NETFLIX (56) - 3 CHICAS Y 1 CHAT
¡Buenas tardes amantes de lo asiático!
3 CHICAS Y 1 CHAT
Especial atención hay que prestar a los momentos más duros de esta cinta, pues mandan un mensaje muy contundente que necesita ser escuchado para que algo en nuestra sociedad cambie. En el mundo no hay ni buenas ni malas personas, pues al final el camino que tomamos es el que creemos siempre más justo y dicha dualidad queda en un segundo plano subjetivo. Además ser rico o pobre en situaciones donde lo criminal predomina, hace que el dinero no te salve de absolutamente nada. Puedes ser de alta cuna, pero si te metes de lleno en un mundo que no te toca, tu cara bonita o tu bolsillo no te salvarán. Eso es algo que sucede en esta película, que además nos enseña como el dinero no siempre compra la felicidad, a través de un personaje, el de Yan (una de las tres protagonistas) que es la fiel imagen de la depresión.
Además, en el apestado y prohibido mundo de la prostitución todo supone un peligro no solo para uno mismo sino para aquellos seres queridos que rodean a la persona. Y todo ello se nos explica a través de un apartado sonoro que acompaña con cierta poesía las imágenes y un apartado técnico destacable. Así pues, 3 chicas y un chat es una original propuesta sobretodo por cómo se nos explican las situaciones y por un montaje muy inteligente que sabe como engancharnos de principio a fin. Muchas verdades que no queremos aceptar se ocultan tras un guión hecho para remover conciencias y para que nos demos cuenta de cuan cómodas son nuestras vidas, algo que sin duda, deberíamos agradecer. Una película desgarradora con un final muy digno e igual de impactante que todo su conjunto. Puede herir sensibilidades.
Seguimos en Netflix para hablar de una película asiática que ya lleva un tiempo en el catálogo y de la que no se habla mucho: 3 chicas y 1 chat. Esta cinta producida y rodada en Hong Kong es un retrato muy íntimo y desolador sobre tres chicas que tienen que recurrir a la prostitución y otros actos indignos para poder vivir una vida normal o al menos poder sobrevivir en una sociedad demasiado elitista. Si sois sensibles a los fuertes dramas que nos llegan desde Asia, no os adentréis en esta película o lo pasaréis bastante mal.
Con algunas escenas muy fuertes, sobretodo hacia el final de esta historia, 3 chicas y un chat no se censura a sí misma en ningún momento y nos cuenta su historia de pe a pa con mucha honestidad. Además su reparto hace un excelente trabajo al representar muy bien el peligroso mundo criminal que existe en los bajos fondos del lugar y las consecuencias que conlleva meterse en el mismo. Netflix nos regala pues, otra pequeña joya de esas que no hay que dejar escapar y que nos enseñan la cara más triste de la vida.
3 CHICAS Y 1 CHAT
Tres chicas ocupan la mayor parte de su tiempo chateando en sus móviles cuando no están haciendo lo que la mayor parte de los adolescentes de su generación: comprando, teniendo sexo despreocupado o sufriendo por amor. Cuando una de ellas es secuestrada, las otras dos intentan encontrar su paradero, relacionándose con gánsters y pagando las consecuencias de meterse en mundos criminales muy peligrosos. Secuela de Lonely Fifteen (1982), ganadora de varios premios en Hong Kong y con una trama similar a la que hoy nos ocupa. Aquellos que busquéis esa primera parte, advertiros que es bastante difícil encontrarla, por lo que tendréis suerte si conseguís su visionado.
Centrándonos en lo que nos atañe, en un principio esta película puede parecer un ejercicio algo caótico del que es difícil cohesionar sus partes, pues muchas de sus imágenes se superpondrán unas sobre otras durante todo le metraje, haciendo que el espectador tenga que estar muy atento a sus partes. Aún así, con el paso de los minutos, esa sensación de caos se irá difuminando en pos de una lógica que nos hará apreciar la originalidad de dicha narración. El pastiche coge forma, y cuando conseguimos conectar todas las escenas y todas las historias cruzadas que se dan, comenzaremos a disfrutar de lo que de verdad significa todo el metraje. Al final, la película se erige en un auténtico drama juvenil sobre la prostitución, la discapacidad, la pobreza y la soledad que engloba varios momentos de gran tristeza.
