GODZILLA: THE PLANET EATER
¡Buenas tardes amantes de lo asiático!
GODZILLA: THE PLANET EATER
Y comento esto porqué en esta tercera parte comenzamos justo donde la segunda acabó, con un Godzilla inactivo y un grupo de supervivientes que deben trazar un plan para sobrevivir ahora que han quedado atrapados en el planeta Tierra. Durante más de media hora (de la hora y media que dura esta cinta) no haremos más que ver planos y contraplanos de personajes discutiendo qué somos y donde nos dirigimos como raza, entre otros temas religiosamente existenciales. Nuestro protagonista pues, entrará en conflicto con algunos otros personajes dejándonos claro que en esta última parte de la saga, solo lo veremos deambular arriba y abajo utilizando sus palabras y no sus armas. Un peñazo digno de mención.
Más allá del aburrimiento que sentiremos en esta primera media hora, veremos una lucha (por llamarla de alguna manera, y ya entenderéis porqué lo digo si la veis) entre Godzilla y el monstruo llamado el Rey del Vacío Ghidorah que visualmente es espectacular tanto por sus animaciones, como por su inmensidad, a la par que el color dorado de Ghidorah. Pero lo que parece el punto más fuerte de la película, pronto se torna en un espejismo, pues en el momento de más acción se nos frena en seco y se nos devuelve a la cruda realidad. ¿Qué están comenzando a luchar? Hay mejores cosas que hacer, como ponerse a debatir de nuevo sobre la existencia y las deidades. Y es ahí cuando diremos "basta" y nos llenaremos de ira contra esta producción que podría haber dado mucho más de si y parece no querer dárnoslo. Así pues, Godzilla: The planet eater puede volver por donde ha venido. y dejar que Godzilla haga lo que quiera.
Tras dos películas muy irregulares, llegamos al final de esta trilogía de animación sobre Godzilla con esta Godzilla: The Planet Eater, que cierra este trío dedicado al monstruo japonés más famoso de todos los tiempos. Siguiendo el paso de sus antecesoras, esta película se convierte en el tedioso acto final a esta pequeña saga decepcionante. Esperábamos mucho más de una trilogía que ha decepcionado por ser lenta, extraña y muy mejorable.
Godzilla: The planet eater es el cierre a una trilogía mediocre, llena de altibajos que nunca llegan a las cotas de calidad que se pueden esperar de los japoneses y con problemas de ritmo severos. Un homenaje a un icono de la cultura japonesa que queda empañado y que mejor hubiese sido abordar de otra manera para satisfacer a un espectador que puede acabar incluso molesto de tanta palabrería. Para los más valientes, tenéis esta trilogía íntegramente en Netflix España, pero ya estáis avisados del sufrimiento que podéis sentir.
Godzilla: The planet eater es el cierre a una trilogía mediocre, llena de altibajos que nunca llegan a las cotas de calidad que se pueden esperar de los japoneses y con problemas de ritmo severos. Un homenaje a un icono de la cultura japonesa que queda empañado y que mejor hubiese sido abordar de otra manera para satisfacer a un espectador que puede acabar incluso molesto de tanta palabrería. Para los más valientes, tenéis esta trilogía íntegramente en Netflix España, pero ya estáis avisados del sufrimiento que podéis sentir.
GODZILLA: THE PLANET EATER
La humanidad, sus aliados alienígenas y Godzilla están a punto de llegar a su fin cuando la poderosa entidad Ghidorah llega a la Tierra. Cierre de la trilogía de animación sobre Godzilla, que nos deja totalmente cansados de tanta palabrería y tan poca acción. Con un CGI realmente vistoso y un apartado visual que se promociona solo, estamos ante una de las versiones de Godzilla más extrañas y difíciles de entender de la historia, pues todo está centrado en diálogos sobre Dios, el ser humano y los monstruos en los que nos podemos convertir. ¿Existe cabida para la religión y los conflictos existenciales en una película de este estilo? Los directores creían que sí, pero yo como espectador pienso todo lo contrario, por los motivos que a continuación expongo.
