TOKYO GHOUL

¡Buenas tardes amantes de lo asiático!

Estamos de nuevo ante otra adaptación live-action de un manga/anime que ha tenido muchísima fama estos últimos años tanto dentro como fuera del país nipón. Tokyo Ghoul es una serie de animación japonesa estrenada en 2011, con gran parte de la crítica a su favor, sobre unos seres llamados Ghouls que se dedican a dar caza a los humanos como base alimenticia y que crean el pánico en toda la ciudad de Tokio. A partir de ahí, el argumento se basará en nuestro protagonista, medio humano, medio Ghoul, un chico que se verá inmerso en un mundo oscuro de muerte y supervivencia en una guerra interminable contra los humanos.

La película, que adapta el manga que acabo de describir, será comentada desde mi punto de vista, pero nunca comparándola con la serie de animación, pues no la he visto y no puedo opinar sobre si es mejor o peor. Así pues, esta crítica estará hecha de cara a la gente que no sabe nada de la serie y quiere ver la película como novedad, como un papel en blanco que se irá rellenando ante sus ojos. Dicho esto, comenzamos un viaje por las calles de Tokio, que tiene mucho de lo que hablar, y poco bueno.


TOKYO GHOUL






Tokyo Ghoul cuenta la historia de Ken Kaneki, un estudiante universitario, quien después de ser atacado por un Ghoul (seres sobrenaturales que sobreviven comiendo carne humana y se esconden en secreto entre los humanos) logra salvarse mediante un trasplante que lo convertirá en mitad-ghoul. Ahora Kaneki deberá adaptarse a su nueva vida ocultando su identidad entre las oscuras calles de Tokio. Un planteamiento interesante, con muchas opciones para captar toda nuestra atención y que finalmente queda en la nada más absoluta. Con un desarrollo pesaroso, unos personajes tópicos y unos efectos especiales delirantemente malos, los japoneses vuelven a demostrar que su país está en horas bajas en cuanto al séptimo arte se refiere.

Esta película pasa a engordar la larga lista de live-action que se han hecho estos últimos años en Japón, tantos que ya hemos perdido la cuenta. Japón parece estar atravesando una crisis mayor en cuanto a creación de cine y ha llegado un punto donde las ideas escasean de tal manera que el género más recurrido es el de estas adaptaciones de cómic, que en la mayor parte de los casos no cumplen ni con los requisitos mínimos ni con el presupuesto necesario. Uno de los fallos más graves de este tipo de producciones es precisamente que vivimos en una época en la que tenemos al alcance crear cualquier cosa digitalmente,  aunque no siempre se tienen los recursos necesarios para llevarlo a cabo, y se peca de soberbia. Y parece ser que estamos ante uno de esos ejemplos, uno de los más claros, ya que Tokyo Ghoul brilla por su ausencia de calidad y recursos, queriendo llegar donde no puede.




Otro de los problemas básicos de este tipo de películas es que tienen detrás a una multitud de fans ávidos de nuevo material de su serie favorita, que están expectantes y con la mente más crítica posible ante todo lo que salga sobre la misma. Así pues, este live-action iba a estar mirado con lupa desde el inicio e iban a tener ese problema añadido en su rodaje. Contentar a una multitud que fácilmente se iba a poner furiosa al mínimo error era el reto más grande. ¿Y qué ha ocurrido? Pues que el fallo se ha dado, y por culpa de ello un montón de gente enfadada ha decidido tachar a esta producción como abominable y evitable; y me uno a ellos. Pocos son los casos que han salido bien (I am a hero o Gantz) y parece que los japoneses siguen queriendo arriesgarse al fracaso. Un riesgo innecesario por parte de una nación que brilló durante muchos años por su calidad.

Y añadido a los problemas ya mencionados anteriormente, tenemos que incluir uno más que siempre debería tenerse en cuenta: los personajes. Uno de los errores básicos de este tipo de proyectos es no saber afrontar el retrato de los personajes y la adaptación de lo que es un cómic a una película. Me explico, muchos de los personajes de un cómic son siempre exagerados en sus acciones o expresiones (sobretodo en los manga), creando así un comportamiento entre infantil y dicharachero que a veces roza la caricatura, por lo que cuando se adapta a un largometraje de carne y hueso, eso debería cambiarse para no ridiculizar a la propia película. En un cómic queda bien, en una película no. Tener en cuenta ese planteamiento que acabo de hacer es básico, y una de las claves para no fallar en la adaptación, algo que los japoneses y los propios realizadores de este largometraje parecen no saber ver desde hace tiempo.




