CINE TRASH (9) - SAMURAI PRINCESS

¡Buenas tardes amantes de lo asiático!

Ni princesa, ni samurái, ni nada por el estilo, Samurai Princess es una película inclasificable con un título que para nada describe a la protagonista de una historia que nos hará explotar la cabeza con sus sin sentidos. Normalmente el trash japonés no suele tener mucho sentido dentro de sus propias locuras, pero en Samurai Princess alcanzamos un nuevo nivel de demencia que es difícil de describir. Una chica al borde de la muerte renace como medio humana, medio mecha, intentando vengarse de aquellos que intentaron acabar con su vida.

Esta vengadora medio robótica es la protagonista de una película que es casi imposible defender o recomendar, pues hoy nos encontramos ante una de las mayores abominaciones de este subgénero. Entre el asco y el rechazo, Samurai Princess consigue que como público tengamos ganas de vomitar por su baja calidad. Hoy, por primera vez en mi blog, os traigo una de las peores películas trash que podéis encontrar dentro de las profundidades del séptimo arte nipón de bajísimo presupuesto.


SAMURAI PRINCESS






Motosierras a reacción, piernas podadoras, pechos explosivos, ultraviolencia, humor, sexo y casquería. Japón abraza la nueva carne y reactualiza el ero-guro a golpe de gore y cyberpunk. Kenjo Kaji, guionista de Tokyo Gore Police, se pone esta vez tras la cámara para hilvanar un vendaval de delirantes set-pieces protagonizadas por una androide (la actriz porno Aino Kishi) que busca venganza en un Japón imaginario en el que caben kimonos, katanas, tecnología punta y toda suerte de mutantes. Pero, lo que en un principio puede parecer una revolución de este amado subgénero, acaba convirtiéndose en nuestro propio infierno, deseando que todos los cachivaches que veremos en pantalla sobresalgan de la misma para atravesarnos la cabeza de un golpe y acabar así con nuestro sufrimiento. Samurai Princess retrata todo aquello que no se debe hacer en una película trash y os vais a dar cuenta muy pronto del porqué.

El trash japonés (Serie B japonesa) suele contener ciertos elementos imprescindibles para poder catalogarlo como tal. Entre dichos elementos encontramos el gore, la violencia, el sexo e incluso las amputaciones provenientes de experimentos y torturas varias (que acaban deviniendo en mutantes sedientos de sangre). Este tipo de producciones pretenden saltarse totalmente la catalogación por edades, haciendo un cine tan adulto que casi nadie podría llegar a atreverse a verlo. Las locuras de un país como Japón se juntan todas en este tipo de producciones y se han convertido en casi una religión para un nicho de gente concreto que disfruta como niños pequeños con ellas. Dentro de dicho nicho me hallo yo mismo, que he consumido un gran número de estas películas que van más allá de todo entendimiento. Lo cutre rebosa en cada plano, y cuanto más se agudice eso, mejor. Pero, en ocasiones, encontramos excepciones a la regla y es que Samurai Princess contiene todos los elementos que os he enumerado anteriormente, pero los utiliza bajo una premisa vacía de humor y contenido que juega en su contra.




Samurai Princess es un insulto a este subgénero donde actrices porno desatan su violencia y directores plasman sus ideas más perversas y dementes. Esta abominación del profundo inframundo hará que deseemos morirnos en nuestros sofás para parar la tortura que significa acabar con su hora y veinte minutos de duración, seguramente uno de los peores ratos que podemos vivir frente a un televisor. Pero si por algo estoy destrozando esta película frente a vuestros ojos es por no saber jugar bien sus bazas. El atractivo de la película brilla por ausencia, reutilizando escenarios una vez tras otra hasta cansarnos. El bosque donde se desarrolla la acción carece de alma y en muchas escenas se ve desamparado y triste. Podemos recordar como en Versus, Ryuhei Kitamura rodó una película entera dentro de un bosque y fue algo fenomenal. Ni si quiera los colores de los kimonos (parte esencial y visual de la película) o el rojo de la sangre consiguen dar color suficiente a una producción que se va enterrando a si misma lentamente.

