ON THE JOB
¡Buenas tardes amantes de lo asiático!
ON THE JOB
Hace casi seis años se estrenó una de las películas filipinas más conocidas de todos los tiempos: On The Job. Esta película, es un thriller con altas dosis de crítica social y política que puso sobre la mesa verdades y hechos que hasta ese momento se intentaban ocultar a la población y al mundo. Con una dirección impecable, Erik Matti nos pone en tensión a medida que pasan los minutos, haciéndonos patrullar las calles de una Filipinas en decadencia y demostrando que el cine no es solo una herramienta de entretenimiento sino también de comunicación muy interesante.
On The Job nos relata una historia profundamente triste, ya que podremos ver plasmada la vida de dos asesinos a sueldo que no tienen nada que perder, pero que aún así mantienen un lado humano dentro de sí mismos y de la frialdad de una sociedad perdida en sus luchas de poder y supervivencia. Metidos en una espiral de corrupción y asesinatos a sangre fría, la película nos entrega algunas imágenes de potente factura que se tornan perturbadoras por su crudeza y realismo. Sin duda, una de las cintas más imprescindibles de la cinematografía filipina de todos los tiempos.
ON THE JOB
Basado en unos hechos reales que sacudieron Filipinas donde políticos y policías corruptos liberaban a presos peligrosos durante unas horas para que ejecutaran a ciertas personalidades, la historia nos centra en la vida de dos hombres que se encuentran en pleno epicentro del conflicto. ¿Qué ocurre cuando no tienes nada que perder? ¿Qué ocurre en la privacidad de las reuniones de altos mandos cuando nadie los ve? On The Job es un trabajo perfecto de principio a fin en el que se nos demuestra una vez más que el cine sirve para comunicar y desvelar todo aquello que en otros aspectos de la vida se nos intenta ocultar. Con una valentía insospechada, Erik Matti nos propone a nosotros como público inmiscuirnos en la problemática que nos explica y que así reflexionemos sobre el tipo de mundo que nos rodea.
Una de las cosas que más me ha sorprendido de On The Job es el trabajo de su reparto, muy serio y consciente de la dificultad de todos sus personajes. Joel Torre, uno de los sicarios protagonistas está de fábula, transmitiendo esa frialdad y profesionalidad de alguien que convive con la muerte día tras día. Además, este actor llena la pantalla con un extraño carisma que hace que empaticemos con él incluso sabiendo que lo que hace no está bien. Pero esto no va solo de él, sino de un grupo de actores que han sabido complementarse de una forma perfecta para enseñarnos que hay mucho más talento del que pensamos.
Una de las cosas que más me ha sorprendido de On The Job es el trabajo de su reparto, muy serio y consciente de la dificultad de todos sus personajes. Joel Torre, uno de los sicarios protagonistas está de fábula, transmitiendo esa frialdad y profesionalidad de alguien que convive con la muerte día tras día. Además, este actor llena la pantalla con un extraño carisma que hace que empaticemos con él incluso sabiendo que lo que hace no está bien. Pero esto no va solo de él, sino de un grupo de actores que han sabido complementarse de una forma perfecta para enseñarnos que hay mucho más talento del que pensamos.
Durante dos horas estaremos recorriendo una prisión y diferentes lugares callejeros que ayudarán a ponernos en situación con una ambientación realmente degradante. La película nos enseña las pobres condiciones que se suelen vivir en las prisiones y en los barrios más humildes de las ciudades Filipinas, y es que, no nos engañemos, este no es un país ni remotamente rico. La historia de Filipinas está plagada de casos de corrupción en altas esferas del Gobierno y otros estamentos del poder que solo piensan en ellos mismos. Recordemos, por ejemplo, como Amnistía Internacional redactó un informe en el que se hacía saber que el Gobierno del país utilizaba a la población más pobre como cabezas de turco en varios de sus casos, para incriminarlos al "colocar pruebas falsas" que no les dejaran margen de escapatoria. Obviamente pensaron que es más fácil incriminar a alguien que no tiene posible defensa que hacerlo entre ellos, por lo que cuando esta trama se descubrió, dejó en shock a multitud de personas alrededor del mundo. Pero, pensar que esto solo pasa allí es ser muy ingenuo y precisamente Erik Matti quiere, no solo denunciarlo localmente, sino globalmente. Estamos en un mundo podrido.