Está bien que de vez en cuando podamos ver alguna película centrada en temas religiosos para entender y meditar sobre ciertos temas que puede abrir preguntas existenciales muy interesantes, pero cuando alguien se empeña en hablarte de ello demasiado tiempo, llega un punto en el que pasa de ser interesante a irritante. Y eso ocurre en esta saga de Godzilla, que parece solo querer hablar y hablar sin fin sobe este tema, y no solo en esta última película, sino en las tres que componen esta trilogía. Los diálogos se convierten en pura palabrería que lejos de acercarnos a la historia que se nos está contando, nos despista sin parar, haciendo que desconectemos en muchos momentos en los que los personajes parecen estar más interesados en discutir sus creencias que en salvar el planeta de la amenaza.
Está bien que de vez en cuando podamos ver alguna película centrada en temas religiosos para entender y meditar sobre ciertos temas que puede abrir preguntas existenciales muy interesantes, pero cuando alguien se empeña en hablarte de ello demasiado tiempo, llega un punto en el que pasa de ser interesante a irritante. Y eso ocurre en esta saga de Godzilla, que parece solo querer hablar y hablar sin fin sobe este tema, y no solo en esta última película, sino en las tres que componen esta trilogía. Los diálogos se convierten en pura palabrería que lejos de acercarnos a la historia que se nos está contando, nos despista sin parar, haciendo que desconectemos en muchos momentos en los que los personajes parecen estar más interesados en discutir sus creencias que en salvar el planeta de la amenaza.
Y comento esto porqué en esta tercera parte comenzamos justo donde la segunda acabó, con un Godzilla inactivo y un grupo de supervivientes que deben trazar un plan para sobrevivir ahora que han quedado atrapados en el planeta Tierra. Durante más de media hora (de la hora y media que dura esta cinta) no haremos más que ver planos y contraplanos de personajes discutiendo qué somos y donde nos dirigimos como raza, entre otros temas religiosamente existenciales. Nuestro protagonista pues, entrará en conflicto con algunos otros personajes dejándonos claro que en esta última parte de la saga, solo lo veremos deambular arriba y abajo utilizando sus palabras y no sus armas. Un peñazo digno de mención.
Más allá del aburrimiento que sentiremos en esta primera media hora, veremos una lucha (por llamarla de alguna manera, y ya entenderéis porqué lo digo si la veis) entre Godzilla y el monstruo llamado el Rey del Vacío Ghidorah que visualmente es espectacular tanto por sus animaciones, como por su inmensidad, a la par que el color dorado de Ghidorah. Pero lo que parece el punto más fuerte de la película, pronto se torna en un espejismo, pues en el momento de más acción se nos frena en seco y se nos devuelve a la cruda realidad. ¿Qué están comenzando a luchar? Hay mejores cosas que hacer, como ponerse a debatir de nuevo sobre la existencia y las deidades. Y es ahí cuando diremos "basta" y nos llenaremos de ira contra esta producción que podría haber dado mucho más de si y parece no querer dárnoslo. Así pues, Godzilla: The planet eater puede volver por donde ha venido. y dejar que Godzilla haga lo que quiera.
Conclusión: Godzilla: The planet eater es la más tediosa y aburrida película de esta trilogía. Un cierre de saga que no convence y que deja un sabor de boca más amargo que dulce. No hay problemas en la animación (que llega a ser épica en la lucha entre Godzilla y Ghidorah), sino en unos personajes muy poco carismáticos y una trama demasiado centrada en diálogos vacuos. Toda una lástima visto el diseño de animaciones.
TRÁILER DE GODZILLA: THE PLANET EATER:
FICHA TÉCNICA DE GODZILLA: THE PLANET EATER:
Título original: Gojira: hoshi wo kû mono (Godzilla: The planet eater)
País: Japón
Año: 2018
Duración: 90 min.
Director: Hiroyuki Seshita, Kobun Shizuno
Género: Animación / Ciencia-Ficción / Acción
Nota. 4/10
País: Japón
Año: 2018
Duración: 90 min.
Director: Hiroyuki Seshita, Kobun Shizuno
Género: Animación / Ciencia-Ficción / Acción
Nota. 4/10
Twitter: @myasianmadness
¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!
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