LA CONTROVERSIA EN TAILANDIA
¡Buenas tardes amantes de lo asiático!
Hoy vuelvo a traeros una opinión muy propia y personal a este humilde blog. Y es que me gustaría tocar otro tema como la transexualidad que es bastante sensible estos últimos años dentro del cine en uno de los países del sudeste asiático: Tailandia. Hoy intentaré explicar cual es ese problema y qué director ha luchado para poder sacar a la luz sus películas (aunque hay algunos otros) para así poder mostrar otra cara de la sociedad tailandesa y poder concienciar a muchos en su país.
LA FIGURA DE THANWARIN SUKKHAPHISIT
Thanwarin Sukkhaphisit es el hombre que ha llevado en volandas esos temas controvertidos a las pantallas de todo el país. Un director que ni corto ni perezoso decidió rodar una película en 2010 llamada Insects in the Backyard (también actuando como protagonista), que tras siete años de total censura en el país, ha conseguido sacarla a la luz. ¿Y porqué fue censurada os preguntaréis? Pues porqué esa película trataba uno de los temas más tabú que se conocen aún actualmente allí, la transexualidad. Una película que la retrata de manera explícita y que tiene escenas como un parricidio, sexo explícito o prostitución de adolescentes y que el propio director reconoció tener que dejar para dotar de sentido a la película.
Lo que puede parecer un desafío a la industria del cine tailandés y un descaro sin precedentes, es sin ningún tipo de duda un acto autoconsciente para poder así dar un puñetazo sobre la mesa y demostrar como a la mínima, en el país tailandés, se intenta ocultar cualquier tema que para ellos sea un atentado moral o una indecencia. El Ministerio de Cultura de Tailandia intentó censurar esta obra durante siete largos años, y lo consiguió...hasta ahora. Llegando a tribunales incluso, el director ha luchado fuertemente y con gran determinación para que todos podamos hoy disfrutar de su película.
Algunos pensarán que lo hizo por captar la atención del público y la prensa, otros que fue valiente y que hizo algo que debería haberse hecho hace tiempo, pero lo que es seguro es que esto no dejó indiferente a nadie. En mi propia opinión me parece un paso necesario y arriesgado que se tiene que llevar a cabo siempre que se pueda, y más en países que aún no están concienciados con estos debates. Debemos dejar a un lado las opiniones fuera de la pantalla y pensar que al censurar un arte solo se consigue involucionar, por lo que si una película, y por lo tanto, un mensaje son relegados a la nada, se pierden aspectos de la vida que no deberían permanecer en la oscuridad.
Estar en el año que nos encontramos y que en algunos países aún no se puedan hablar abiertamente de ciertos temas da bastante pena por no decir otra cosa y es que no se entiende que seamos tan avanzados para según que cosas y para otras no. Claramente la sociedad no ha evolucionado al ritmo que lo han hecho nuestros descubrimientos y por eso a día de hoy nos podemos considerar una raza peligrosa y una amenaza. Pero sin andarme con rodeos, vuelvo al tema principal de este artículo, y es que hay mucho que desgranar.
Con esta Insects in the Backyard, el director quiso llevar a cabo un análisis de la transexualidad como nunca antes se hizo en Tailandia, por lo que se ganó bastantes enemigos en el mundillo. Eso sí, nada de ello le echó para atrás en su afán de hablar de lo que quisiera con libertad, y fuera del país asiático, esa película tuvo buena acogida, siendo acogida incluso en festivales de cine en Vancouver y París. Un ejercicio de valentía que años después le han recompensado con alabanzas y con la retirada de dicha censura en Tailandia, dándose así un paso hacia delante en este aspecto.
Con su película fue nominado y ganó un premio en el Festival LGTBIQ de París y poco después llevaría a cabo otro proyecto llamado It gets better, que aún fue mejor acogido por la crítica, destapándose así como uno de los modelos y personas más influyentes del cine tailandés. Comentemos también que esta película hablaría desde una perspectiva más distendida sobre el tema de los transgéneros y que repetiría por lo tanto temática sin pelos en la lengua. La diferencia entre ésta e Insects in the Backyard es que está tocada con un tono mucho más cómico, cuando su primer proyecto intentaba llegar a la fibra con su tono dramático.
