GHOST IN THE SHELL 2: INNOCENCE
¡Buenas tardes amantes de lo asiático!
GHOST IN THE SHELL 2: INNOCENCE
Para empezar, quisiera aclarar que tanto la primera como la segunda película de Ghost in the Shell son dos largometrajes de animación adulta, por lo que no pueden ser visionados por adolescentes o los más pequeños de la familia, ya que su carga argumental, violencia explícita y muchos otros elementos adultos hacen que sea imposible de comprender para personas de tempranas edades. Igual que en Studio Ghibli podemos ver una mezcla y equilibrio perfectos entre animación adulta e infantil, siendo así para todos los públicos en la mayor parte de los casos; Production I.G. ha creado unas obras audiovisuales muy maduras y llenas de mensajes para un público mucho más experimentado. A partir de ahí, podréis aventuraros sin problema dentro del mundo que nos propone Mamoru Oshii.
Como decía en el encabezado de esta entrada, hoy no podré aportar mucha objetividad sobre la película, ya que en la mayor parte del metraje me he sentido perdido por su densidad argumental, así que, intentaré haceros sentir que es lo que os quiero transmitir de una manera subjetiva. Como primer punto, está el tema más fácilmente analizable, su apartado visual, el cual está hecho con mimo y mucho detalle, aportando color y mucha luz en algunas partes de la historia, que a veces se torna muy oscura en algunos puntos. La estética aporta personalidad al conjunto y el mundo de Ghost in the Shell está recreado con gran imaginación. Gracias a ello, la película se mantiene firme de principio a fin, sin dejar de captar nuestra atención.
Ahora bien, comienzo el segundo punto abordando el argumento, con una historia que es de lo más compleja. Si bien la sinopsis de la película es fácil de entender y no parecer conllevar grandes complicaciones, la película está rodada de una manera muy personal, haciendo que unos simples casos de asesinatos pasen a ser algo mucho más existencial. Nuestros protagonistas evolucionarán dentro de la película hacia temas cada vez más espirituales y controvertidos. Desde la creación a la muerte, pasando por la conciencia común. tantos temas importantes se pueden sacar de cada línea de este guión, que sería más apto hacer un trabajo concienzudo del mismo que no visualizarlo sin más. Eso sí, debo admitir que es muy acertado el hecho de que los diálogos parezcan (o sean) tan trascendentales para que el público se de cuenta que lo que nos cuentan es muy importante.
Y gracias al segundo punto, abordamos el tercero y último, el de los personajes, los cuales van muy de la mano de todos los acontecimientos de los que somos testigos en pantalla. El personaje que funciona como compañero de Batou es muy parecido a nosotros, pues nos sentiremos profundamente empáticos con su manera de abordar el caso, ya que no entenderemos muchas de las cosas que hace o piensa Batou y que suceden alrededor de los sospechosos. Él se sentirá igual de perdido entre realidades que el propio espectador, haciendo que curiosamente nos sintamos más integrados y absorbidos por la historia de lo que en un principio pudiera parecer gracia a él.
En cuanto al personaje de Batou, aquellos que sean fans de la primera película y de él, tendrán muchos motivos para abordar el visionado de esta segunda, ya que el personaje adquiere mucha más personalidad que en la primera parte. Y, igual que su compañero es el personaje más parecido a nosotros, Batou es todo lo opuesto a él y a nosotros. Eso sí, no está exento de un carisma que lo hace funcionar a las mil maravillas. Realmente no soy capaz de comprender todo lo que la película intenta transmitirme, pero si he podido captar ciertos mensajes que no son muy habituales ni en este ni en cualquier otro tipo de género. Mamoru Oshii parece una mente privilegiada avanzada a su tiempo, y está en nosotros la responsabilidad de saber aceptar sus mensajes y reflexionar sobre sus obras. Ghost in the Shell 2 es una extraña obra de arte atemporal.
Hace unos días traje al blog una película de culto de animación como es Ghost in the Shell y hoy me dispongo a tratar su segunda y abstracta parte, la cual algunos dicen que es mejor que su antecesora. Yo no sé si eso es así o no, ya que después de verla me quedé bastante perplejo al no entender muchas cosas de su argumento, por lo que hoy leeréis, serán unas impresiones más emocionales que objetivas. El mejor consejo que os puedo dar es que os toméis esta segunda parte como un ejercicio artístico impecable a lo Paprika.
En esta secuela, cogerá protagonismo Batou, el ex-compañero de la mayor Kusanagi (desaparecida tras los sucesos de la primera parte), el cual ha tenido que coger las riendas de la sección 9 y pasar a la acción a la hora de resolver cualquier caso. La historia en esta hora y media de metraje nos contará la investigación que Batou lleva a cabo sobre un seguido de asesinatos múltiples que se están dando en la ciudad por parte de un sospechoso robótico. A partir de ahí, el argumento comenzará a diluirse y difuminarse en mundos de sueño, pesadilla y realidades virtuales hasta hacernos perder el norte. ¿Qué es real y qué no?
