EL PODER OSCURO DE THE WAILING
¡Buenas tardes amantes de lo asiático!
Igual que hice hace un par de días atrás recuperando una de las mejores películas de los últimos tiempos, hoy quiero recuperar otra de ellas que aún no tenía un hueco en el blog. Es curioso como en su día no hablé de las tres mejores películas del año en Corea del Sur (junto a Train to Busan y The handmaiden) y hoy me doy cuenta de ello. La elegida para tener su puesto de honor en mi top 5 histórico de mejores películas asiáticas y una de las más perturbadoras historias de 2016 es The wailing.
Seguramente esta sea una de las películas más inquietantes y que más bien representan la oscuridad del mal. Una película que comienza siendo más una comedia que una película de terror pero que cuando cambia de tono y da un giro de 180 grados nos deja perplejos y aturdidos por su efectividad y espectacularidad. Con un guión salvaje y una dirección demencial, The wailing nos ofrece casi tres horas de puro cine.
THE WAILING
Una de las actrices de más talento de Corea del Sur, Chun Woo-Hee es uno de los pilares centrales sobre los que se apoya y gira la trama, aunque parece aquí un personaje secundario. Pero nada más lejos de la realidad, ya que cuando descubramos lo que hay detrás de toda esta historia, veremos como todo lo que parece evidente se va difuminando hasta tal punto que no sabremos que es lo que está ocurriendo. El bien y el mal se entremezclan tanto que al final tenemos la impresión que todo debe ser temido y ahí radica una de las características más potentes de esta producción.
Pero esto no va de ella sola, y es que tenemos un reparto estelar donde nuestro protagonista, Kwak Do-Won, destaca por encima de los demás por ser un ejemplo de evolución de personaje tremendo. Su lucha nos deja sin aliento pero a la vez nos motiva a seguirlo allí donde vaya con ahínco y con muchas ganas. Su aventura es una de las más grandes contadas y su determinación por salvar a su familia del mal que la acecha es un tour de force que hace digno el concepto del mismo. Seguramente su mejor papel como actor, no hay duda.
Y si no teníamos suficiente con estas dos bestias de la interpretación, aparece en escena una de las figuras más importantes del panorama cinematográfico coreano, Hwang Jeong-Min, un actor que siempre ha destacado por su carisma y por sus interpretaciones precisas y analíticas, llevando a todos sus personajes a la excelencia en cada ocasión. Muchos lo recordaréis por su interpretación en New world, pero después de ver esta The wailing, no podréis más que recordarlo también por ella. Y junto a él encontramos a la última gran figura, pero no menos importante, la de nuestro extraño, la de ese misterioso hombre que nunca sabremos de que pie cojea ni que pretende, el japonés (tanto dentro como fuera de la película) Jun Kunimura, un clásico del cine nipón que tiene experiencia sobrada para regalarnos una de las experiencias más reveladoras de los últimos años.
Na Hong-Jin es el encargado tanto de la excelente dirección como del pulcro y asombroso guión, por lo que debemos agradecerle lo que ha conseguido. Superando cualquiera de nuestras expectativas y demostrándonos que el cine aún puede sorprendernos y emocionarnos hasta puntos de lágrimas, Hong-Jin es un genio de los que nacen cada tantos años y de los que hay que seguir la pista bien de cerca. Además, gracias a su película, Corea del Sur ha crecido enormemente en calidad y gracias a esta aportación, podemos decir que a partir de ahora se tiene mucho más en cuenta el cine asiático, como pasó en su momento con la japonesa Confessions, que dio la vuelta al mundo por su cruda y fuerte historia.
Las casi tres horas de este viaje por Goksung (el pueblo donde todo ocurre) se nos hacen cortas, muy cortas, pero a la vez muy intensas. Una de las mejores y más detalladas representaciones de la lucha entre el mal y el bien en el cine. Una de las mejores experiencias que podéis vivir en un cine es ésta. Si aún no habéis visto esta obra maestra del cine moderno debéis verla hoy mismo, sin más demora y así poder compartir con todos vuestros allegados lo que habéis vivido. Puede parecer que las expectativas después de haber hecho esta crítica se desbordan por los bordes del vaso del arte, pero en absoluto es así, pues se que os encantará.