Ver cómo actúan los actores en esta película causa mucha vergüenza ajena, y a veces uno se plantea que deben pensar ellos mismos al tener que llevar a cabo ciertos papeles. En el caso de Tokyo Ghoul esto ocurre con casi todos los personajes que veremos, desde los villanos a los héroes de nuestra historia, incluso en sus looks, los cuales son tan estrambóticos, a la par que horteras, que nos estaremos preguntando de qué planeta han venido. Además, añadidle a ello los tintes de pelo típicos de algunos de ellos, que quedan tan absurdos como la mayoría de cosas que ya vemos en pantalla. Tokyo Ghoul es un desastre en esto, y tenéis que tenerlo en cuenta de antemano. Han querido ser tan fieles a la obra original, que se han olvidado de darle verosimilitud al producto. Craso error.

Dicho esto, y con todas esas cartas sobre la mesa, la jugada parece haber dictado sentencia por si misma, pues difícilmente algún otro elemento va a poder levantar la película. Y es así, nada mejora lo que veremos en pantalla, pues una vez comencemos a ver pasar los minutos no sentiremos más y más mal con ella, queriendo incluso quitarla a medio metraje por el sopor que nos crea y llegando a un tramo final tan artificial y pasado de vueltas que no dejará más cabida que al ridículo más agudo. Sentirse incómodo incluso en el sofá de tu casa es una sensación bastante desagradable, por lo que si no queréis pasar ese mal trago¡, será mejor que os alejéis mucho de la película.




Además de todo ello, el guión, que se inicia con unos minutos que parecen no llevar mal rumbo, acaba por meterse en derroteros nada adecuados para el ritmo y el tono de la película, que aunque intenta ser oscura, pierde ese tono al hacernos cerrar los ojos por sus anodinos diálogos. Lo que parecía un planteamiento entretenido se convierte en nuestra propia pesadilla. Y de ese jardín de desesperación ya no saldremos durante las casi dos horas de duración que tendremos por delante (encima es larga de cojones), así que al tortura será imperdonable. No puedo meterme mucho en apartados técnicos ya que dejan mucho que desear y ninguno es aceptable, por lo que la única crítica global que puedo hacer es que esta película no estaba lista para ver la luz, de ninguna de las maneras.

Es por eso que pienso que ha llegado el momento de dejar los live-action y comenzar a crear guiones originales, con historias excitantes y con ese toque de frescura que Japón hace tiempo que perdió. Pocos son los directores japoneses que quedan en activo que nos aporten buen cine y buenos momentos en nuestras salas habituales, por lo que la crisis se acentúa al no ver nuevos talentos jóvenes que cojan el relevo. Y lo digo porqué el director de Tokyo Ghoul, Kentarô Hagiwara, acaba  prácticamente de comenzar su carrera, con tan solo un par de proyectos encima y con un hacer que no parece muy esperanzador a sus 38 años. Además Masataka Kabuto (protagonista de esta película) parece ser un actor acostumbrado a llevar a cabo live-action estos últimos años, pues su anterior proyecto fue la adaptación a imagen real de la serie Death Note, y tampoco salvó los muebles.




Conclusión: Tokyo Ghoul no cumple con los requisitos mínimos de entretenimiento. Los efectos especiales son de estar por casa, dañándonos las retinas de vez en cuando por su poco trabajo. El ritmo es muy aburrido, llegando a desconectar varias veces de los diálogos, incluso sin darnos cuenta. Y sus actores, los cuales no se quedan atrás dentro de este pésimo live-action, vuelven a ser forzadas, sobreactuadas y muy pobres en matices. Así pues, Tokyo Ghoul queda relegada al saco de propuestas fallidas. Aburrimiento es la palabra perfecta para hoy.


TRÁILER DE TOKYO GHOUL:




FICHA TÉCNICA DE TOKYO GHOUL:

Título original: Tokyo Ghoul
País: Japón
Año: 2017
Duración: 119 min.
Director: Kentarô Hagiwara
Reparto: Masataka Kubota, Fumika Shimizu, Yû Aoi, Nobuyuki Suzuki, Hiyori Sakurada
Género: Terror / Fantástico / Acción
Nota: 3/10


Twitter: @myasianmadness


¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!

Comentarios

Entradas populares