EL ESPECTÁCULO VISUAL DE REAL
¡Buenas tardes amantes de lo asiático!
Me enfrento por primera vez a una entrada sobre una película de la que no sé qué decir o cómo describir. Sin precedentes en este blog, la crítica de hoy estará escrita desde la perspectiva más visceral, describiéndola a partir de lo que he sentido y de lo que he llegado a comprender de ella. Real es una de las películas más surrealistas a las que he tenido que hacer cara por muchos motivos, sobretodo por un guión tan complicado y abstracto que cuesta hacerse una idea de lo que ocurre en él. ¿Qué es lo que pensaba Love Lee mientras rodaba la película? Solo él lo sabe.
Así pues estamos delante de una de esas producciones que solo tienen dos caminos a seguir: el odio o la adoración. Catalogada como un thriller neo-noir con toques del cine de Refn y la sensación de estar dentro de la Matrix de los hermanos Wachowski, Real nos infunde confusión e interés a partes iguales, creando una historia difícil de describir. Pero, aunque suene a mentira, mi sensación ha sido buena, pues aunque no lleguemos a comprender casi nada de lo que ocurre, nuestro esfuerzo por llegar a una conclusión es inevitable. Dejaros llevar por el efecto espejo y vuestra mente os lo agradecerá, sobretodo en el espectacular tramo final.
REAL
Jang Tae-Young (Kim Soo Hyun) es un solucionador de problemas popular en el mundo criminal por su carácter frío, ambicioso y violento. Su sueño es poder llevar a cabo la construcción de un hotel-casino algún día, pero se verá truncado por la aparición de un reportero también llamado Jang Tae-Young con motivaciones nada claras. A partir de ese momento, comenzará una lucha por saber quién es quién y qué pretenden cada uno. Al más puro estilo visual de Nicolas Winding-Refn, Love Lee ha creado con esta Real una película sin precedentes, difícil de comparar y aún más complicada de explicar. Hoy tenemos la suerte de ser testigos del nacimiento de una película de culto.
Antes de comenzar cualquier análisis, es preciso avisar que Real no es una película para todos los públicos, y aún menos para aquellos que quieran ver una historia llena de acción o de tópicos del clásico thriller, pues ésta se desmarca totalmente de cualquier cine comercial. Si bien es cierto que su reparto está plagado de caras conocidas, sobretodo para aquellos que habitualmente consuman dramas coreanos (series de tv), he de decir que las interpretaciones distan mucho de lo que anteriormente pudieran haber hecho cada uno de los actores que componen esta cinta. Dicho esto, y sin más preámbulo, a continuación intentaré exponer cuatro ideas básicas para afrontar el visionado de esta más que interesante producción coreana.
Comienzo con el apartado visual, pues la fotografía es algo tan excepcional en este largometraje que creo que debería ser la principal razón para decidirse a verla. Cada plano y cada escena están cuidados al detalle, sin dejar lugar ni a un centímetro de error. El talento innato de su director para captar un estilo visual único es tal que muchas veces perderemos el hilo de la trama por quedarnos embobados con algunas luces y colores que nos dejarán hipnotizados como a su protagonista. La viveza cromática es tan grande que hasta los objetos parecerán tener vida, creando así un mundo que brilla por su estilo y elegancia. Hay tanta personalidad en el conjunto que tachar a esta película de mala o simplemente floja es un pecado capital imperdonable.
Y gracias a esa fotografía, la historia gana enteros también, pues esa paleta de colores forma parte implícita de los propios personajes, creando una personalidad para todos ellos. Kim Soo-Hyun es un actor que aún está por explotar, pero en Real se ven trazas de lo que de verdad puede llegar a conseguir. Con una interpretación sólida y llena de matices, Soo-Hyun nos deja con la impresión de que el personaje en realidad es parte de él mismo, fusionándose de tal manera que nos transmite esa cierta locura del carácter de Jang Tae-Young. Y es que, el papel protagonista de esta historia es realmente complicado, pues estamos ante un personaje que sufre de personalidad múltiple, siendo así que Kim Soo-Hyun debe interpretar varios papeles en la misma película, al estilo de James McAvoy en Múltiple.
Y gracias a esa personalidad múltiple entramos en el segundo punto más importante de este proyecto, la historia. El guión es uno de los más complicados a los que me he enfrentado estos últimos años por entrelazar tantas tramas y teorías difusas que es difícil decantarse por alguna de ellas. Me explico, la trama se centra en un protagonista (Jang Tae-young) que padece una enfermedad mental creada por un sufrimiento que aquí no puedo desvelar, pero que lo aboca a la total desesperación, la personalidad múltiple. Hasta ahí todo parece comprensible, pero será entonces cuando el título de la película haga acto de presencia y comencemos a preguntarnos qué es real y qué no. Toda la trama será un juego en el que, intentar discernir qué es invención de Tae-young y qué es la vida real, es lo más importante si queremos encontrar sentido a todo ello.
