SHOCKWAVE Y SU CINE EXPLOSIVO

¡Buenas tardes amantes de lo asiático!

Andy Lau vuelve a la carga este año con un thriller de tintes hollywoodienses, con un papel interesante y una trama llena de momentos de lo más logrados en Shock Wave, una de esas superproducciones que Hong Kong suele dejarnos cada año. Con momentos que nos recordarán a Pánico en el túnel de Sylvester Stallone, pero sin el componente claustrofóbico de ésta. Un thriller bien construido que nos hará vibrar.

Como punto de partida, debo decir que soy bastante amante de la películas que suponen un reto para los protagonistas y de aquellas que giran entorno a la desactivación de bombas. Estos dos elementos unidos me recuerdan siempre a La jungla de cristal 3 y a aquellos momentos en los que McClane nos hace ponernos en su piel con su carácter distendido y a la vez hipercarismático. Andy Lau no es Bruce Willis, pero sin duda llena la pantalla con enormidad. Una explosión de recursos para un producto de lo más sólido.


SHOCK WAVE




Cuando un terrorista experto en explosivos se hace con el control de un tunel en Hong Kong, amenaza con asesinar a cientos de rehenes si no se cumplen sus exigencias. Un terrorista sin escrúpulos de esos que no tienen humanidad alguna y que a veces parecen pasados de vueltas, pero que dan alas a que queramos que nuestro protagonista gane por encima de todo obstáculo. Un viaje a los entresijos del terrorismo y de su imagen más cruda.

Hay muchos momentos en la película en los que vemos como el director no escatima en recursos y tampoco se corta un pelo a la hora de querer representar una naturalidad que se correspondería con la vida real, y es que en caso de un atentado terrorista habría muchos muertos y afectados. Sin piedad, sin preámbulos, la película nos mete de lleno en la acción desde el minuto 1 con un atraco y una persecución por las calles de Hong Kong que nos sitúan en la historia de lleno y en el personaje de Andy Lau. Un buen comienzo que ya nos atrapa con facilidad.




Tras nuestra escena de persecución inicial, se nos traslada totalmente a la vida de nuestro protagonista, el cual lleva una vida normal dentro de lo que es un trabajo muy peligroso. Después de su infiltración en un grupo terrorista, se nos cuenta como desactivar bombas es su vida y algo que le llena como persona. Así nos lo hace saber con un discurso tras el cual comienzan a sucederse una serie de asesinatos y atentados por toda la ciudad en los que deberá involucrarse personalmente y poner en riesgo todo aquello que ha construido a su alrededor. 

Esta es la típica trama donde hay una lucha total entre el malo, muy malo y el bueno, muy bueno. Un topicazo muy típico de este tipo de películas y es que por eso la etiqueto de hollywoodiense. Pero no todo es un tópico y es que en muchos momentos de la película veremos cierta crudeza que los americanos no son capaces de representar. Es verdad también que no podemos tachar esta película de sobresaliente, pero podemos decir que su producción es más que buena y que mi debilidad por ella es la que es.




La cuestión es que este tipo de películas siempre funcionan, y es que igual que Paradox (de la cual hablé ayer), lo que pretende es entretener y nada más. Tampoco nos intentan vender la moto ni nos intentan hacer creer que todo va sobre algo más grande o importante, no, lo más importante aquí es que nos centremos en nuestro protagonista y en la acción que lo rodea. Todo lo demás es indiferente y secundario, incluso sus compañeros policías. Aunque es cierto que lo que más pondría en entredicho es el papel del terrorista principal, el cual me parece hiperbolizado y nada creíble en ciertos momentos, donde su maldad parece casi una caricatura.

Hay un problema muy grave en el cine actual a la hora de intentar representar el mal en las películas, sea por el perfil del malo o por el tono que adquiere esa maldad. En cuanto al bando de la bondad siempre tenemos carisma y es mucho más fácil llegar al público, pero en cuanto al otro bando tenemos un serio agujero de creatividad y es que aún no se acaba de dar en la tecla adecuada para llevar a cabo un personaje carismático o si más no, creíble. Si tuviéramos ese equilibrio perfecto entre mal y bien las películas ganarían muchos enteros, y por esa falta de equilibrio, es por la que esta película no llega a más. 




Muchos son los puntos positivos, como unos efectos especiales contundentes y trabajados, unas escenas de acción realmente bien rodadas y un conjunto de aspectos técnicos que están a un alto nivel, pero podemos decir que el factor del terrorismo no está todo lo bien jugado que debería. ¿Pero es eso un problema como para no ver esta película? No, en absoluto, es un problema evidente pero no fundamental ni definitivo, y es que, como digo, es una lacra que lleva trayéndonos el cine desde hace tiempo y nos hemos acostumbrado aunque no debamos. 

Mi crítica queda ahí y no hace falta decir mucho más. Es verdad que el personaje de Andy Lau no es el mejor que ha llevado a cabo el actor, pero sin duda es una garantía como fichaje en cualquier película y su carisma se nota incluso en sus peores momentos. Además hay que saber ver como su personaje brilla con más intensidad por culpa de la falta de un antagonista a la altura. Pero aunque parezca que centro el foco en los personajes, esta no es una película que vaya sobre ellos, sino sobre los efectos especiales y la acción de cara a la galería. Una película ambiciosa que siempre es un reclamo en taquilla.




No hay que esconder en absoluto que se nos intenta vender la película para sacar dinero (todas lo hacen, pero este es un ejemplo más claro), pero hay que saber reconocer quien lo hace bien, y quien mal, y en esta ocasión estamos ante el primer ejemplo. El director sabe lo que hace y aunque a veces peque de tener carencias en ciertos picos de la película, Herman Yau sigue siendo un grande. Un director con una larga filmografía a sus espaldas que tiene en su haber una de esas películas que nunca olvidaré y de la que hablé hace tiempo en el blog: Ebola Syndrome.

La carrera de este director empezó hace ya un cuarto de siglo y siempre ha demostrado ser capaz de tocar cualquier tipo de género, desde la acción al gore pasando por el terror o el drama. Un polifacético director que ha sabido sacar provecho de su carrera para regalarnos auténticas joyas (tanto de serie B como de gran producción). Así pues si queréis ver algo de este hombre, os recomiendo Gong Tau (un clásico del terror hongkonés) o Ebola Syndrome, como os mencioné antes.



Sin más que decir os dejo con el tráiler que seguramente os contará mucho más que yo con mis palabras de hoy. Por cierto, parece ser que las películas de Hong Kong comienzan a padecer el síndrome coreano, es decir, películas largas de dos horas o más. Pasad un buen final de año y sed felices.


TRÁILER DE SHOCK WAVE:




FIHCA TÉCNICA DE SHOCK WAVE:

Título original: Shock Wave
País: Hong Kong
Año: 2017
Duración: 119 min.
Director: Herman Yau
Reparto: Andy Lau, Jiang Wu, Phillip Keung, Ron Ng
Género: Acción / Policíaco
Nota: 7'5/10


¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!


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