Me llena de orgullo poder dedicarle por fin un hueco en mi humilde blog a esta auténtica joya del cine coreano y así dejar plasmadas eternamente mis impresiones sobre ella. No lo hice cuando debía, hace dos años, pero como se suele decir más vale tarde que nunca, pues mantener en la memoria esta perfecta épica lucha entre el bien y el mal es un honor.
Dejo claro que el tráiler lo pongo en versión original subtitulada porqué esta película es un sacrilegio verla doblada.
TRÁILER DE THE WAILING:
FICHA TÉCNICA DE THE WAILING:
Título original: Goksung (El extraño)
País: Corea del Sur
Año: 2016
Duración: 156 min.
Director: Na hong-Jin
Reparto: Kwak Do-Won, Hwang Jeong-Min, Chun Woo-Hee, Jun Kunimura
Género: Terror / Thriller
Nota: 10/10
¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!
La vida de un pueblo coreano se ve alterada por una serie de asesinatos, salvajes y misteriosos, que azota a la pequeña comunidad rural. Los rumores y las supersticiones se propagan a causa de la presencia, desde hace poco tiempo, de un anciano extranjero que vive como un ermitaño. Ante la incompetencia de la policía para encontrar al asesino y sin tener una explicación racional, algunos habitantes del pueblo buscan a un chamán. Jong-Gu, un policía cuya familia está directamente amenazada, también cree que se trata de crímenes sobrenaturales.
Si tuviéramos que describir esta historia sería con un solo adjetivo: oscura. Una trama de lo más inquietante que comienza cual comedia y con grandes dosis de humor, incluso a veces absurdo, pero que con el devenir de los minutos va mutando a un género inesperado, el terror. Una película que nos engaña continuamente, que juega con nosotros, con nuestras mentes y con todo lo que creemos saber. Los detalles son la clave de esta producción, en la que se nos explica todo con insinuaciones y sutilezas dignas de admirar. Si pretendéis pronosticar lo que va a suceder os equivocaréis, vais a necesitar verla varias veces para entenderlo todo, creedme.
Todo comienza con un asesinato en un pequeño pueblo rural, donde se desarrolla toda la acción, y del cual no sabemos nada. Todo parece apuntar a un asesinato provocado por la locura de un hombre tras consumir algún tipo de droga o alucinógeno, por lo que no se le dará más importancia que la que tiene, pues el sospechoso parece claro. A partir de ahí se nos introduce la vida de nuestro protagonista, un policía torpe e insensato que parece no tener muchas luces. El director aprovecha ese carácter absurdo de nuestro personaje para introducir el humor, recorriendo el pueblo junto a él durante una hora llena de risas.
Pero tras una introducción de lo más amena y distendida, comenzaremos a notar nuestros músculos agarrotados, comenzaremos a temer que no todo sea tan tranquilo y empezaremos a entrar en tensión hasta llegar a u punto en el que ya no habrá retorno y en el que hay un punto de inflexión en el que el tono de la película comienza a cambiar, volviéndose mucho más seria y siendo la segunda parte de esta película un cúmulo de escenas perturbadoras y llenas de momentos inquietantes. La oscuridad se cernía sobre el pueblo y no la habíamos visto venir. El golpe es fuerte, nuestra felicidad se disipa, comienza el descenso a los infiernos.
A partir de aquí, nuestro viaje se torna macabro, entrando en un mundo de magia negra y demoníaco que nos deja aturdidos y psicológicamente tocados. Y en ese momento de debilidad es cuando el director y su película aprovechan para noquearnos con uno de los guiones y las direcciones más espectaculares de los últimos años. Además, se nos introduce uno de los temas más desconocidos en el mundo occidental, el tema chamánico. Veremos durante el transcurso de los hechos unos cuantos rituales chamánicos que nos atrapan, que nos hacen presa de su vistosidad y a la vez de su esencia perturbadora. Unos rituales inquietantes que son un elemento d¡fundamental de nuestro estado anímico.
La película nos sugestiona, nos lleva a momentos de total confusión y luego nos rescata de ella, para seguidamente asestarnos un tremendo golpe de realidad. El mal se ha expandido por todo el pueblo y nosotros ya somos habitantes de él. El problema se ha vuelto nuestro, ya no estamos en la butaca, hemos viajado junto a nuestros protagonistas por todo el pueblo, compartiendo sus desgracias y sus debilidades. Somos débiles y estamos a punto de llegar a un final que no esperamos, uno de los mejores finales que recuerdo desde que vi la primera parte de Saw. El impacto es inminente y no estáis preparados para recibirlo.
