METHOD
¡Buenas tardes amantes de lo asiático!
METHOD
Method pues apuesta fuerte por este tema e indaga en él a través de dos personajes que pueden potenciarlo mucho más de lo esperado. ¿Y porqué digo esto? Pues porqué está muy bien querer representar los pros y contras de la homosexualidad en un país cerrado a ello, pero es aún más impactante verlo a través de dos personas que tienen una fama que las hace reconocidas públicamente. La película pues se centra en dos personas famosas (ficticias) que tienen que hacer frente a un romance imposible por culpa de la presión social. La prensa, que siempre está encima de cualquier famoso, está continuamente esperando oler sangre para poder echarse al cuello de cualquier celebridad; y en Corea, ser gay es el motivo más sangrante posible para recibir puñaladas por doquier. Así pues, la historia nos pone en una tesitura de lo más complicada que jugará con los límites entre la realidad y la ficción mientras asistimos a un semi linchamiento de ambos.
En cierto punto de la película, nuestras dudas emergerán al no tener claro si nuestro veterano actor está de verdad enamorado o simplemente está utilizando a su compañero como cabeza de turco para que ambos se metan tanto en sus papeles que no sepan distinguir que es real de qué no. Y aunque, como espectadores tendemos a pensar que el amor está ahí, siempre queda ese resquicio tan interesante de duda. Además, durante sus últimos minutos, viviremos en directo la representación de la obra de teatro en la que durante toda la película están trabajando, un momento totalmente visceral y desgarrador. Y es justo ahí, cuando no sabremos si nuestro joven actor se ha vuelto totalmente loco por culpa de sus sentimientos más intensos o si por el contrario, está actuando con la mente fría.
La película es de muy corta duración, pues solo en una hora y veinte acabará esta historia, pero hay que decir que su ritmo, aunque es bastante pausado en el nudo de la trama, complace al espectador con momentos en los que los silencios ganan enteros por encima de las palabras. Las expresiones faciales de ambos actores están a una altura considerable, ya que gracias a ello nos sentiremos parte de esta complicada historia de amor. Y no quiero dejarme en el tintero a una actriz, Yoon Seung-Ah, que en esta película ejerce el papel de esposa de nuestro actor veterano, la cual consigue hacernos sentir una desesperación que acaba convirtiéndose en incomodidad al ponernos en su piel y pensar como reaccionaríamos si fuésemos nosotros los que viviéramos esos momentos de su vida. Además, se nota una química especial con Park Sung-Woong, con el que ya coincidió en el pasado en The Deal, un thriller no muy conocido de 2015.
La directora, Pang Eun-Jin, es también una actriz conocida por sus papeles protagonistas en las películas Princesa Aurora (2005, de la que también fue directora) y Domicilio Desconocido (2001), entre otras. Durante toda su carrera ha compaginado su faceta interpretativa con la que está detrás de las cámaras, pero desde 2009, momento en el que rodó su último papel como actriz en Kichin, se ha dedicado exclusivamente a dirigir, y hay que decir que no se le da nada mal. Si queréis ver otras películas de ella como directora, os recomiendo Way Back Home (protagonizada por Jeon Do-Yeon) y Perfect Number. Si algo tiene su cine es que tiene muchas cosas que ofrecer a nivel argumental, por lo que puede ser muy satisfactorio para todos vosotros. En definitiva, Method es una gran película que merece un reconocimiento por su valentía al abordar un tema tan complicado como el que toca. Si queréis algo diferente y más íntimo, no os la perdáis.
Method llega al blog para presentaros una historia que tiene muchos mensajes implícitos e inesperados. Esta película no es simplemente un romance entre dos hombres que coinciden en una obra de teatro, sino una historia de amor que va más allá de un escenario y una realidad donde no sabremos si hay algo de ficción. El cine coreano más independiente suele presentarnos siempre temas muy interesantes que en grandes superproducciones nunca se atreverían a tocar. La homosexualidad es uno de esos temas y hoy hablaremos de ello en todo su esplendor.
Lejos de querer esconderse, Method es explícita a la hora de mostrarnos sus cartas, profundizando en el personaje de un actor veterano que tiene que tomar una de las decisiones más complicadas de su vida: elegir entre su corazón o su vida ya establecida. Esta película nos quiere entregar pasión, reflexión y muchos momentos tortuosos que nos pondrán en la piel de un actor que consigue traspasar el escenario y la pantalla de nuestras casas con su interpretación. ¿Cuál será el destino de estos dos hombres enamorados?
METHOD
Un actor veterano y un novato coinciden en una obra de teatro en la que deberán representar los papeles de dos personajes que los llevarán a los límites de su realidad. A medida que se sumergen cada vez más en los personajes que interpretan, los dos hombres desarrollan sentimientos inesperados que les hacen perder la razón durante el proceso. ¿Es de verdad amor real o todo forma parte de una obra que va más allá del escenario? Method recibe este mismo nombre por un final que nos deja sin aliento, en el que, sin entrar en mucho detalle, se nos desvelará un método artístico que va más allá de toda ética. ¿Dónde están los límites interpretativos de un actor? Una fantástica película sobre el mundo de la fama, la interpretación y el amor que no podemos dejar escapar si somos amantes de los romances complejos y tortuosos.