Podríamos estar aquí entregando datos por doquier sobre la reciente historia de Filipinas, pues no os penséis que hablo de hace muchos años atrás ni de un hecho puntual, sino de algo actual y reiterado. En On the Job se critica algo que ha ocurrido recientemente con el presidente real de Filipinas, Rodrigo Duterte, y es que éste fue acusado de encubrir asesinatos a sueldo, falseo de atestados y robos perpetrados por la policía hace poco más de dos años, en 2017. Uncrimen caos organizado que nos hace temer hasta a la propia justicia y sus individuos. Imaginad como debe ser para un policía que trabaja en Filipinas su día a día, no solo teniendo que enfrentarse a delincuentes de baja estopa sino a sus propios compañeros, de los cuales no se pueden fiar por estar bajo la tutela de una corrupción ilimitada y con contactos de poder alrededor. Todo esto son casos que podéis encontrar fácilmente por internet, por lo que estar informado antes de ver la película es muy recomendable. Os hará profundizar mucho más en lo que estáis viendo y además es realmente interesante para entender el punto de vista de Erik Matti. Y entonces me preguntaréis...¿si la película es de 2013, cómo puede representar algo acontecido en 2017? Si le dais a la cabeza os he dicho que estos casos se han dado reiteradamente en la historia de Filipinas, por lo que en 2013 ocurrió lo mismo que en 2017, con diferentes nombres en el poder. Mi dato ha sido un ejemplo claro del gran problema que existe.
Y después de poneros en situación sobre el background social y político de la película contrastándolo con la realidad, quiero ofreceros un pequeño resumen del director de esta película, que seguramente sea uno de los más adecuados de su país para tratar temas tan peliagudos. Erik Matti es el sexto hijo de un matrimonio formado por un hombre ateo llamado Enrique y una mujer llamada Julieta, trabajadora del gobierno y criada en una familia de gángsters, según muchos apuntan y rumorean. Esta situación familiar le aportó experiencias y vivencias que están muy próximas a los hechos que él describe en varias de sus películas (ahí está Buybust, que aunque no sea muy buena representa otra crítica clínica y feroz del país). Además hay que entender que aunque su lugar de nacimiento, una ciudad costera llamada Bacolod, no es el centro del problema actual de Filipinas, si que es parte importante de la historia del país, siendo un lugar donde se puede aprender mucho de Filipinas si se mira hacia atrás en el tiempo.
Sin duda, en On The Job hay un trabajo arduo y preciso de una situación que siempre es difícil explicar de cara al público. Muchos no entenderán que detrás de cada escena y plano de esta película hay muchas verdades y que seguramente haya más gritos de ayuda de un país entero de los que imaginamos. Este es un retrato social que nos invita a reflexionar sobre las grandes problemáticas que conlleva el poder. Todos aquellos que desconozcáis el cine de este país del sudeste asiático tendríais que comenzar a echarle un vistazo a muchos de sus directores, desde Brillante Mendoza a Lav Diaz, incluyendo al director del que hoy os he hablado. Si por algo es conocido el cine filipino es por no callarse las cosas, aunque nunca llegaremos a comprender momentos tan difíciles si no vivimos cerca de ellos. Nuestra comodidad es la desgracia de otros y tenemos que quitarnos las vendas de los ojos para intentar empatizar con la gente que está luchando por su vida día tras día mientras nosotros debatimos sobre el color de nuestras camisetas. ¿Qué haríais vosotros si os tocara vivir como cualquiera de los personajes de On The Job? Haceros esa pregunta antes de ir a dormir y comprenderéis la complejidad de este mundo un poquito más.