El final es una guinda al pastel que acabamos de saborear y a la vez padecer. La sensación de estar ante algo deslumbrante es patente, el sentimiento de plenitud es total, acabamos de presenciar una de las mejores películas del cine reciente (junto a The handmaiden, y ambas del mismo año). Deberemos dejar pasar los días para digerir lo visto y poder valorar objetivamente lo que en nuestras retinas se ha quedado grabado, pero si algo esta claro es que es una obra maestra incontestable. La piel de gallina los pelos de punta.
Si tuviéramos que describir esta historia sería con un solo adjetivo: oscura. Una trama de lo más inquietante que comienza cual comedia y con grandes dosis de humor, incluso a veces absurdo, pero que con el devenir de los minutos va mutando a un género inesperado, el terror. Una película que nos engaña continuamente, que juega con nosotros, con nuestras mentes y con todo lo que creemos saber. Los detalles son la clave de esta producción, en la que se nos explica todo con insinuaciones y sutilezas dignas de admirar. Si pretendéis pronosticar lo que va a suceder os equivocaréis, vais a necesitar verla varias veces para entenderlo todo, creedme.
Todo comienza con un asesinato en un pequeño pueblo rural, donde se desarrolla toda la acción, y del cual no sabemos nada. Todo parece apuntar a un asesinato provocado por la locura de un hombre tras consumir algún tipo de droga o alucinógeno, por lo que no se le dará más importancia que la que tiene, pues el sospechoso parece claro. A partir de ahí se nos introduce la vida de nuestro protagonista, un policía torpe e insensato que parece no tener muchas luces. El director aprovecha ese carácter absurdo de nuestro personaje para introducir el humor, recorriendo el pueblo junto a él durante una hora llena de risas.
Pero tras una introducción de lo más amena y distendida, comenzaremos a notar nuestros músculos agarrotados, comenzaremos a temer que no todo sea tan tranquilo y empezaremos a entrar en tensión hasta llegar a u punto en el que ya no habrá retorno y en el que hay un punto de inflexión en el que el tono de la película comienza a cambiar, volviéndose mucho más seria y siendo la segunda parte de esta película un cúmulo de escenas perturbadoras y llenas de momentos inquietantes. La oscuridad se cernía sobre el pueblo y no la habíamos visto venir. El golpe es fuerte, nuestra felicidad se disipa, comienza el descenso a los infiernos.
A partir de aquí, nuestro viaje se torna macabro, entrando en un mundo de magia negra y demoníaco que nos deja aturdidos y psicológicamente tocados. Y en ese momento de debilidad es cuando el director y su película aprovechan para noquearnos con uno de los guiones y las direcciones más espectaculares de los últimos años. Además, se nos introduce uno de los temas más desconocidos en el mundo occidental, el tema chamánico. Veremos durante el transcurso de los hechos unos cuantos rituales chamánicos que nos atrapan, que nos hacen presa de su vistosidad y a la vez de su esencia perturbadora. Unos rituales inquietantes que son un elemento d¡fundamental de nuestro estado anímico.
La película nos sugestiona, nos lleva a momentos de total confusión y luego nos rescata de ella, para seguidamente asestarnos un tremendo golpe de realidad. El mal se ha expandido por todo el pueblo y nosotros ya somos habitantes de él. El problema se ha vuelto nuestro, ya no estamos en la butaca, hemos viajado junto a nuestros protagonistas por todo el pueblo, compartiendo sus desgracias y sus debilidades. Somos débiles y estamos a punto de llegar a un final que no esperamos, uno de los mejores finales que recuerdo desde que vi la primera parte de Saw. El impacto es inminente y no estáis preparados para recibirlo.
El final es una guinda al pastel que acabamos de saborear y a la vez padecer. La sensación de estar ante algo deslumbrante es patente, el sentimiento de plenitud es total, acabamos de presenciar una de las mejores películas del cine reciente (junto a The handmaiden, y ambas del mismo año). Deberemos dejar pasar los días para digerir lo visto y poder valorar objetivamente lo que en nuestras retinas se ha quedado grabado, pero si algo esta claro es que es una obra maestra incontestable. La piel de gallina los pelos de punta.