GHOST IN THE SHELL 2: INNOCENCE
En el año 2032, la frontera entre seres humanos y máquinas se ha reducido a niveles casi imperceptibles. En este contexto, un cyborg detective de la unidad antiterrorista (Batou) investigará el caso de un robot con forma de mujer, creado exclusivamente para satisfacer deseos sexuales, que ha asesinado a su propietario. Batou deberá indagar en las profundidades de la conciencia humana y en la sociedad del momento; donde la diferencia entre los robots y los humanos es extremadamente vaga. En esta imperceptible línea entre lo vivo y lo artificial, Mamoru Oshii intenta explicarnos diversos temas con diálogos de lo más filosóficos y etéreos. ¿Qué ha querido transmitirnos nuestro director con esta película?
Para empezar, quisiera aclarar que tanto la primera como la segunda película de Ghost in the Shell son dos largometrajes de animación adulta, por lo que no pueden ser visionados por adolescentes o los más pequeños de la familia, ya que su carga argumental, violencia explícita y muchos otros elementos adultos hacen que sea imposible de comprender para personas de tempranas edades. Igual que en Studio Ghibli podemos ver una mezcla y equilibrio perfectos entre animación adulta e infantil, siendo así para todos los públicos en la mayor parte de los casos; Production I.G. ha creado unas obras audiovisuales muy maduras y llenas de mensajes para un público mucho más experimentado. A partir de ahí, podréis aventuraros sin problema dentro del mundo que nos propone Mamoru Oshii.
Como decía en el encabezado de esta entrada, hoy no podré aportar mucha objetividad sobre la película, ya que en la mayor parte del metraje me he sentido perdido por su densidad argumental, así que, intentaré haceros sentir que es lo que os quiero transmitir de una manera subjetiva. Como primer punto, está el tema más fácilmente analizable, su apartado visual, el cual está hecho con mimo y mucho detalle, aportando color y mucha luz en algunas partes de la historia, que a veces se torna muy oscura en algunos puntos. La estética aporta personalidad al conjunto y el mundo de Ghost in the Shell está recreado con gran imaginación. Gracias a ello, la película se mantiene firme de principio a fin, sin dejar de captar nuestra atención.
Ahora bien, comienzo el segundo punto abordando el argumento, con una historia que es de lo más compleja. Si bien la sinopsis de la película es fácil de entender y no parecer conllevar grandes complicaciones, la película está rodada de una manera muy personal, haciendo que unos simples casos de asesinatos pasen a ser algo mucho más existencial. Nuestros protagonistas evolucionarán dentro de la película hacia temas cada vez más espirituales y controvertidos. Desde la creación a la muerte, pasando por la conciencia común. tantos temas importantes se pueden sacar de cada línea de este guión, que sería más apto hacer un trabajo concienzudo del mismo que no visualizarlo sin más. Eso sí, debo admitir que es muy acertado el hecho de que los diálogos parezcan (o sean) tan trascendentales para que el público se de cuenta que lo que nos cuentan es muy importante.
Y gracias al segundo punto, abordamos el tercero y último, el de los personajes, los cuales van muy de la mano de todos los acontecimientos de los que somos testigos en pantalla. El personaje que funciona como compañero de Batou es muy parecido a nosotros, pues nos sentiremos profundamente empáticos con su manera de abordar el caso, ya que no entenderemos muchas de las cosas que hace o piensa Batou y que suceden alrededor de los sospechosos. Él se sentirá igual de perdido entre realidades que el propio espectador, haciendo que curiosamente nos sintamos más integrados y absorbidos por la historia de lo que en un principio pudiera parecer gracia a él.
En cuanto al personaje de Batou, aquellos que sean fans de la primera película y de él, tendrán muchos motivos para abordar el visionado de esta segunda, ya que el personaje adquiere mucha más personalidad que en la primera parte. Y, igual que su compañero es el personaje más parecido a nosotros, Batou es todo lo opuesto a él y a nosotros. Eso sí, no está exento de un carisma que lo hace funcionar a las mil maravillas. Realmente no soy capaz de comprender todo lo que la película intenta transmitirme, pero si he podido captar ciertos mensajes que no son muy habituales ni en este ni en cualquier otro tipo de género. Mamoru Oshii parece una mente privilegiada avanzada a su tiempo, y está en nosotros la responsabilidad de saber aceptar sus mensajes y reflexionar sobre sus obras. Ghost in the Shell 2 es una extraña obra de arte atemporal.
Conclusión: Ghost in the shell 2 es una secuela muy digna, pero mucho más abstracta que su antecesora. Con un apartado artístico muy bello y un sistema de animación muy personal y único, la película consigue atraparnos hasta el final por su estética. Ahora, si lo que pretendéis es poder sacar jugo del argumento, deberéis estar realmente atentos, abiertos y ágiles de mente de principio a fin.
TRÁILER DE GHOST IN THE SHELL 2, INNOCENCE:
FICHA TÉCNICA DE GHOST IN THE SHELL 2, INNOCENCE:
Título original: Inosensu: Kôkaku kidôtai (Ghost in the shell 2: Innocence)
País: Japón
Año: 2004
Duración: 99 min.
Director: Mamoru Oshii
Género: Animación / Ciencia-Ficción / Acción / Surrealismo
Nota: 7/10
Twitter: @myasianmadness
¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!
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