EL RINCÓN DE LA NOSTALGIA (12) - GHOST IN THE SHELL

¡Buenas tardes amantes de lo asiático!

Algunas películas de animación han supuesto un antes y un después dentro del mundo del cine, algunas de ellas, de gran calado social e incluso avanzadas a su tiempo hicieron que nos replanteáramos muchas cosas. En ese selecto grupo de obras podemos encontrar Akira, El viaje de Chihiro, La tumba de las luciérnagasPerfect Blue o la que hoy nos ocupa: Ghost in the Shell. Esta película, creada en 1995 por uno de los directores más visionarios que ha dado el cine japonés (Mamoru Oshii, aprendiz aventajado del gran Katsuhiro Ôtomo -Akira-), y producida por uno de los estudios más importantes de la época como es Production I.G., es seguramente una de las cintas de culto más importantes de los 90.

Recordemos que esos años fueron una revolución dentro de la industria de animación por diversas razones, sobretodo por la explosión de nuevos talentos o la confirmación de tantos otros dentro de las empresas más importantes del sector. Production I.G., Studio Ghibli, Toei Doga, Gainax, Rex Entertainment y Madhouse son algunos de los claros referentes en Japón en este sector, y todos ellos han estado comandados por figuras tan importantes como Katsuhiro Ôtomo, Mamoru Oshii, Hayao Miyazaki, Mamoru Hosoda, Osamu Tezuka, Isao Takahata o Satoshi Kon, entre muchos otros. Así pues, no es de extrañar que Ghost in the Shell forme parte de lo que ya es una memoria histórica necesaria y muy interesante. ¿Qué es lo que convirtió a esta película en una leyenda? Repasamos los pormenores a continuación.


GHOST IN THE SHELL





Año 2029. En una enorme ciudad asiática, una mujer robot policía (un cyborg) investiga las siniestras actividades de un misteriososo hacker, un supercriminal que está invadiendo las autopistas de la información. El nombre de ese criminal es El titiritero, ¿qué pretende con su presencia? Ghost in the Shell nos introduce de lleno en un conflicto que no acabamos de percibir en un principio, pero que a medida que va sucediéndose se monta como un puzzle de compleja creación. Todo parece ser parte de un engranaje  muy bien engrasado, un engranaje en forma de guión que nos va a desvelar una crítica y una reflexión social y evolutiva como nunca antes habíamos visto en una película de animación.

Ghost in the Shell es una leyenda y siempre ha sido un fenómeno inimitable por su densa trama argumental, la cual contiene escondidas muchas subtramas que debemos analizar con cuidado. Una de las temáticas más recurrentes durante toda la película es la de los peligros de la evolución tecnológica, la cual puede llegar a descontrolarse en manos humanas. La protagonista, que es en si misma un robot programado para llevar a cabo tareas de espionaje y misiones secretas, nos enseña desde su punto de vista un conflicto que se va acrecentando poco a poco: la existencia (tanto humana como artificial). Puede parecer algo difícil de explicar o comprender, pero el tema de la existencia y de la capacidad de evolución son dos temáticas que se irán entrelazando de manera continua durante todo el metraje, hasta llegar a un final que acaba siendo un bucle perfecto con su inicio.




¿Y por qué hablo de bucle? Bajo mi propia visión de Ghost in the Shell puedo describir el ciclo de la película como un pez que se muerde la cola, es decir, la evolución puede llegar a ser algo infinito y repetitivo hasta el más allá. Una de las bases sobre las que el argumento navega es la concepción de la Inteligencia Artificial como un campo que puede no ser controlado llegado a cierto punto de evolución, y por lo tanto, obtener una conciencia propia que le haga vivir como un ser humano y no como una máquina. En más de un momento oiremos hablar de la informática como algo creado por el ser humano, pero controlado por la propia tecnología, y es ahí donde radica la mayor parte del peligro, representado por El Titiritero.

Y es que esta película es pura tecnología, todos y cada uno de los recovecos de la ciudad donde se desarrolla la acción es un cúmulo de circuitos, cables, piezas electrónicas y cualquier otro tipo de elemento tecnológico. Se percibe también a los cyborgs como un ente superior a cualquier humano que haya sobre la tierra, llegando a ningunear a los mismos de manera clara en más de un fragmento de la historia. Y esto nos podría llevar a plantearnos una de las preguntas más importantes de la película: ¿Podrían los robots llegar a marginar a la raza humana? ¿O peor aún, podrían llegar a exterminar a nuestra raza como algo inferior e inútil a sus ojos? Dos preguntas que van muy de la mano y que deberíamos reposar en nuestras mentes para delimitar el peligro que conlleva crear algo demasiado avanzado o evolucionado como para controlarlo.




A veces la falta de conciencia o de miedo del ser humano es lo que lo pone más en peligro, siendo él mismo el que puede cavar su tumba sin ayuda ni necesidad de ningún problema externo. Es por eso que Ghost in the Shell parece un aviso de todo aquello que el ser humano crea sin reflexión. Muchas preguntas se nos abren durante el visionado de la película, pero no todas tienen una respuesta clara, pues cada uno de nosotros verá esos temas desde una perspectiva diferente que enriquece el poso y la profundidad de la historia. Y como última reflexión quiero hacer hincapié en la figura del Titiritero, mencionado anteriormente, una entidad de gran calado en esta historia por ser la que propone la mayor parte de dudas existenciales. Una de las escenas más potentes será aquella en la que se revele la verdadera identidad de este ser y los propósitos y pensamientos que lleva en su interior.

Sin duda Mamoru Oshii era un hombre con inquietudes mucho más elevadas que otros cineastas de aquella época y demostró al mundo que la animación podía llegar a un nuevo escalón de calidad. Una animación que debemos destacar por su adelanto, ya que su uso intercalado de CGI sobre las imágenes pre-dibujadas fue una revolución sin precedentes que sentó las bases para un futuro que no parecía tan próximo. Ghost in the Shell fue y es una leyenda, una de esas obras imprescindibles para cualquier amante de la animación y del cine, y sobretodo, una historia que merece nuestro tiempo y nuestras más profundas reflexiones como ser humano.




Conclusión: Ghost in the Shell es una auténtica leyenda que revolucionó la manera de entender y realizar el cine de animación. Convertida en cinta de culto con el paso de los años, su avanzada mentalidad hizo que a día de hoy podamos seguir viéndola como un referente atemporal. Imprescindible.


TRÁILER DE GHOST IN THE SHELL:




FICHA TÉCNICA DE GHOST IN THE SHELL:

Título original: Kokaku Kidotai (Ghost in the shell)
País: Japón
Año: 1995
Duración: 83 min.
Director: Mamoru Oshii
Género: Animación / Ciencia-Ficción / Acción
Nota: 9'5/10


ELEMENTOS DESTACABLES DE GHOST IN THE SHELL:

- Una animación revolucionaria.
- Una visión argumental avanzada a su tiempo.
- Llena de elementos de crítica social.
- Banda sonora inolvidable.
- Impactante introducción, una de las más recordadas de la historia.
- Reflexiones trascendentales.


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¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!


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