EBOLA SYNDROME - SANGRE Y ASCO

¡Buenas noches amantes de lo asiático!

Allá por el año 1996, en plena época de grandes películas que nos han llevado hasta el día de hoy, hubo alguien al que se le ocurrió crear una de las películas más desagradables, directas y asquerosas que se han visto en una pantalla, Ebola Syndrome, uno de esos malos tragos que no todo el mundo puede superar.

Herman Yau fue el encargado de dirigir está fatal historia en todos los sentidos, ya que el mal cuerpo es evidente, sobretodo por la vomitera que puede acarrear verla entera, literalmente. Yau es un director que no toca solo un género y que ha caminado entre varias temáticas, con más suerte en algunas ocasiones que otras, pero sin duda, el plato fuerte es esta que nos ocupa hoy, un plato que no querréis saborear bajo ningún concepto.


EBOLA SYNDROME






Historia catastrofista centrada en la aparición del virus Ébola en la ciudad de Hong Kong. Wong es camarero en un restaurante chino en África, país al que ha tenido que huir tras unos asesinatos. Una relación sexual precipitada con una indígena zulú, infecta a Wong con el virus Ébola pero lejos de llevarle a la tumba, tan solo se hace portador de tan peligroso mal que arrastrará hasta Hong Kong infectándolo todo a su paso.

El guión es arriesgado, no lo dudamos, porqué hacen falta muchos huevos para llevar a cabo un proyecto así. A alguien en el equipo técnico se le ocurrió la genial idea de llevar a cabo cada escena de la manera más desagradable posible y al guionista, de crear el que posiblemente sea el personaje más perturbado de las últimas décadas, con permiso de algunos de los más famosos psychokillers. Todo huele a podrido des del inicio, des del granulado típico de una peli de bajo presupuesto, pasando por una enfermedad que ya de por si es bastante peligrosa, hasta la asquerosidad que transmite el propio Wong.




Nunca olvidaré esta película por varias razones, a parte del propio shock que causa en si. Empezando por la razón por la que Wong coge esa enfermedad, que no es que sea desagradable, sino inhumana, una violación en toda regla que uno no sabe como tomarse. Además, la razón por la que acaba en una tribu de África es también muy incoherente, o como mínimo de locos, ya que va a visitarla para conseguir carne para su restaurante...¿En qué demonios estaba pensando el guionista? No lo quiero saber.

A partir del retorno de Wong todo se tornará un caos, causando una epidemia primero y una pandemia después al no tener escrúpulos en sus formas. Des de escupir en la comida de sus clientes, hasta seguir violando a gente o escupirles directamente en la cara, un proceso de propagación que nos deja atónitos por su crueldad. Si alguien es el mal, ese es Wong.




Sangre a raudales, violencia sin piedad y acciones que nos harán pedir perdón por todos nuestros pecados y pedir al cielo que nunca nos lleguemos a cruzar con alguien la mitad de malvado. ¿Pero la pregunta es, el personaje tiene motivos para ser malvado o es así por naturaleza? Podríamos pensar que todo ello es a causa de algún hecho de su pasado que pudiera transformarlo y odiar al planeta entero, pero no se da ninguna razón de peso para que sea así, sino que simplemente le gusta dañar a quien se ponga por delante, sea hombre, mujer, niño o animal.

Varias escenas os darán motivo para parar la cinta y dejar de verla, pero si tenéis estómago y podéis aguantar, hacedlo, podréis decir con orgullo que sois de los pocos que la habéis conseguido acabar, servidor incluido. Y, es que aunque parece más de género trash que de otra cosa, creo que es algo que todos podemos llegar a ver en algún momento de nuestra vida. Eso sí, no es en absoluto para menores de 18 años, y creo que no debería ser para menores de 30 por lo menos...o directamente se debería pasar un examen psicológico a quien la vea, por si muestra brotes psicóticos al acabarla.




Esta es de las películas más extremas que os he traído nunca, y es que superar esto está al alcance de muy pocos. Quizá tardemos mucho en ver algo igual o parecido, ya que des de 1996, que es cuando se estrenó, poco ha habido tan sucio y vil. Su toque de serie b, repito, es un punto que a mucha gente le flaqueará, pero aquellos que sepan apreciar estos toques voluntarios, disfrutarán.

El actor que lleva a cabo el papel de Wong es Anthony Wong (valga la redundancia), una de las grandes estrellas de Hong Kong, con una carrera fulgurante, llena de grandes películas como Vengeance, Exiled o la saga Infernal Affairs, en la que se basó Martin Scorsese para rodar su Infiltrados. Del resto del reparto no hace falta comentar nada, esta película no brilla por sus actuaciones y el único que debe cumplir su papel es Wong, que lo cumple y demasiado bien, lo demás es indiferente.




El director, Herman Yau, como decía, es un prolífico director que ha andado por diferentes ramas del cine, trayéndonos largometrajes como The woman knight of Mirrror lake, Ip-Man: la leyenda (no confundir con la saga de Wilson Yip y Donnie Yen), la saga Troublesome night o The untold story.

Por lo tanto, absteneros aquellos de estómago débil y aquellos que no soportéis la sangre, esta no es vuestra película, es más, el público para ver esto es muy reducido, así que mi recomendación va solo a unos pocos valientes de los que estéis leyendo esto.




Os aviso que el trailer es uno de los más infames e infumables que os he puesto nunca, su calidad es horrible y sus imágenes nada potables. Del narrador ya no digo nada.


TRÁILER DE EBOLA SYNDROME:




FICHA TÉCNICA DE EBOLA SYNDROME:

Título original: Yi boh laai beng duk (Ebola Syndrome)
País: Hong Kong
Año: 1996
Duración: 98 min.
Director: Herman Yau
Reparto: Anthony Wong
Género: Gore / Enfermedades / Terror
Nota: 6/10
Destacable: El par de huevos para llevar a cabo tal proyecto
Error: Ser tan sumamente asqueroso, pasándose del límite.


Eso es todo por hoy, a descansar que es tarde ya gente. ¡Y recordad, hay que ver mucho cine asiático!




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