Una de las actrices de más talento de Corea del Sur, Chun Woo-Hee es uno de los pilares centrales sobre los que se apoya y gira la trama, aunque parece aquí un personaje secundario. Pero nada más lejos de la realidad, ya que cuando descubramos lo que hay detrás de toda esta historia, veremos como todo lo que parece evidente se va difuminando hasta tal punto que no sabremos que es lo que está ocurriendo. El bien y el mal se entremezclan tanto que al final tenemos la impresión que todo debe ser temido y ahí radica una de las características más potentes de esta producción.
Pero esto no va de ella sola, y es que tenemos un reparto estelar donde nuestro protagonista, Kwak Do-Won, destaca por encima de los demás por ser un ejemplo de evolución de personaje tremendo. Su lucha nos deja sin aliento pero a la vez nos motiva a seguirlo allí donde vaya con ahínco y con muchas ganas. Su aventura es una de las más grandes contadas y su determinación por salvar a su familia del mal que la acecha es un tour de force que hace digno el concepto del mismo. Seguramente su mejor papel como actor, no hay duda.
Y si no teníamos suficiente con estas dos bestias de la interpretación, aparece en escena una de las figuras más importantes del panorama cinematográfico coreano, Hwang Jeong-Min, un actor que siempre ha destacado por su carisma y por sus interpretaciones precisas y analíticas, llevando a todos sus personajes a la excelencia en cada ocasión. Muchos lo recordaréis por su interpretación en New world, pero después de ver esta The wailing, no podréis más que recordarlo también por ella. Y junto a él encontramos a la última gran figura, pero no menos importante, la de nuestro extraño, la de ese misterioso hombre que nunca sabremos de que pie cojea ni que pretende, el japonés (tanto dentro como fuera de la película) Jun Kunimura, un clásico del cine nipón que tiene experiencia sobrada para regalarnos una de las experiencias más reveladoras de los últimos años.
Na Hong-Jin es el encargado tanto de la excelente dirección como del pulcro y asombroso guión, por lo que debemos agradecerle lo que ha conseguido. Superando cualquiera de nuestras expectativas y demostrándonos que el cine aún puede sorprendernos y emocionarnos hasta puntos de lágrimas, Hong-Jin es un genio de los que nacen cada tantos años y de los que hay que seguir la pista bien de cerca. Además, gracias a su película, Corea del Sur ha crecido enormemente en calidad y gracias a esta aportación, podemos decir que a partir de ahora se tiene mucho más en cuenta el cine asiático, como pasó en su momento con la japonesa Confessions, que dio la vuelta al mundo por su cruda y fuerte historia.
Las casi tres horas de este viaje por Goksung (el pueblo donde todo ocurre) se nos hacen cortas, muy cortas, pero a la vez muy intensas. Una de las mejores y más detalladas representaciones de la lucha entre el mal y el bien en el cine. Una de las mejores experiencias que podéis vivir en un cine es ésta. Si aún no habéis visto esta obra maestra del cine moderno debéis verla hoy mismo, sin más demora y así poder compartir con todos vuestros allegados lo que habéis vivido. Puede parecer que las expectativas después de haber hecho esta crítica se desbordan por los bordes del vaso del arte, pero en absoluto es así, pues se que os encantará.
Me llena de orgullo poder dedicarle por fin un hueco en mi humilde blog a esta auténtica joya del cine coreano y así dejar plasmadas eternamente mis impresiones sobre ella. No lo hice cuando debía, hace dos años, pero como se suele decir más vale tarde que nunca, pues mantener en la memoria esta perfecta épica lucha entre el bien y el mal es un honor.
Dejo claro que el tráiler lo pongo en versión original subtitulada porqué esta película es un sacrilegio verla doblada.
TRÁILER DE THE WAILING:
FICHA TÉCNICA DE THE WAILING:
Título original: Goksung (El extraño)
País: Corea del Sur
Año: 2016
Duración: 156 min.
Director: Na hong-Jin
Reparto: Kwak Do-Won, Hwang Jeong-Min, Chun Woo-Hee, Jun Kunimura
Género: Terror / Thriller
Nota: 10/10
¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!
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