Sin duda, su carrera ha sido dedicada a dar apoyo a todas aquellas personas que se quieren hacer oír y que muchas veces no pueden por la censura subliminal y autoimplícita de muchas culturas que no aceptan que alguien pueda ser diferente. Y no solo en cuanto a la transexualidad nos centramos, y es que Thanwarin también llevó a cabo una película sobre la homosexualidad llamada Red wine in the dark night que relataba la relación amorosa de un par de jóvenes homosexuales en una sociedad tan dura y retrógrada como la tailandesa en ese aspecto.
Pero no solo se queda en este trío de películas controvertidas el director, sino que ha demostrado, además, que es capaz de rodar otro tipo de cine y así demostrar un talento innato por su amor hacia él. Desde el terror al romance, pasando por el drama, Thanwarin ha sabido sacar los colores a una sociedad anclada en el pasado y así dar luz a temas y aspectos que nos tocan de lleno en la vida diaria y que debemos saber comprender. La curiosidad, el miedo, el desconocimiento y la no aceptación son claros ejemplos de porqué mucha gente aún no sabe mirar hacia delante.
Podríamos pararnos a analizar porqué cada una de las películas mencionadas aquí son buenas, son mejores, peores o simplemente un punto de inflexión en el cine de Tailandia, pero no lo haré porqué pienso que lo importante es ese mensaje que llevan implícito. Es verdad que este director ha llevado a cabo más películas, como por ejemplo Pump Namman (otro romance de gran sensibilidad), su última incursión en el séptimo arte, pero os dejo con mi conclusión a todo esto.
En resumen, solo quería transmitir mi disconformidad con estos temas y el como están tratados en la mayoría de países asiáticos, por no decir en todos (unos por ser demasiado religiosos y otros por ser demasiado hipócritas o energúmenos) y como me gustaría que algún tipo de cine fuera de aquí en adelante. Hacen falta más figuras como las de Thanwarin Sukkhaphisit para poder llevar a cabo un cambio de mentalidades y que el sector de gente que no acepta estas diferencias de la naturaleza, pueda hacerlo abiertamente sin faltar al respeto de nadie. Y sobretodo, y para mí lo más importante: que se deje de censurar el arte, sea cual sea y sea lo que sea, porqué el arte es cultura y a la vez son opiniones, mensajes y puntos de vista muy necesarios dentro del mundo en el que vivimos.
Os dejo con el tráiler de Insects in the Backyard, la película que lanzó a la fama a su director y que hizo destacar su visión controvertida por encima de todas las demás.
TRÁILER DE INSECTS IN THE BACKYARD:
¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!
LA FIGURA DE THANWARIN SUKKHAPHISIT
Thanwarin Sukkhaphisit es el hombre que ha llevado en volandas esos temas controvertidos a las pantallas de todo el país. Un director que ni corto ni perezoso decidió rodar una película en 2010 llamada Insects in the Backyard (también actuando como protagonista), que tras siete años de total censura en el país, ha conseguido sacarla a la luz. ¿Y porqué fue censurada os preguntaréis? Pues porqué esa película trataba uno de los temas más tabú que se conocen aún actualmente allí, la transexualidad. Una película que la retrata de manera explícita y que tiene escenas como un parricidio, sexo explícito o prostitución de adolescentes y que el propio director reconoció tener que dejar para dotar de sentido a la película.
Lo que puede parecer un desafío a la industria del cine tailandés y un descaro sin precedentes, es sin ningún tipo de duda un acto autoconsciente para poder así dar un puñetazo sobre la mesa y demostrar como a la mínima, en el país tailandés, se intenta ocultar cualquier tema que para ellos sea un atentado moral o una indecencia. El Ministerio de Cultura de Tailandia intentó censurar esta obra durante siete largos años, y lo consiguió...hasta ahora. Llegando a tribunales incluso, el director ha luchado fuertemente y con gran determinación para que todos podamos hoy disfrutar de su película.
Es un hombre, aunque no lo parezca. |
Algunos pensarán que lo hizo por captar la atención del público y la prensa, otros que fue valiente y que hizo algo que debería haberse hecho hace tiempo, pero lo que es seguro es que esto no dejó indiferente a nadie. En mi propia opinión me parece un paso necesario y arriesgado que se tiene que llevar a cabo siempre que se pueda, y más en países que aún no están concienciados con estos debates. Debemos dejar a un lado las opiniones fuera de la pantalla y pensar que al censurar un arte solo se consigue involucionar, por lo que si una película, y por lo tanto, un mensaje son relegados a la nada, se pierden aspectos de la vida que no deberían permanecer en la oscuridad.
