KILLING (ZAN)

¡Buenas tardes amantes de lo asiático!

Hoy vengo a hablaros de una obra menor, de una película pequeña, pero muy interesante. Hablo de Killing, la nueva obra del polémico y singular Shinya Tsukamoto, director de las dos películas cyberpunk Tetsuo 1 y 2, que todos recordamos con mayor o menor cariño. Shinya es un director que a mi nunca me ha despertado mucho interés y que no ha desarrollado un cine ni una carrera con la que me apetezca familiarizarme, pero está claro que ha sido tan controvertido con sus obras que no ha pasado desapercibido para todo aquel que se haya cruzado en su camino. Este punto es importante mencionarlo para entender porqué hoy voy a defenderla y la importancia de que por primera vez me haya gustado algo de lo que este señor ha hecho.

Es verdad que tengo cierta predilección y debilidad en cuanto al tema de la época samurái y el periodo Edo, momento del cual se han extraído miles de historias, libros y películas (como Hara-Kiri de Masaki Kobayashi) con el paso del tiempo, pero también es verdad que suelo ser muy crítico si algo que me cuentan en cualquier largometraje no me parece adecuado o interesante. Killing es una producción arriesgada, para minorías, una de esas películas que tiende a llegar a un público muy reducido y que puede salir malparada si no se engancha con un buen día, pero que tiene momentos de buen cine que hoy quiero destacar. Esta es una película que siempre sigue un estilo y un ritmo regulares, pero sin duda va de menos a más. Mantened la mente abierta.


KILLING (ZAN)






En el periodo Edo del tumultuoso siglo XIX japonés, un samurái siente desasosiego ante la guerra y los conflictos que amenazan con romper la paz y la tranquilidad de todos, llevándolo a defender lo que siempre ha conocido por encima de todo. Esta historia, de tono intimista y muy particular nos será relatada desde el punto de vista de varios personajes con ideologías y motivaciones muy diferentes, pero igual de interesantes. Cuando no existía más ley que el asesinato o el duelo por lo que uno creía justo, unos pocos intentaron hacer lo correcto. ¿Pero es lo que uno cree correcto realmente justo? Esa es la pregunta que debemos hacernos a la hora de afrontar esta película, que con pocas palabras nos intenta abrir un debate bastante enriquecedor.

Técnicamente Killing no es una maravilla, pero si deja trazas de un gran cine que aunque no llega a despegar es hipnótico. He de decir que la acción se desarrolla casi íntegramente en parajes naturales como bosques o campos de Japón, por lo que podemos sentir una profunda sensación de calma y meditación que otras películas no consiguen. Pero no es eso lo que parecen querer transmitirnos, ya que aunque la acción es poca y muy fragmentada, hay muchos momentos en los que las espadas hablan por sí solas (sobretodo en su final). Esta película parece haber sido hecha como un capricho del propio director, como si tuviese ganas de hacer algo más personal de lo normal y desmarcarse de lo que normalmente es su cine. Así pues, esta obra es diferente tanto para nosotros como par él mismo.




No me voy a andar con rodeos, pues tampoco voy a hacer un análisis muy detenido de los ochenta minutos que dura esta película, pero lo que si que no quiero dejar en el tintero es lo que yo he podido extraer de la misma. Killing te deja con una buena sensación al final de su visionado y aunque solo dura ochenta minutos es algo densa, sobretodo por un ritmo que puede jugar en su contra, pero que si se sabe administrar, funciona. Y aunque para mí la sensación es buena, también podría entender que algunos huyeran de la película a media historia, pues tiene detalles que se pueden hacer algo extraños, como la relación entre la chica y nuestro protagonista. Si no sabéis a qué me refiero, recordad unos dedos que sobresalen de una pared en la noche.

Las interpretaciones no son nada del otro mundo, pero mi debilidad por el talento de una actriz bastante desaprovechada como es Yû Aoi (Una familia de Tokio, Kenshin) me hace ver algunas secuencias con otros ojos que me ayudaron a saborear mejor los planos. Pero como digo, esta película parece estar más centrada en las palabras que en los gestos, y en muchos momentos son estas mismas las que nos harán reflexionar. Puede que algunos no entiendan porqué defiendo esta película una vez la hayan visto, pero podemos encasillarla en el grupo de películas que u odias o amas, sin término medio. El riesgo está ahí y vosotros sois los que decidís que hacer. Recalco como último dato la batalla final donde veremos una lucha bastante realista entre samuráis que tiene algunos chorros de sangre agradables. Hoy más que nunca tenéis que ser muy fans del cine asiático para dejaros absorber por Killing.




Conclusión: Killing es un drama samurái con poca acción pero mucho poso reflexivo que hace de sus 80 minutos un viaje al interior de uno mismo que ahonda en temáticas de búsqueda personal y debate moral. Una película para un nicho muy concreto de público que debe ser valorada como la pequeña producción que es.


TRÁILER DE KILLING:




FICHA TÉCNICA DE KILLING:

Título original: Zan (Killing)
País: Japón
Año: 2018
Duración: 80 min.
Director: Shinya Tsukamoto
Reparto: Yû Aoi, Sôsuke Ikematsu
Género: Acción / Drama
Nota: 7/10


Twitter: @myasianmadness


¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!


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