EL CINE MÁS HORRENDO (3) - ZOMBIE FIGHT CLUB

¡Buenas tardes amantes de lo asiático!

Nunca me canso de ver películas de zombis, ya las veía cuando aún no se habían puesto de moda y sigo siendo seguidor de este tipo de monstruos que tantos buenos y malos ratos nos han dado. Pero sean buenas o malas, lo que sí tienen las películas de zombis que no tienen otras, son risas. Las películas bien hechas pueden causar mucho terror si se toca desde un punto más serio y muchas risas si se tocan desde el tono más humorístico. Pero lo que está claro es que incluso las películas mal hechas tienen su punto de casposidad agradable. 

Hoy me cuesta decidirme sobre si Zombie Fight Club pertenece al primer o al segundo grupo, y es que parece tener tantas carencias que nos hacen dudar de si lo que pretenden es hacernos reír o llorar de la pena que estamos presenciando. Hay de todo en esta cinta, desde mujeres de muy buen ver a zombis hambrientos, e incluso drogas, violencia y palabrotas. Digamos pues, que todos los vicios están conjuntados para llevarnos a la perdición en esta película tan despreciable. Descubramos porqué la considero como tal.


ZOMBIE FIGHT CLUB




Es fin del siglo en un edificio en el que todos se han convertido en zombis. Después de que el novio de Jenny es asesinado en un ataque de los muertos vivientes, ella se enfrenta el reto de sobrevivir ante la adversidad. Con el fin de seguir viva, lucha para huir del peligro en un mundo que se ha convertido aún más cruel y despiadado de lo que ya era antes. Una historia plagada de sangre y violencia que hay que repasar para saber si vale la pena o no, porqué a priori todo parece oler más mal que los cadáveres que van quedando al paso de nuestros protagonistas.

Sin duda, una de las peores cosas que pueden suceder al llevar a cabo una película de zombis es que o el maquillaje o los efectos especiales fallen. Pero en el caso de esta película, la gran lacra que debe aguantar es la de no tener ninguna de las dos cosas, ya que el maquillaje es inexistente y los efectos especiales dan pena, mucha pena. Puedo asegurar a pies juntillas que estos son los peores efectos vistos en una película en los últimos años. Si tuviéramos que dar sentido a la palabra lamentable sería con el desastre visual que se lleva a cabo en esta producción. Una aberración digna de mención que no se entiende que continuara adelante a sabiendas de esta gran carencia.


Jessica Cambensy con el pelo largo. Actúa mal.

Pero no me voy a cebar más en sus efectos especiales, mucho más que reprochables, ni en su maquillaje digno de un niño de tres años, sino en otro tema que comienza a escocer un poco en el cine actual de bajo presupuesto. ¿Y cuál es ese aspecto del que quiero hablar, os preguntaréis? Pues sencillamente la utilización de chicas altamente atractivas y visualmente espectaculares para desviar la atención de otros temas que deberían destacar más que unos cuerpos de chicas o de chicos (porqué no olvidemos que los hombres que aparecen en este tipo de proyectos son de todo menos normales). Si no tienes unos buenos pechos, no vales, y si no tienes unos buenos abdominales, tampoco. Y ya basta.

Nos daremos cuenta de ello muy rápido, tan solo con unos pocos segundos tras empezar la película, y es que la primera escena ya tiene presente a una mensajera que tiene carencia de ropa encima y acto seguido otra chica que parece tener mucho calor, pues se ve más piel que tela. En tan solo diez minutos ya habremos visto más de cinco chicas con el único objetivo de ser sexualizadas y de otros tantos hombres que se dedican al mundo de la droga y de otros menesteres nada honorables. Y llego a este punto para lanzar una pregunta al vuelo: ¿hay necesidad de utilizar estos estereotipos tan degradantes para hacer una película con cuatro duros? Creo que la respuesta está clara.


Jessica Cambensy con el pelo corto. Actúa peor.

Pero digamos que esto solo se utiliza durante la primera media hora y luego profundiza en otros temas más importantes...pues no, eso no ocurre, y es más, la segunda parte es aún más insultante ya que el nivel de desnudo y de sexo adquiere otro nivel y se pasa de chicas que por voluntad propia provocan a tener en pantalla una serie de esclavas sexuales en un mundo de zombis...¿en serio, que les pasa a esta gente? Es verdad que podría pasar algo así si alguna vez explota un apocalipsis en nuestras narices, pero creo que siempre recurrir a lo mismo es la opción fácil, y por ello la película pierde todo el interés de manera fulminante.

A todos nos gusta alegrarnos la vista con un chico guapo o una chica macizorra, pero soy de los que piensa que no hay nada más sexy que insinuar sin llegar a enseñar, y esto es una lección que muchos aún no han aprendido. ¿Qué hay más sexy que alguien que te encanta por cómo es y no por la poca ropa que lleva? Llamadme aburrido, pero creo que es algo básico. No tengo mucho más que añadir al respecto, por lo que pasaré a hablaros de la estructura de la película, ya que es digna de mención.


