GRACELAND

¡Buenas tardes amantes de lo asiático!

Viajamos hasta Filipinas y hasta el año 2012 para hablar sobre Graceland, una de las mejores películas filipinas que ha dado el país desde que tengo conciencia y que muy pocos conocen. Esta película de precario presupuesto y una puesta en escena más que dramática nos cuenta la historia de un hombre que un día ve su vida truncada por culpa del secuestro de su hija. Dicho secuestro lo introducirá en medio de un escándalo político que le complicará aún más la vida.

Si tuviera que definir esta película en unas pocas palabras, diría que su naturalidad hace que perdamos la fe y esperanza en el mundo. El secuestro es solo la excusa perfecta para entrar en otros temas que pueden aportar mucha más profundidad a una historia que ya de por sí es muy interesante. En tan solo una hora y veinte de metraje, Ron Morales consigue transmitir tantas cosas que es difícil describir y decidir con qué nos quedamos al acabar de ver su película. Graceland es pura garra, puro sentimiento.


GRACELAND






Marlon Villar lleva mucho tiempo trabajando como chófer de Manuel Chango, un congresista filipino corrupto. Un día, mientras lleva en el coche a su hija y a la de su jefe (dos preadolescentes) que acaban de salir del colegio, sufre una emboscada violenta en un intento de secuestro. Los secuestradores se equivocan de niña y la vida de Marlon da un giro aterrador. Convertido en el único testigo del crimen, su lealtad se verá cuestionada. Los acontecimientos se desarrollan mientras Marlon, Chango y sus respectivas familias se ven atrapados en una espiral de traiciones y engaños en la que nadie resultará inocente. Un thriller con altas dosis dramáticas que nos dejará en shock, sobretodo por un final de lo más triste e inesperado.

Uno de los puntos más fuertes de esta película es el sentimiento de realismo que nos aporta, pues nuestro protagonista transmite su desesperación con mucho acierto. Además, las localizaciones elegidas para rodar la película son perfectas para hacernos sentir esa degradación, esa situación de pobreza extrema que vive el país y que vive él interiormente al perder lo más querido de su vida. Esta es una película que describe el alma de nuestro protagonista a través de elementos que parecen imperceptibles o no tan importantes como lo acaban siendo. ¿Cómo os sentiríais si estáis a punto de perder a vuestra hija a manos de unos desalmados? Pues como una auténtica mierda, ¿verdad? Pues la película representa esa sensación dejando a Marlon en un vertedero que sirve como símbolo a ese sentimiento (y así durante muchos otros momentos). Nuestro personaje baja a los infiernos más profundos, teniendo que escalar de nuevo para ver la luz.




Si una cosa me gusta mucho de esta película, a parte de lo anteriormente mencionado, es que consigue crearnos un gran desasosiego ya desde sus primeros minutos, sabiendo que lo que va a ocurrir no va a ser nada agradable. La primera escena de la película es desgarradora, tremendamente dura, pues podremos comenzar a unir piezas para saber lo que está ocurriendo, aunque realmente no queramos pensar que eso puede ser así. Lo que hemos visto es tan deplorable y fuerte que nuestra mente querrá negarlo y anularlo, pensando que nadie puede ser tan escoria humana como para hacer algo semejante. Durante unos minutos, dejaremos pasar lo visto para seguir viendo cómo se suceden los hechos y creedme que la cosa no mejora éticamente hablando. ¿Quién es nuestro protagonista? ¿Por qué se dedica a ese trabajo? Son preguntas obligadas al ver en el meollo en el que está metido. ¿Dónde acaba la moral de un hombre y comienza su supervivencia? ¿Son incompatibles ambos factores? ¿No se puede sobrevivir con moral?

Esta es una cinta que inspira tristeza y que deja muy clara la vertiente del cine filipino, que en su mayor parte se dedica a ser utilizado como herramienta de crítica contra cualquier injusticia que se halla en el país. Y si algo puedo deciros de Filipinas, es que la corrupción es mucho peor de la que os imagináis, que la pobreza es algo realmente preocupante y que como país llevan sufriendo un auténtico calvario desde hace muchos años. Son constantes las noticias en dicho país sobre la corrupción política, policial e incluso los problemas de prostitución (infantil también) que podemos encontrar en sus calles. Los problemas no dejan de sucederse día a día e incluso el actual presidente del país es alguien con muy pocos dedos de frente (por decirlo suavemente). Os recuerdo que si aún no habéis leído otras entradas de mi blog sobre cine filipino, empecéis con estas: On the Job y Patient X. No hay desperdicio alguno en darle una oportunidad al séptimo arte de un país que pide ayuda a gritos.




Conclusión: Graceland es una de las mejores películas filipinas que ha dado el cine de dicho país. La historia del secuestro de la hija de Marlon es una de las más descarnadas que se han podido ver en el mundo del cine del sudeste asiático. Llena de una carga crítica hacia la impunidad de las altas esferas y explicando las dificultades de una sociedad subdesarrollada, esta película se torna en una de las más recomendables de la filmografía filipina. Con un final que nos arrebata cualquier esperanza.


TRÁILER DE GRACELAND:




FICHA TÉCNICA DE GRACELAND:

Título original: Graceland
País: Filipinas
Año: 2012
Duración: 84 min.
Director: Ron Morales
Reparto: Arnold Reyes, Menggie Cobarrubias, Dido De la Paz
Género: Thriller
Nota: 8'5/10


Twitter: @myasianmadness


¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!


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