Pero no solo de la falta de localizaciones me puedo quejar, sino de una trama falta de ideas locas agradables, pues no se aporta nada nuevo al subgénero. En Zombie Ass, Noboru Iguchi conseguía hacernos reír con infecciones anales/estomacales, en Dead Sushi nos desternillábamos con los sushis carnívoros y en Tokyo Gore Police flipábamos con los injertos de ultratumba de todos los monstruos que Nishimura logró crear. ¿Pero qué tenemos en Samurai Princess? Humanos medio mechas sin alma que se dedican a torturar sin ton ni son a todo el que se les cruza por delante, o sea nada. Es verdad que en el trash no buscamos historias profundas o con mucho sentido, pero hace falta un mínimo para que el engranaje funcione bien, cosa que aquí no sucede. Entre una protagonista falta de carisma, unos secundarios totalmente aburridos y un guión que huele a mierda, la película es una buena ocasión para proceder al olvido directo.




Pero vamos a proceder al listado de errores garrafales que podemos encontrar dentro de la película empezando por algunos gazapos de aúpa. En primer lugar, seremos testigos de como unos tejanos hacen acto de presencia en el vestuario de uno de los personajes de esta historia, proyectándonos la inevitable pregunta de: ¿seguro que todo vale? Parece ser que el director se dio la libertad de hacer lo que quisiera y saltarse toda rigurosidad histórica. Es verdad que hay un estilo marcado de cyberpunk en el que se engloban mechas y otras tecnologías injertas, pero a nivel personal no creo que hiciera falta saltarse el clásico vestuario de época. En segundo lugar, podremos ver, en algunas escenas, edificios actuales (oficinas, casas, bloques de pisos) de fondo, mientras nuestros personajes intentan vendernos la moto de que se encuentran en algún siglo anterior al s.XX. ¿De verdad no se podría haber evitado eso con planos más cuidados? Pero lo mejor, para el final, pues no puedo dejar fuera el vómito digital que veremos hacia el final del metraje, al cual decidieron recurrir en vez de intentar crear algo más creíble con fluidos reales. Cuando no tienes unos efectos especiales dignos, no deberías resaltarlos y Kaji y su equipo decidieron dejarse en evidencia. Unos genios.

Y en cuanto al sexo de la cinta (que lo hay) debo decir que está más metido con calzador que nunca, ya que nuestra protagonista decidirá tirarse al macho de turno sin ni si quiera cruzar más de tres diálogos interesantes con él y procediendo a establecer una relación de amor/deseo que no da tiempo a que se desarrolle lo más mínimo. Buena manera de utilizar a una actriz porno para encasillarla aun más en una producción que ni si quiera tiene la necesidad de erotismos falsos. Pero si no solo el sexo es prescindible, sino algunos personajes como el de la monja de clara peluca blanca o unos antagonistas muy mal diseñados que más que miedo, dan risa. Hay que decir que el detalle no es el fuerte de este director, que durante el rodaje decidió usar planos borrosos, nieblas para ocultar carencias (mientras enseñaba edificios actuales en otras escenas) o una falta de iluminación preocupante que puede dejarnos ciegos en ciertas partes del metraje. Si tuviera que sacar algo positivo sería el apartado del gore, que al menos está a la altura de lo que suelen ser estas películas. Unos buenos baños de sangre que sirven como fan service perfecto para aquellos que busquen aferrarse a algo digno. Samurai Princess es la NO recomendación del mes.




Conclusión: Samurai Princess es una película de Serie B y casi podríamos decir que de Serie Z que está lejos de la calidad de otras producciones niponas del estilo, que además pierde ese alma tan reconocible del trash. Si buscáis buena Serie B nipona deberíais correr como nunca y alejaros de esta película, pues el derrame cerebral puede ser severo. No se os recompensará con nada más que mucha sangre, vísceras y sexo desenfrenado sin sentido.


TRÁILER DE SAMURAI PRINCESS:




FICHA TÉCNICA DE SAMURAI PRINCESS:

Título original: Samurai purinsesu: Gedô-hime (Samurai Princess)
País: Japón
Año: 2009
Duración: 82 min.
Director: Kengo Kaji
Reparto: Yû Aiba, Takeshi Ayabe, Miki Hirase, Aino Kishi
Género: Acción / Terror / Serie B / Gore
Nota: 3/10 


Twitter: @myasianmadness


¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!


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