GENGIS KHAN
¡Buenas tardes amantes de lo asiático!
GENGIS KHAN
Per más allá de la clásica historia de buenos contra malos, tenemos que destacar una de las cosas que más me ha llamado la atención: una banda sonora que parece más típica de películas americanas de los años 60 que de una película actual. Los tonos y los sonidos algo retro nos acompañarán durante toda la aventura, y aunque encajan perfectamente, siempre queda ese aroma extraño al oírlos. Podemos decir que incluso en ese apartado tenemos cierta originalidad. Pero lo que comienza muy bien, comienza a tropezar en otros apartados, pues si nos centramos en su vertiente más técnica y hablamos de los efectos especiales, la cutrez hace acto de presencia, llegando a ver escenas de auténtica Serie B indefendible. Desde rocas que se notan a la legua estar hechas de porexpán a aludes hechas por ordenador que nos harán sangrar los ojos, hay un repertorio de situaciones bastante difíciles de pasar por alto. Un apartado muy mejorable.
En la película también encontraremos algunas referencias a la mitología mongola como el santo Tengri, un dios del cielo al cual se nombrará en algunos momentos o a otras leyendas que tienen que ver con la cultura mongola. Cabe destacar algunas filosofías y costumbres de los guerreros que se nos enseñan. También podremos ver algunos atuendos similares a dicha cultura y aunque no seamos conocedores de ellos podremos detectar algunos elementos más como por ejemplo los instrumentos que veremos tocar por diversas personas al final de la película. Esto hace que haya una mezcla un tanto extraña al estar presenciando una película que en esencia está basada en un contexto mongol, pero cuyos personajes hablan chino y se comportan como tales al entrar en su propia fantasía. Algunas cosas como ésta no cuadran dentro de la película y no nos acaban de dejar disfrutar del todo de lo que va sucediendo. Y como no, seremos testigos de otros tópicos del género de aventuras como la aparición de diferentes bestias amorfas, un malo con superpoderes o un final con demasiado sabor azucarado. En definitiva, Gengis Khan tiene poco que ver con su figura histórica y se deja llevar demasiado por los efectos especiales y una historia demasiado previsible que se hace muy larga en sus instantes finales.
Gengis Khan, personaje histórico de origen mongol por todos conocido, y uno de los mayores conquistadores de la historia, regresa al mundo del cine de una forma muy distinta a la que nos tenía acostumbrados en ocasiones anteriores. Con esta película china que lleva su propio nombre, viviremos una aventura llena de fantasía que nos aleja de la realidad para entregarnos momentos épicos de la mano de una sobresaturación de efectos especiales y un montón de aventuras que nos quitarán el hipo. Otra superproducción china que gasta toda su inversión en CGI de principio a fin (aunque no muy acertadamente).
Pero si algo hay que decir de esta película es que es muy entretenida, ya que aunque la historia comienza algo lenta (dura casi dos horas), coge ritmo en su nudo, hasta los últimos minutos que se vuelven a alargar demasiado con una conclusión que se podría haber acortado. Además, también es muy interesante como se nos intenta explicar la sórdida infancia del conquistador (aunque dure poco) mostrándonos su nombre real, Temuyín (Temüdyin), y los hechos que lo llevaron a ser quien fue. Otra manera de contarnos un trozo de la historia que a trozos es real y a trozos nos enamora con su fantasía. Eso sí, si estáis aquí para descubrir más sobre Gengis Khan, olvidaos, esto no es un biopic.
Pero si algo hay que decir de esta película es que es muy entretenida, ya que aunque la historia comienza algo lenta (dura casi dos horas), coge ritmo en su nudo, hasta los últimos minutos que se vuelven a alargar demasiado con una conclusión que se podría haber acortado. Además, también es muy interesante como se nos intenta explicar la sórdida infancia del conquistador (aunque dure poco) mostrándonos su nombre real, Temuyín (Temüdyin), y los hechos que lo llevaron a ser quien fue. Otra manera de contarnos un trozo de la historia que a trozos es real y a trozos nos enamora con su fantasía. Eso sí, si estáis aquí para descubrir más sobre Gengis Khan, olvidaos, esto no es un biopic.
GENGIS KHAN
Temüdyin y Börte son dos enamorados que se conocen desde la infancia, sin embargo, con la noticia de la muerte del padre de Temüdyin, se rompe su relación, distanciándose durante años sin noticias el uno del otro. Cuando el chico vuelve a su hogar, es atacado por los antiguos compañeros de su padre, que destrozan todo a su paso destruyendo las memorias de su vida y todo aquello recordaba. Será entonces cuando las fuerzas del antagonista busquen a Börte para usarla para un oscuro secreto que pondrá en peligro a todos los clanes de las praderas. Comenzará entonces una lucha entre la luz y la oscuridad en la que Temüdyin intentará rescatar a su amada y a su vez acabar con la amenaza. Gengis Khan, utiliza la figura del famoso personaje histórico para meternos de lleno en una aventura llena de fantasía en parajes realmente bellos como las praderas.