Esta no es Jessica Cambensy, pero actúa fatal.

La estructura está muy marcada, y es que la película se divide en dos partes que parecen dirigidas por personas diferentes. La primera parte englobaría lo que es la primera hora y la segunda parte sería la última media hora. En su primera sección veremos muchos pechos, culos, pastillas, insultos y sangre; y en la segunda reduciremos todo ello a chicas en casi pelotas y sangre. Es decir, todo se va simplificando más y más con una historia de fondo que realmente parece escrita por dos neuronas en paro. ¿Y de qué va la historia? Pues bien, quién no quiera leer a partir de aquí, que lo evite, pues tocaré algunos asuntos que pueden ser considerados spoilers.

Quiero hablar sobre un suceso que ocurre a partir de media película que me ha dejado un poco sorprendido por su estupidez. En cierto momento, se nos introducirán cinco personajes: cuatro chicas adolescentes y el padre de una de ellas en uno de los pisos del edificio. Pues bien, tras unos minutos después de presentarse ante nosotros, los policías que habían llegado al edificio para sus turbios asuntos entran en dicho piso para acabar violando a todas las que pueden y acabar matando a algunas de ellas, en concreto a dos. Vale, hasta ahí diríamos que bien, ya que gente loca y mala hay mucha y en un momento así más. Pero de verdad podemos creer que el padre de una de ellas se vuelva loco y mate a las demás porqué cree que su hija necesita compañía en el más allá. Me río en la cara del guionista y luego le canto las cuarenta. Con cosas así me siento avergonzado de mi gremio.


Otra mujer en paños menores, por si no teníais suficiente.

Y no os creáis que los sinsentidos acaban ahí, pues la razón por la que he contado ese pequeño spoiler es porqué es el inicio de todo el caos argumental y visual que luego se desata. Así pues me gustaría decir que hay algo que valga la pena en esta cinta, pero sintiéndolo mucho, es una pérdida de tiempo, ya que ni siquiera los amantes de los zombis disfrutarán ni un momento de ella. Esta es una de esas películas de género que hay que olvidar rápido y pasar a otro asunto.

Sin duda, podemos catalogar a este largometraje como el intento de un The raid con muertos vivientes. Un edificio, unos cuantos zombies, y policías corruptos y no corruptos intentando sobrevivir dentro de él. La única diferencia es que aquí no hay calidad, no hay argumento y no hay vergüenza. Además de que los guionistas se quedan sin ideas tan rápido que nos preguntaremos porqué diablos llevaron a cabo esta película. A veces nos preguntamos como las productoras aceptan según que proyectos y es que para más inri, esta película está hecha en Taiwán, un país poco prolífico en cine pero que no sirve de excusa para tal monstruosidad.


Hasta los zombis quieren escapar de esta película.

Una de las curiosidades que podemos ver dentro del reparto, es que muchos de los actores y actrices son de rasgos asiáticos pero provienen de Occidente, ya que nacieron en Estados Unidos, por lo que podemos dar algo más de sentido al tema de que la película sea hablada casi íntegramente en inglés. Aunque bueno, en realidad hay un mejunge entre dialecto taiwanés e inglés que no se entiende ni uno ni otro. Me pregunto que les lleva a los asiáticos a intentar hablar inglés cuando es una de las cosas que se les dan peor, y no porqué lo diga yo.

Entre todas esas caras que tanto nos harán sufrir con sus terribles interpretaciones están la de la chcia protagonista, Jessica Cambensy, una mujer que ha destacado por lucir su palmito como modelo y salir n un par de películas de dudosa calidad como Beach Spike o Double Trouble. Otra de las perpetradoras es Abby Fung, una actriz que carece de talento con ejemplos tan claros como la innecesaria My sassy girl 2 o Romantic Princess. Pero si no tenéis suficiente con ellas os presento a Andy On, el úncio que parece tener algo mejor que mostrar, pero que sucumbe al mal ambiente creado por los demás. Destaco Blackhat y The viral Factor entre sus películas más recomendadas.


7 mujeres más sufriendo en paños menores.

Y si os lo preguntáis, no, el título no es ningún tipo de homenaje a la película El club de la lucha de David Fincher, sino más bien un insulto. Al principio de esta entrada contaba que hay pelis bien hechas y otras mal hechas, y que incluso este segundo grupo tenía algo de atractivo en las risas que producía. Pues bien, esta película está dentro del tercer grupo, las películas que no deberían haberse hecho jamás. Nada más que añadir a parte de que os alejéis corriendo de esta basura.


TRÁILER DE ZOMBIE FIGHT CLUB:




FICHA TÉCNICA DE ZOMBIE FIGHT CLUB:

Título original: Zombie Fight Club
País: Taiwán
Año: 2014
Duración: 95 min.
Director: Joe Chien
Reparto: Andy On, Jessica Cambensy, Michael Wong, Abby Fung
Género: Terror / Zombis
Nota: 2/10


¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!


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