Conclusión: On The Job es una de las mejores películas de Filipinas por méritos propios. Un thriller ágil y sangriento que habla largo y tendido de una lacra social y política que se ha vivido durante muchos años en el país asiático. Basada en unos hechos reales consternadores y muy preocupantes, nos invita a reflexionar plano a plano. Una película imprescindible de un Erik Matti enorme que sabe crear mucha tensión representando la realidad de una Filipinas en extrema crisis. Final trepidante y descorazonador.
Podríamos estar aquí entregando datos por doquier sobre la reciente historia de Filipinas, pues no os penséis que hablo de hace muchos años atrás ni de un hecho puntual, sino de algo actual y reiterado. En On the Job se critica algo que ha ocurrido recientemente con el presidente real de Filipinas, Rodrigo Duterte, y es que éste fue acusado de encubrir asesinatos a sueldo, falseo de atestados y robos perpetrados por la policía hace poco más de dos años, en 2017. Un
Y después de poneros en situación sobre el background social y político de la película contrastándolo con la realidad, quiero ofreceros un pequeño resumen del director de esta película, que seguramente sea uno de los más adecuados de su país para tratar temas tan peliagudos. Erik Matti es el sexto hijo de un matrimonio formado por un hombre ateo llamado Enrique y una mujer llamada Julieta, trabajadora del gobierno y criada en una familia de gángsters, según muchos apuntan y rumorean. Esta situación familiar le aportó experiencias y vivencias que están muy próximas a los hechos que él describe en varias de sus películas (ahí está Buybust, que aunque no sea muy buena representa otra crítica clínica y feroz del país). Además hay que entender que aunque su lugar de nacimiento, una ciudad costera llamada Bacolod, no es el centro del problema actual de Filipinas, si que es parte importante de la historia del país, siendo un lugar donde se puede aprender mucho de Filipinas si se mira hacia atrás en el tiempo.
Sin duda, en On The Job hay un trabajo arduo y preciso de una situación que siempre es difícil explicar de cara al público. Muchos no entenderán que detrás de cada escena y plano de esta película hay muchas verdades y que seguramente haya más gritos de ayuda de un país entero de los que imaginamos. Este es un retrato social que nos invita a reflexionar sobre las grandes problemáticas que conlleva el poder. Todos aquellos que desconozcáis el cine de este país del sudeste asiático tendríais que comenzar a echarle un vistazo a muchos de sus directores, desde Brillante Mendoza a Lav Diaz, incluyendo al director del que hoy os he hablado. Si por algo es conocido el cine filipino es por no callarse las cosas, aunque nunca llegaremos a comprender momentos tan difíciles si no vivimos cerca de ellos. Nuestra comodidad es la desgracia de otros y tenemos que quitarnos las vendas de los ojos para intentar empatizar con la gente que está luchando por su vida día tras día mientras nosotros debatimos sobre el color de nuestras camisetas. ¿Qué haríais vosotros si os tocara vivir como cualquiera de los personajes de On The Job? Haceros esa pregunta antes de ir a dormir y comprenderéis la complejidad de este mundo un poquito más.
Conclusión: On The Job es una de las mejores películas de Filipinas por méritos propios. Un thriller ágil y sangriento que habla largo y tendido de una lacra social y política que se ha vivido durante muchos años en el país asiático. Basada en unos hechos reales consternadores y muy preocupantes, nos invita a reflexionar plano a plano. Una película imprescindible de un Erik Matti enorme que sabe crear mucha tensión representando la realidad de una Filipinas en extrema crisis. Final trepidante y descorazonador.
TRÁILER DE ON THE JOB:
FICHA TÉCNICA DE ON THE JOB:
Título original: On the Job
País: Filipinas
Año: 2013
Duración: 115 min.
Director: Erik Matti
Reparto: Piolo Pascual, Gerald Anderson, Rayver Cruz, Shaina Magdayao
Género: Thriller / Acción
Nota: 9'5/10
Twitter: @myasianmadness
¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!
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