La película se desarrolla en lo que representa que son plenas planicies mongolas, donde diversas tribus, entre las que viven nuestros dos protagonistas, viven en paz. En tan solo unos minutos pasaremos de esa paz a unos hechos que obligan a nuestros protagonistas a separarse y emprender vidas por separado, hasta que de mayores se vuelvan a reunir. Aunque en principio se nos cuenten algunas cosas de la vida de Gengis Khan que sí son ciertas, más tarde la historia toma un rumbo muy diferente que nada tendrá que ver con los hechos reales sobre la vida del conquistador, dejando paso a una fantasía donde encontraremos diferentes criaturas del averno (algunas incluso parecidas a los orcos de El señor de los anillos) que nos harán acompañar a nuestro chico a través de los diferentes parajes de fantasía. Una película que pone diferentes obstáculos a Temüdyin de la manera más clásica posible. Sin duda, una producción para todos los públicos.
La película se desarrolla en lo que representa que son plenas planicies mongolas, donde diversas tribus, entre las que viven nuestros dos protagonistas, viven en paz. En tan solo unos minutos pasaremos de esa paz a unos hechos que obligan a nuestros protagonistas a separarse y emprender vidas por separado, hasta que de mayores se vuelvan a reunir. Aunque en principio se nos cuenten algunas cosas de la vida de Gengis Khan que sí son ciertas, más tarde la historia toma un rumbo muy diferente que nada tendrá que ver con los hechos reales sobre la vida del conquistador, dejando paso a una fantasía donde encontraremos diferentes criaturas del averno (algunas incluso parecidas a los orcos de El señor de los anillos) que nos harán acompañar a nuestro chico a través de los diferentes parajes de fantasía. Una película que pone diferentes obstáculos a Temüdyin de la manera más clásica posible. Sin duda, una producción para todos los públicos.
Per más allá de la clásica historia de buenos contra malos, tenemos que destacar una de las cosas que más me ha llamado la atención: una banda sonora que parece más típica de películas americanas de los años 60 que de una película actual. Los tonos y los sonidos algo retro nos acompañarán durante toda la aventura, y aunque encajan perfectamente, siempre queda ese aroma extraño al oírlos. Podemos decir que incluso en ese apartado tenemos cierta originalidad. Pero lo que comienza muy bien, comienza a tropezar en otros apartados, pues si nos centramos en su vertiente más técnica y hablamos de los efectos especiales, la cutrez hace acto de presencia, llegando a ver escenas de auténtica Serie B indefendible. Desde rocas que se notan a la legua estar hechas de porexpán a aludes hechas por ordenador que nos harán sangrar los ojos, hay un repertorio de situaciones bastante difíciles de pasar por alto. Un apartado muy mejorable.
En la película también encontraremos algunas referencias a la mitología mongola como el santo Tengri, un dios del cielo al cual se nombrará en algunos momentos o a otras leyendas que tienen que ver con la cultura mongola. Cabe destacar algunas filosofías y costumbres de los guerreros que se nos enseñan. También podremos ver algunos atuendos similares a dicha cultura y aunque no seamos conocedores de ellos podremos detectar algunos elementos más como por ejemplo los instrumentos que veremos tocar por diversas personas al final de la película. Esto hace que haya una mezcla un tanto extraña al estar presenciando una película que en esencia está basada en un contexto mongol, pero cuyos personajes hablan chino y se comportan como tales al entrar en su propia fantasía. Algunas cosas como ésta no cuadran dentro de la película y no nos acaban de dejar disfrutar del todo de lo que va sucediendo. Y como no, seremos testigos de otros tópicos del género de aventuras como la aparición de diferentes bestias amorfas, un malo con superpoderes o un final con demasiado sabor azucarado. En definitiva, Gengis Khan tiene poco que ver con su figura histórica y se deja llevar demasiado por los efectos especiales y una historia demasiado previsible que se hace muy larga en sus instantes finales.
Conclusión: Gengis Khan es una película de aventuras que abusa de los efectos especiales, creando una fantasía que no acaba de convencer por su ambición algo caótica. La historia es algo confusa y los momentos épicos demasiado prefabricados, pero si algo bueno podemos sacar de ella es el valor de convertir un personaje histórico en una historia llena de originalidad creando mundos que nunca hubiéramos imaginado. Un pasable entretenimiento proveniente de china que no está mal.
TRÁILER DE GENGIS KHAN:
FICHA TÉCNICA DE GENGIS KHAN:
Título original: Zhan shen ji (Gengis Khan)
País: China
Año: 2018
Duración: 119 min.
Director: Chaolu Hasi
Reparto: William Chan (aka. William Wai-Ting Chan), Yun Lin, Jun Hu, Dahong Ni
Género: Acción / Aventuras
Nota: 5/10
Twitter: @myasianmadness
¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!
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