Estar en el año que nos encontramos y que en algunos países aún no se puedan hablar abiertamente de ciertos temas da bastante pena por no decir otra cosa y es que no se entiende que seamos tan avanzados para según que cosas y para otras no. Claramente la sociedad no ha evolucionado al ritmo que lo han hecho nuestros descubrimientos y por eso a día de hoy nos podemos considerar una raza peligrosa y una amenaza. Pero sin andarme con rodeos, vuelvo al tema principal de este artículo, y es que hay mucho que desgranar.
Escena de Insects in the Backyard. |
Con esta Insects in the Backyard, el director quiso llevar a cabo un análisis de la transexualidad como nunca antes se hizo en Tailandia, por lo que se ganó bastantes enemigos en el mundillo. Eso sí, nada de ello le echó para atrás en su afán de hablar de lo que quisiera con libertad, y fuera del país asiático, esa película tuvo buena acogida, siendo acogida incluso en festivales de cine en Vancouver y París. Un ejercicio de valentía que años después le han recompensado con alabanzas y con la retirada de dicha censura en Tailandia, dándose así un paso hacia delante en este aspecto.
Con su película fue nominado y ganó un premio en el Festival LGTBIQ de París y poco después llevaría a cabo otro proyecto llamado It gets better, que aún fue mejor acogido por la crítica, destapándose así como uno de los modelos y personas más influyentes del cine tailandés. Comentemos también que esta película hablaría desde una perspectiva más distendida sobre el tema de los transgéneros y que repetiría por lo tanto temática sin pelos en la lengua. La diferencia entre ésta e Insects in the Backyard es que está tocada con un tono mucho más cómico, cuando su primer proyecto intentaba llegar a la fibra con su tono dramático.
Escena de It gets better. |
Sin duda, su carrera ha sido dedicada a dar apoyo a todas aquellas personas que se quieren hacer oír y que muchas veces no pueden por la censura subliminal y autoimplícita de muchas culturas que no aceptan que alguien pueda ser diferente. Y no solo en cuanto a la transexualidad nos centramos, y es que Thanwarin también llevó a cabo una película sobre la homosexualidad llamada Red wine in the dark night que relataba la relación amorosa de un par de jóvenes homosexuales en una sociedad tan dura y retrógrada como la tailandesa en ese aspecto.
Pero no solo se queda en este trío de películas controvertidas el director, sino que ha demostrado, además, que es capaz de rodar otro tipo de cine y así demostrar un talento innato por su amor hacia él. Desde el terror al romance, pasando por el drama, Thanwarin ha sabido sacar los colores a una sociedad anclada en el pasado y así dar luz a temas y aspectos que nos tocan de lleno en la vida diaria y que debemos saber comprender. La curiosidad, el miedo, el desconocimiento y la no aceptación son claros ejemplos de porqué mucha gente aún no sabe mirar hacia delante.
Escena de Red wine in the dark night. |
Podríamos pararnos a analizar porqué cada una de las películas mencionadas aquí son buenas, son mejores, peores o simplemente un punto de inflexión en el cine de Tailandia, pero no lo haré porqué pienso que lo importante es ese mensaje que llevan implícito. Es verdad que este director ha llevado a cabo más películas, como por ejemplo Pump Namman (otro romance de gran sensibilidad), su última incursión en el séptimo arte, pero os dejo con mi conclusión a todo esto.
En resumen, solo quería transmitir mi disconformidad con estos temas y el como están tratados en la mayoría de países asiáticos, por no decir en todos (unos por ser demasiado religiosos y otros por ser demasiado hipócritas o energúmenos) y como me gustaría que algún tipo de cine fuera de aquí en adelante. Hacen falta más figuras como las de Thanwarin Sukkhaphisit para poder llevar a cabo un cambio de mentalidades y que el sector de gente que no acepta estas diferencias de la naturaleza, pueda hacerlo abiertamente sin faltar al respeto de nadie. Y sobretodo, y para mí lo más importante: que se deje de censurar el arte, sea cual sea y sea lo que sea, porqué el arte es cultura y a la vez son opiniones, mensajes y puntos de vista muy necesarios dentro del mundo en el que vivimos.
Os dejo con el tráiler de Insects in the Backyard, la película que lanzó a la fama a su director y que hizo destacar su visión controvertida por encima de todas las demás.
TRÁILER DE INSECTS IN THE BACKYARD:
¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!
Comentarios
Publicar un comentario