Centrándonos en lo que nos atañe, en un principio esta película puede parecer un ejercicio algo caótico del que es difícil cohesionar sus partes, pues muchas de sus imágenes se superpondrán unas sobre otras durante todo le metraje, haciendo que el espectador tenga que estar muy atento a sus partes. Aún así, con el paso de los minutos, esa sensación de caos se irá difuminando en pos de una lógica que nos hará apreciar la originalidad de dicha narración. El pastiche coge forma, y cuando conseguimos conectar todas las escenas y todas las historias cruzadas que se dan, comenzaremos a disfrutar de lo que de verdad significa todo el metraje. Al final, la película se erige en un auténtico drama juvenil sobre la prostitución, la discapacidad, la pobreza y la soledad que engloba varios momentos de gran tristeza.
Especial atención hay que prestar a los momentos más duros de esta cinta, pues mandan un mensaje muy contundente que necesita ser escuchado para que algo en nuestra sociedad cambie. En el mundo no hay ni buenas ni malas personas, pues al final el camino que tomamos es el que creemos siempre más justo y dicha dualidad queda en un segundo plano subjetivo. Además ser rico o pobre en situaciones donde lo criminal predomina, hace que el dinero no te salve de absolutamente nada. Puedes ser de alta cuna, pero si te metes de lleno en un mundo que no te toca, tu cara bonita o tu bolsillo no te salvarán. Eso es algo que sucede en esta película, que además nos enseña como el dinero no siempre compra la felicidad, a través de un personaje, el de Yan (una de las tres protagonistas) que es la fiel imagen de la depresión.
Además, en el apestado y prohibido mundo de la prostitución todo supone un peligro no solo para uno mismo sino para aquellos seres queridos que rodean a la persona. Y todo ello se nos explica a través de un apartado sonoro que acompaña con cierta poesía las imágenes y un apartado técnico destacable. Así pues, 3 chicas y un chat es una original propuesta sobretodo por cómo se nos explican las situaciones y por un montaje muy inteligente que sabe como engancharnos de principio a fin. Muchas verdades que no queremos aceptar se ocultan tras un guión hecho para remover conciencias y para que nos demos cuenta de cuan cómodas son nuestras vidas, algo que sin duda, deberíamos agradecer. Una película desgarradora con un final muy digno e igual de impactante que todo su conjunto. Puede herir sensibilidades.
Conclusión: 3 chicas y un chat resume muy bien la precaria situación en la que viven algunos/as jóvenes de Hong Kong/China, sobretodo aquella parte más pobre de la población. Además hace un retrato muy duro de la vida de tres chicas que bien podrían estar basadas en personas reales. Además, la forma de narrar la trama es muy original y ayuda a integrarse aún más en el conjunto al tener que unir sus piezas. Una cinta muy recomendable que os hará saborear la desgracias y desasosiego de la sociedad.
TRÁILER DE 3 CHICAS Y 1 CHAT:
FICHA TÉCNICA DE 3 CHICAS Y 1 CHAT:
Título original: Mei Gaau Siu Nui (May we chat / 3 chicas y un chat)
País: Hong Kong
Año: 2014
Duración: 100 min.
Director: Philip Yung, Cheuk Man Au
Reparto: Kabby Hui, Rainky Wai, Heidi Li
Género: Drama
Nota: 8'5/10
Twitter: @myasianmadness
¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!
Director: Philip Yung, Cheuk Man Au
Reparto: Kabby Hui, Rainky Wai, Heidi Li
Género: Drama
Nota: 8'5/10
Twitter: @myasianmadness
¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!
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