El cine coreano parece estar despertando poco a poco de su largo letargo de temas tabú, pues estos últimos años han comenzado a emerger temas muy controvertidos para un país como Corea. Entre ellos están, por ejemplo, la corrupción política y policial, el acoso escolar, el suicidio, y sobretodo, el que hoy nos ocupa: la homosexualidad. Este tema, que aún no ha sido aceptado en la mayoría de países asiáticos con normalidad (o al menos con más normalidad que en Occidente) está comenzando a destaparse poco a poco en dicha sociedad y las películas que hablan sobre ello son cada vez más. Lo malo de todo esto, es que normalmente este tipo de producciones suelen ser de cáriz independiente o de repercusión menor, por lo que, o no llegan a la cartelera coreana o simplemente pasan demasiado desapercibidas como para tener una repercusión suficiente para cambiar la ideología al respecto.
El cine coreano parece estar despertando poco a poco de su largo letargo de temas tabú, pues estos últimos años han comenzado a emerger temas muy controvertidos para un país como Corea. Entre ellos están, por ejemplo, la corrupción política y policial, el acoso escolar, el suicidio, y sobretodo, el que hoy nos ocupa: la homosexualidad. Este tema, que aún no ha sido aceptado en la mayoría de países asiáticos con normalidad (o al menos con más normalidad que en Occidente) está comenzando a destaparse poco a poco en dicha sociedad y las películas que hablan sobre ello son cada vez más. Lo malo de todo esto, es que normalmente este tipo de producciones suelen ser de cáriz independiente o de repercusión menor, por lo que, o no llegan a la cartelera coreana o simplemente pasan demasiado desapercibidas como para tener una repercusión suficiente para cambiar la ideología al respecto.
Method pues apuesta fuerte por este tema e indaga en él a través de dos personajes que pueden potenciarlo mucho más de lo esperado. ¿Y porqué digo esto? Pues porqué está muy bien querer representar los pros y contras de la homosexualidad en un país cerrado a ello, pero es aún más impactante verlo a través de dos personas que tienen una fama que las hace reconocidas públicamente. La película pues se centra en dos personas famosas (ficticias) que tienen que hacer frente a un romance imposible por culpa de la presión social. La prensa, que siempre está encima de cualquier famoso, está continuamente esperando oler sangre para poder echarse al cuello de cualquier celebridad; y en Corea, ser gay es el motivo más sangrante posible para recibir puñaladas por doquier. Así pues, la historia nos pone en una tesitura de lo más complicada que jugará con los límites entre la realidad y la ficción mientras asistimos a un semi linchamiento de ambos.
En cierto punto de la película, nuestras dudas emergerán al no tener claro si nuestro veterano actor está de verdad enamorado o simplemente está utilizando a su compañero como cabeza de turco para que ambos se metan tanto en sus papeles que no sepan distinguir que es real de qué no. Y aunque, como espectadores tendemos a pensar que el amor está ahí, siempre queda ese resquicio tan interesante de duda. Además, durante sus últimos minutos, viviremos en directo la representación de la obra de teatro en la que durante toda la película están trabajando, un momento totalmente visceral y desgarrador. Y es justo ahí, cuando no sabremos si nuestro joven actor se ha vuelto totalmente loco por culpa de sus sentimientos más intensos o si por el contrario, está actuando con la mente fría.
La película es de muy corta duración, pues solo en una hora y veinte acabará esta historia, pero hay que decir que su ritmo, aunque es bastante pausado en el nudo de la trama, complace al espectador con momentos en los que los silencios ganan enteros por encima de las palabras. Las expresiones faciales de ambos actores están a una altura considerable, ya que gracias a ello nos sentiremos parte de esta complicada historia de amor. Y no quiero dejarme en el tintero a una actriz, Yoon Seung-Ah, que en esta película ejerce el papel de esposa de nuestro actor veterano, la cual consigue hacernos sentir una desesperación que acaba convirtiéndose en incomodidad al ponernos en su piel y pensar como reaccionaríamos si fuésemos nosotros los que viviéramos esos momentos de su vida. Además, se nota una química especial con Park Sung-Woong, con el que ya coincidió en el pasado en The Deal, un thriller no muy conocido de 2015.
La directora, Pang Eun-Jin, es también una actriz conocida por sus papeles protagonistas en las películas Princesa Aurora (2005, de la que también fue directora) y Domicilio Desconocido (2001), entre otras. Durante toda su carrera ha compaginado su faceta interpretativa con la que está detrás de las cámaras, pero desde 2009, momento en el que rodó su último papel como actriz en Kichin, se ha dedicado exclusivamente a dirigir, y hay que decir que no se le da nada mal. Si queréis ver otras películas de ella como directora, os recomiendo Way Back Home (protagonizada por Jeon Do-Yeon) y Perfect Number. Si algo tiene su cine es que tiene muchas cosas que ofrecer a nivel argumental, por lo que puede ser muy satisfactorio para todos vosotros. En definitiva, Method es una gran película que merece un reconocimiento por su valentía al abordar un tema tan complicado como el que toca. Si queréis algo diferente y más íntimo, no os la perdáis.
Conclusión: Method funde realidad y ficción de una forma hiperrealística que nos arrebatará los suspiros poco a poco. La película, que nos cuenta la historia de dos hombres sumidos en sus papeles, consigue hacernos dudar de los límites de la interpretación en sí misma. ¿Qué es real y qué no? ¿Dónde acaba la ficción y comienza la realidad? Un drama exquisitamente representado sobre las consecuencias de la fama y las arduas decisiones que se deben tomar. Fantástica.
TRÁILER DE METHOD:
FICHA TÉCNICA DE METHOD:
Título original: Me-So-Deu (Method)
País: Corea del Sur
Año: 2017
Duración: 82 min.
Director: Pang Eun-Jin
Reparto: Park Sung-Woong, Yoon Seung-Ah, Oh Seung-Hoon
Género: Drama / Romance
Nota: 8/10
Twitter: @myasianmadness
¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!
❤❤❤
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