NETFLIX (50) - TAI CHI 0

¡Buenas tardes amantes de lo asiático!

Llega el momento de traeros una de mis películas chinas favoritas a este mi querido blog. Y no lo digo solo por esta Tai Chi 0 de la que hoy os voy a hablar, sino también por su continuación, Tai Chi Hero (la cual traeré mañana al blog), que sabe finiquitar una historia a todas luces espectacular. Ambas películas fueron una grata sorpresa del Festival de Sitges de 2012 y pasaron a encabezar el top de mis películas favoritas chinas por su locura. Estrenadas el mismo año, ambas supieron entregarnos originalidad a raudales y grandes risas entre los que tuvimos la suerte de verlas.

La primera parte, que es la que hoy nos concierne, comienza en plena guerra, con una introducción de altos vuelos entre espadazos, patadas y puñetazos. Entre todo ese caos se encuentra nuestro protagonista y el director aprovecha para contarnos quién es y porqué está ahí. A partir de ahí, Lu-Chan (personaje histórico real) comenzará un viaje en busca de unas técnicas ancestrales que le otorguen la capacidad de controlar su poder y así poder hacer frente a un enemigo que amenaza con destruir la paz que todos anhelan a su alrededor. Pero Tai Chi 0 no va de cómo Lu-Chan consigue sus objetivos sino de cómo sucede todo. Y pronto me entenderéis.


TAI CHI 0






Inspirándose libremente en la vida de Yang Lu-Chan, fundador de una de las modalidades más influyentes del Tai Chi, Tai Chi 0 es una asombrosa y divertidísima combinación de estética steampunk y artes marciales que nos dejará boquiabiertos por su increíble originalidad. La historia se centra en la vida de Lu-Chan, la cual está maldecida por un bulto que sobresale de su frente, provocando las burlas de todos quienes le rodean (y un poder infernal al activarlo). Queriendo evitar que el bulto crezca y se torne negro hasta resultar peligroso para su propia seguridad, se dirige a una aldea remota para aprender un tipo concreto de Tai Chi con el maestro Chen, el único que podría ayudarle a la hora de salvar su propia vida. Recibido con hostilidad por los lugareños, fracasará en todos sus intentos de demostrar su valía, hasta que encuentre su última oportunidad en destruir una máquina de vapor que amenaza con atravesar el pueblo, que puede romper su precioso ecosistema. Así podrá acabar ganándose por fin el favor de todos aquellos que no lo ven digno de dicho arte marcial.

Lu-Chan fue un personaje histórico chino real, nacido en Guangping (China) y dedicado a ser un artista marcial que se convertiría con el paso de los años en uno de los mayores maestros del Tai Chi, a la par que uno de los más influyentes practicantes de la historia de este arte. La película nos cuenta su historia con grandes dosis de fantasía, en la cual los hechos no son para nada reales (tan solo su nombre). Esta película pues, pretende rendir homenaje a este personaje que fundó el Yang Taijiquan y el arte marcial interno denominado Tai Chi Chuan (siglo XIX), del cual se habla en la película como el kung fu del pueblo Chen. En ningún momento se intenta explicar los hechos de forma realista, por lo que nos tenemos que tomar la película como una divertida fantasía llena de acción, aunque no viene mal recordar que nuestro protagonista ha sido el fundador de uno de los cinco estilos más reconocidos del Tai Chi actual. Aún así, quería poneros en contexto para que vierais que hay un trabajo de documentación por parte del guionista que es necesario destacar y digno de aplaudir.




Centrándonos ya de lleno en la película, esta es seguramente una de las más divertidas épicas chinas que he visto en mi larga lista de visionados por muchos motivos. El primero de ellos es, sin duda, su protagonista, un hombre con un carácter descuidado y algo tontuno que se parece mucho al de Goku en Dragon Ball. Lu-Chan ha sido retratado como el típico chico bueno e inocente que peca de dejar llevarse demasiado por los demás, creyendo todas las mentiras que le cuentan. Su poca cabeza consigue meterle en problemas cada dos por tres y así crear algunas escenas llenas de comedia pretendida que la película usa en su favor de una manera muy acertada. La historia utiliza a Lu-Chan como cabeza de turco para cada uno de los conflictos de la película y consigue crear una aventura épica con elementos a todas luces destacables. No tiene pérdida.

