ocasión, no penséis que hay alguna factor que pueda llevarnos a pensar que es una buena película, porqué para mí en el terror hay una línea muy delgada entre la tensión y el aburrimiento. Y esa delgada línea es la que diferencia un gran director de uno mediocre. Sabe mal decir esto de un cine en el que estos últimos años tengo puestas muchas expectativas y que en más o menos medida se han cumplido. Y eso, que Erik Matti, el director de este largometraje, es uno de los mejores en su país, con películas como On the job o Rigodon y con participación en proyectos muy grandes como The ABC's of Death 2. Experiencia tiene, y mucha.




Y os preguntaréis porqué no estoy hablando sobre la trama o la historia de la película, y la respuesta es fácil: no hay mucho que comentar. Os lo puedo resumir como unos curas que sienten deseos pecaminosos (o eso dirían los más creyentes) o diabólicos a raíz de la llegada de una niña que dice ser una mesías y que resulta ser un pequeño monstruo asqueroso. Y siento utilizar estas palabras pero es que mi decepción ha llegado a cotas altas.

Un ritmo tedioso, done no pasa nada en casi ningún momento, a parte de las situaciones lujuriosas de algunos curas y de las visiones fantasmales de otros, y que basa toda su ambientación en una oscuridad iluminada por velas y diálogos insulsos que no llevan a ningún lado. Añadiendo a todo ello que los silencios en esta película juegan en contra del guión, estamos ante un desastre de cotas magnas. Además, para acabar de adobar todo el conjunto, el personaje de la monja es el típico que aniquilaríamos el primero en una situación límite, cosa que aquí no se hace.




Dicho esto podemos pasar a mirar el reparto, encabezado por Rhed Bustamante (y no hablamos de ningún familiar del cantante español), que curiosamente no tiene ninguna otra película en su haber que sea destacable, y que desempeña el papel aquí de la niña tocapelotas del convento que los lleva a todos por la calle de la amargura. A su lado estará Phoebe Walker, como la monja irritante que no deja de dar por culo a todo dios; Neil Ryan Sese (Ma'Rosa The blood trail), como uno de los pobres curas que no saben ni donde meterse y a Ronnie Alonte (Vince & Kath & James), el jovenzuelo más atrevido del lugar, con más sesera que la mayoría, pero no mucha.

De Rick Matti ya hablé antes y no hace falta alargarse mucho más, pero seguramente sea uno de los mejores para mi gusto junto a Yam Laranas (The road, Patient X) y a Jerrold Tarog (Aswang, If only). El cine filipino tiene gran talento en su haber, pero hace falta una inyección más en cada uno de sus apartados para llegar al nivel de otros países asiáticos, sobretodo económicamente.




Así pues, os diría que podéis verla al menos para entreteneros, pero la verdad es que no sirve ni para eso y no quiero haceros perder tiempo que podríais dedicar a otra película del género mucho mejor que esta.


TRÁILER DE SEKLUSYON:




FICHA TÉCNICA DE SEKLUSYON:

Título original: Seklusyon
País: Filipinas
Año: 2016
Duración: 90 min.
Director: Erik Matti
Reparto: Rhed Bustamante, Phoebe Walker, Neil Ryan Sese, Ronnie Alonte.
Género: Terror
Nota: 2/10


¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!



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