SUICIDE CLUB
¡Buenas tardes amantes de lo asiático!
SUICIDE CLUB
Hace unos días os hablé de The Suicide Song y os prometí traeros su antecesora, rodada 6 años antes y con una suerte diferente. En mi caso, prefiero mucho más The suicide Song por diversos motivos, el principal de ellos, que es entretenida hasta decir basta. En este caso, y entrando ya en tema con Suicide Club (de la cual os hablaré hoy), puedo deciros que ni es entretenida, ni es innovadora, ni si quiera para el año en el que se estrenó.
Suicide Club coge como premisa el suicidio masivo de colegiales en el andén de una estación de metro, llevado a cabo sin motivo alguno. Después de este mortal suceso, un grupo de policías investigarán los entresijos de un fenómeno que parece no quedarse en tan solo un hecho puntual, añadiéndose otros suicidios a la larga lista ya presente. Suicide Club está catalogada como terror, dentro del J-horror japonés, pero ya os puedo decir que ni da miedo ni tiene los elementos suficientes como para ser considerada parte del género. Seguramente estamos ante unos de los ejemplos más flojos de terror japonés.
SUICIDE CLUB
54 chicas se tiran a las vías del tren. Este suceso es sólo el principio de una serie de suicidios en cadena que se extiende por todo Japón. ¿Tendrá algo que ver el nuevo grupo musical Dessert? El detective Kuroda intentará encontrar la respuesta, que no será tan sencilla como él desearía...Con una trama lenta y algo confusa, Suicide Club deambula entre el terror y el thriller sin llegar a ser ninguna de las dos cosas. La historia que en un primer momento tiene una premisa de lo más interesante, se va desinflando poco a poco con el paso de los minutos. Esta es la historia de un fracaso.
Mucha gente sigue pensando a día de hoy que Suicide Club es un clásico del J-horror que merece la pena ver y que se puede recomendar sin miedo alguno, pero hoy vengo a daros una versión totalmente personal y opuesta a ésta. Para mí, esta película flojea demasiado en diferentes apartados, comenzando por el más importante, el guión. Su premisa, como decía anteriormente es acertada y causa cierta curiosidad e interés, incluso su introducción nos deja algo pasmados y sorprendidos, con lo que capta nuestra atención para los siguientes minutos. Pero es ahí, en los siguientes minutos, cuando comenzamos a darnos cuenta que aquello que hacía potente a la película comienza a desmoronarse por un ritmo lento y una serie de escenas que siguen con unos suicidios que abren más preguntas que respuestas.
Suicide Club comete pues un error argumental, el de no situarnos nunca dentro de una lógica, incluso dentro del caos. Hay películas que funcionan a la perfección dentro de lo espiritual o lo extraño sin explicarnos nada, pero esta película no es una de ellas. Cuando un largometraje deja con más dudas que cuando lo has empezado, algo no funciona. Además, hay que decir que no funciona no solo por no dejar claras sus intenciones o su objetivo, sino que encima la atmósfera no entrega ninguna inquietud. Deambularemos junto a los personajes por diferentes localizaciones con la simple impresión de estar caminando de un lado para otro sin razón alguna, haciendo que el sopor y el aburrimiento vayan creciendo dentro de nosotros sin parar. Sin duda, un claro ejemplo de ese cine japonés que no sabe lo que quiere.
Y no solo podemos hablar de la flojera que otorga la historia, sino de muchos otros elementos que no ayudan en nada a mejorar el conjunto. Uno de ellos, y seguramente el más importante junto al guión, es la susodicha atmósfera. La película está recreada con simplicidad, tanta que hasta asusta. Parece seguir en todo momento los estándares habituales del género sin querer hacer hincapié en nada o intentar tener una personalidad propia. Y con ello me refiero a un aura inquietante como la que pudimos ver en Pulse (2001), Ju-On (2000) e incluso en Llamada perdida (2003). Este punto puede parecer no muy importante, pero dentro del J-horror es seguramente la clave del éxito, una clave que aquí Sion Sono no ha sabido recrear con acierto.
Y es que lo más extraño de todo esto es tener que decir que la película está falta de una estética única o de una personalidad contundente, ya que su director suele demostrar película tras película que ese es su punto más fuerte. El cine de Sono siempre ha sido muy peculiar y único, llegando a dividir a la crítica y el público de manera clara. A Sono lo amas o lo odias, no hay término medio. Pero con Suicide Club ocurre algo extraño, pues incluso algunos de aquellos que nos consideramos defensores de su extraño cine, no podemos defender este largometraje (y eso que podemos divisar algunos ejes de su dirección). Como digo, esta opinión es totalmente personal y puede que algunos de vosotros penséis lo totalmente opuesto, así que no lo toméis como una sentencia. Allí donde yo veo aburrimiento, otros podéis ver un filo interesante, o al menos entretenido.
En cuanto al tema del reparto, todo es tan normal que es difícil destacar algo, eso sí, en ningún momento hay un mal acting ni nada parecido. Es curioso también ver a un Ryo Ishibashi tan joven, un actor tan veterano como él ya destacaba en aquellos tiempos. Recordemos a este hombre por su diversidad de papeles en películas tan famosas como Audition, El grito o Brother. Algunos actores de reparto también son muy interesantes en esta cinta, como por ejemplo Masatoshi Nagase que participaba en La espada oculta, Hacia la luz e incluso en Patterson, de Jim Jarmusch, o Akaji Maro, el cual vimos en Hanezu, Yakuza Weapon, El verano de Kikujiro, y que este año ha vuelto a coincidir con Ishibashi en la serie Smoking de Netflix. Solo quiero dejar claro que Suicide Club no es una mala película, pero que aún así no merece el tiempo gastado en ella.
Conclusión: Suicide Club es un clásico descafeinado, una película que destacó por ser despiadada, pero nada entretenida. Como siempre, esto es una visión personal y no tenéis porqué compartirla, pero si tuviese que elegir un adjetivo para esta cinta, ese sería el de aburrida. Hay mejores películas y también peores, por lo que recomendarla se hace casi imposible.
TRÁILER DE SUICIDE CLUB:
FICHA TÉCNICA DE SUICIDE CLUB:
Título original: Jisatsu saakuru (Suicide Club)
País: Japón
Año: 2001
Duración: 99 min.
Director: Sion Sono
Reparto: Ryo Ishibashi, Akaji Maro, Masatoshi Nagase, Saya Hagiwara
Género: Terror / Intriga / Thriller
Nota: 5/10
Twitter: @myasianmadness
¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!
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