Entre los elementos más destacados están la estética steampunk super atractiva y un reparto lleno de caras conocidas que nos harán querer adentrarnos en el pueblo al que Lu-Chan quiere acceder, para saber todos sus secretos. En dicho pueblo hay muchos personajes únicos e interesantes por lo que estaremos atentos con cada uno de los que se cruza por delante. Pero, lo que cabe destacar es el acentuado estilo visual que se le ha dado a esta cinta, la cual ya en sus primeros minutos nos deleitar con una introducción hecha en estilo cómic, con unos dibujos que representan la odisea que vive Lu-Chan para llegar a la falda de la montaña donde se encuentra el pueblo en el que viviremos toda esta historia (primera y segunda parte incluidas). Además, durante el arduo trabajo de Lu-Chan por entrar en el pueblo asistiremos a algunas escenas que son dignas de haber salido de algún juego de lucha de aquellas inolvidables recreativas en las que habíamos jugado alguna vez. Un K.O. a lo Street Fighter o algunos movimientos a lo Tekken nos dejarán totalmente hipnotizados en más de una ocasión durante el metraje.




Así pues, la película es un disfrute en el que no falta de nada, porqué a parte de su estilo visual marcado y único, encontraremos también una historia de amor inesperada, a la par de una guerra que va más allá de lo que en un principio podríamos prever. La hora y media de película se hace muy amena y ayuda a que como público no nos podamos quejar ni de su ritmo (el cual es muy dinámico) ni de su apartado técnico, muy resultón en todos los aspectos. Quiero además, animar a todo aquel al que le llame esta primera parte de la película a que vea la segunda, ya que en ella encontraremos algunas sorpresas nada desdeñables y para algunos fue mejor incluso que ésta que hoy nos ocupa. Os entrarán ganas de practicar el Tai Chi, seguro.

Entre las caras conocidas encontramos a la de Shu Qi (The Assassin, The Eye 2), que aunque tiene una participación pequeña y muy circunstancial, es parte importante en la historia de Lu-Chan; Tony Leung Ka Fai (Election, Three...Extremes), como el único hombre que parece confiar en nuestro protagonista; Angelababy (Una vida sencilla, Hitman), la chica que toma protagonismo junto a Lu y Eddie Peng (Operation Mekong, The Bodyguard). Como curiosidad decir que su director, Stephen Fung, también forma parte del reparto llevando a cabo el papel del secundario llamado Nan. No puedo añadir nada más a lo que es una película que habla por sí sola, por lo que si queréis descubrir la leyenda de Lu-Chan tendréis que adentraros en sus aventuras y disfrutar de las mismas como si fuera lo último que hicierais. Esta es mi recomendación del día.




Conclusión: Tai Chi 0 es una de las propuestas asiáticas más locas y divertidas que podemos encontrar en Netflix a día de hoy. Combinando los elementos de la China clásica, el kung fu y el steampunk, la historia de Lu-Chan se convierte en una especie de cinta de estética entre un videojuego retro y un cómic, en la que nuestro protagonista trata de conseguir tanto el amor de una dura chica como la derrota de un malvado enemigo. Una imprescindible del catálogo de la plataforma que no os podéis perder.


TRÁILER DE TAI CHI 0:




FICHA TÉCNICA DE TAI CHI 0:

Título original: Tai ji 1: Cong 0 kai shi (Tai Chi 0)
País: China
Año: 2012
Duración: 98 min.
Director: Stephen Fung
Reparto: Hark-On Fung, Angelababy, Yuan Xiaochao, Shu Qi, Wai Keung-Lau, Eddie Peng
Género: Acción / Ciencia-Ficción
Nota: 9/10


Twitter: @myasianmadness


¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!


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