NETFLIX (31) - MATA BATIN

¡Buenas tardes amantes de lo asiático!

Regresamos al catálogo de Netflix, que está siempre en constante movimiento, para hablar de una película estrenada el pasado mes de Noviembre: Mata Batin. Hoy nos dirigimos al género del terror para hablar sobre esta producción de buen presupuesto y mala ejecución (que a la par es una constante de la plataforma). Aún así, sea bueno o malo lo que nos encontremos, debo siempre echar un vistazo para poneros al día de cuales son mis pensamientos y análisis al respecto y así poder ahorraros el mayor número de malos ratos posibles.

Centrándonos ya en la película de hoy, hay que decir que puede llamar la atención a aquellos amantes del género de casas encantadas, fantasmas y todo tipo de eventos paranormales, pero puede diluirse tal ilusión si buscamos algo más allá de la simple superficie. Con un presupuesto digno y un apartado técnico bien acabado, Mata Batin acaba siendo una producción más del montón. Indonesia comienza a saturarse de este tipo de proyectos, siendo una mala noticia por el buen camino que estaban escogiendo.


MATA BATIN






Alia decide volver a Jakarta a causa de la muerte de sus padres después de pasar muchos años viviendo en Bangkok. Ella y su hermana pequeña decidirán ir a vivir a su antigua casa, pero Abel se opone al sentirse expuesta a alguna presencia maligna que no puede describir. Típica historia de fantasmas que intenta hacernos pasar un mal rato frente al televisor de nuestras casas, pero que lamentablemente no llega a las cotas de originalidad necesarias para ser destacada dentro de la plataforma. Una producción más que se añade a la lista de engendros provenientes de Indonesia, donde parecen haber dos extremos. El cine apabullante y excelente y las obras menores que intentan llegar donde no pueden.

Mata Batin (llamada El tercer ojo en España) es una cinta de terror al uso que tira de muchos tópicos y personajes prefabricados. La artificialidad con la cual se ha impregnado el rodaje se nota demasiado, haciendo que el espectador solo tenga ganas de saber cómo acaba todo y no tener que pasar por el suplicio que suponen las casi dos horas de metraje. Su duración, que podría ser algo favorable si tan solo tuviera un poco de originalidad en sus métodos, es algo que juega en su contra por un ritmo inestable que a veces se prodiga demasiado en conversaciones que matan nuestro interés. Diálogos previsibles y comportamientos estúpidos acaban jugando en contra de toda la cinta.






Más allá de eso, hay que recalcar el hecho de que nuestra protagonista es Jessica Mila, una actriz por la que siento cierta debilidad, pero que no parece saber escoger muy bien sus papeles (aunque tampoco sé a ciencia cierta qué oportunidades le ofrecen como actriz). Buena muestra de ello es su debut en Koala Kumal o la reciente confirmación de su participación en la secuela de esta Mata Batin, que por alguna extraña razón ha encontrado financiación para poder rodar una segunda parte cuando las críticas han sido pésimas. Mucho más paranormal es este hecho que los fantasmas y entes que veremos en esta historia.

Pero dejándonos de bromas, este análisis es totalmente subjetivo, y aunque es verdad que yo puedo estar destripándolo por haber tenido que aguantar muchas historias similares, también es cierto que el público más casual no hará tantos ascos. A mí el guión me parece simplón, que no ilógico, pero hay que decir que más allá de eso no le podemos replicar nada. La dirección es donde creo que fallan algunas cosas, si tenemos que ponernos duros, pero tampoco podemos esperar mucho de un hombre que ha dirigido cintas tan infames como la reciente Sabrina (copia burda y horrorosa de Annabelle que también encontramos en Netflix España) o la saga The doll, de la cual ya hay dos partes y viene en camino otra más.




Indonesia parece haber encontrado un filo muy peligroso en el terror, y aunque no quiero ser pájaro de mal agüero, no parecen ir por muy buen camino. Los únicos que han demostrado la valía para llevar a cabo este tipo de producciones son los Mo Brothers (Timo Tjahjanto y Kimo Stamboel) o Joko Anwar, por lo que no estaría mal que los tomaran como referencia para los próximos años. Los efectos especiales no lo son todo hoy en día, y aunque ayudan mucho a meternos en la historia en según qué ocasiones, Mata Batin no es una de ellas. Cuando el CGI se superpone a la realidad y te das cuenta que lo digital está ahí, es que algo no funciona. Poca naturalidad la de este largometraje a la hora de crear sus fantasmas atormentados.

Y por último, atentos a un apartado musical que si nos paramos a analizar, nos daremos cuenta de como intenta jugar con nosotros con una edición tan comercial que sabremos en qué momentos tocan sustos o tocan lágrimas de dramatismo. Un horror que acaba por lapidar este proyecto sin alma. En definitiva, Mata Batin bebe de muchas otras cintas de terror, y está inexorablemente destinada a reconocer que tiene muchos elementos que recuerdan a la saga The eye, a algunas cintas como Tag-Along o Re-cycle e incluso de ciertos clásicos como Satan's Slave. Elementos que por otra banda, no ha sabido adaptar a sí misma para adquirir la personalidad que toda película necesita. Otro fracaso más de una lista interminable de películas con aroma a telefilms aburridos de Netflix.




Conclusión: Mata Batin afirma lo que pensamos todos de Rocky Soraya: es un director mediocre con demasiados recursos a su alcance. Esta película, que intenta entregarnos buenos sustos, solo consigue hacernos reír por lo trillado de la trama. Otro ejemplo más de cómo Netflix compra lo primero que le ofrecen. Apetecible si queréis pasar una mala tarde suspirando indignados o admirar el talento desperdiciado de Jessica Mila.


TRÁILER DE BATA MATIN:




FICHA TÉCNICA DE BATA MATIN:

Título original: Bata Matin
País: Indonesia
Año: 2018
Duración: 107 min.
Director: Rocky Soraya
Reparto: Jessica Mila, Bianca Hello, Denny Sumargo
Género: Terror
Nota: 6/10


Twitter: @myasianmadness


¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!



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