Ese juego entre realidades será el que ofrezca ese tono surrealista a esta cinta, ese que nos dejará tan exhaustos como descolocados, empeorando a cada minuto que pasa por su densidad. Pero donde vosotros posiblemente veáis un punto débil, yo veo una auténtica genialidad de su guionista, el cual parece haber entrado en éxtasis de principio a fin del metraje. Además, ese toque que le otorga lo abstracto de la trama, favorece la utilización de unos efectos especiales que consiguen meternos en la locura de lleno. Distorsionando el foco, girando la cámara y creando algunas peleas en su tramo final, todo nos dejará totalmente boquiabiertos y mirando a nuestros amigos (si estamos en compañía) con esa típica cara de: ¿Qué demonios estamos presenciando? Una carta que puede jugar tanto a favor como en contra de esta película.
Hay que dejar claro que si la película os sorprende en sus primeros minutos, todo lo que vendrá después será incluso más sorprendente. Pero ante todo, quiero destacar un final que hacía mucho que no veía, uno de esos que no puedes anticipar de ninguna de las maneras, pues uno de los puntos más fuertes de esta película es no saber nunca por dónde va a divagar y como va a concluir. Realmente no puedo hacer mención a nada de lo que ocurre en sus últimos 10 minutos, pero me pudo arriesgar a decir que muchos de vosotros no vais a saber qué significa (sinceramente yo tampoco lo sé, pero me da igual). Pero aún y no sabiendo su significado, creo que lo importante es precisamente eso, no entenderla, pues gracias a ello podemos crear nuestras propias teorías y debatir con nuestros colegas sobre qué hemos entendido para unir las piezas de un puzzle que no sabemos si algún día llegaremos a completar.
Y por último, pero no menos importante su reparto, el cual funciona a las mil maravillas. Kim Soo-Hyun, que seguramente está ante el papel más importante y más difícil de toda su carrera, tiene todo el peso de la trama. Y si digo que este debe haber sido su papel más complicado es por tener que interpretar tantos cambios de carácter y estados de ánimo que podría haber acabado loco incluso en la vida real. Pero creo que la clave de esta historia está en la chica, Choi Sulli, pues su personaje es el nexo de unión entre las dos personalidades dentro de Tae-Young y la debilidad de ambos. Su figura es una mezcla entre la ternura y la sensualidad que el personaje de Soo-Hyun nunca adquiere, la contraposición de carácteres perfecta. Dos polos opuestos que consiguen encajar de manera sutil y delicada. Incluso sus colores básicos, rojo para ella, negro para él, son una combinación que describe la violencia de un guión que nos puede dejar descompuestos.
Sé que muchos hoy no entenderéis nada de lo que aquí acabo de exponer, pero si eso es así, habré conseguido mi objetivo, pues intentar dar luz a esta película es un pecado igual de grande qué pensar que cada uno de nosotros puede llegar a valorarla. El arte es algo que debe ser apreciado pero nunca juzgado. A veces aquello que no entendemos tendemos a demonizarlo, y Real es un claro ejemplo de ello, pues la mayoría de críticas negativas que oigáis harán alusión a puntos que no son concisos ni contundentes. Defiendo a capa y espada esta producción por muchos motivos, pero prefiero que vosotros mismos saquéis vuestras conclusiones e intentéis verla con la mente lo más abierta posible. Sed pacientes, reposadla y sobretodo, reflexionad sobre cada uno de los puntos de ella.
Love Lee es un tipo enigmático, un director que ha demostrado no ser previsible y alguien que seguramente nos pueda seguir sorprendiendo en un futuro próximo. Aunque a mí me gustaría que dejara de hacer películas aquí y así creciera su leyenda, sé a ciencia cierta que Real va a llamar la atención de tantas productoras que seguramente oigamos noticias suyas antes de lo previsto. No sabemos nada de él, no había dirigido ni escrito ni protagonizado ninguna película anteriormente, y esta Real nos habré tantas dudas positivas sobre él, que ya podemos hablar de alguien a quién deberíamos prestar atención a partir de ahora. Desde la sombra, Lee Sa-Rang nos aturde y nos deja con ganas de más, con ganas de entender su cine.
Conclusión: Real es una película diferente, innnovadora, curiosa y muy interesante. Love Lee dirige con elegancia, dejando claro el cariño puesto en su apartado visual. La historia, seguramente el elemento más extraño de todos es absorbente, eficaz y densa; pero nunca criticable. Eso sí, aunque mis palabras sean mucho más halagadoras de lo esperado, es muy entendible que haya gente que a diferencia de mí, pueda llegar a detestar esta película por lo dicho anteriormente. A veces el amor y el odio están mucho más cerca de lo que creéis. La única solución para que entendáis porqué digo esto será verla. Vuestra mente no será la misma después de su visionado.
TRÁILER DE REAL:
FICHA TÉCNICA DE REAL:
Título original: Rieol (Real)
País: Corea del Sur
Año: 2017
Duración: 137 min.
Director: Love Lee (Lee Sa-Rang)
Reparto: Kim Soo-Hyun, Sulli Choi, Han Ji-Eun, Lee Sung-Min
Género: Thriller / neo-Noir
Nota: 9/10
Twitter: @myasianmadness
¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!
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