MASTER CLASS DE ACCIÓN Y TERROR EN TRAIN TO BUSAN

¡Buenas tardes amantes de lo asiático!

Y acabando con el periplo de grandes películas de 2016 que en su momento no comenté, hoy es el turno de Train to Busan, una película que parece una master class de cómo dirigir y cómo llevar la acción a un lugar cerrado como es un tren. Mucha tensión, mucha sangre y mucha acción trepidante en uno de los viajes en tren más aterradores de los últimos años. Puede que después de ver esta película os penséis mucho mejor el volver a coger el transporte público. 

Train to Busan es un claro ejemplo de que los blockbusters pueden llegar a ser muy, pero que muy divertidos, y que por suerte pueden contener grandes dosis de calidad, algo que sin duda ha faltado durante los últimos años en este tipo de producciones. Si os gustan ese tipo de películas en las que no se os da ni un segundo de respiro y en las que podéis acabar incluso más agotados que sus protagonistas, estáis en el lugar adecuado. Hoy cerramos el periplo de mejores películas de 2016 con este viaje. Bienvenidos al tren del terror.


TRAIN TO BUSAN




Un virus letal se expande por Corea del Sur, provocando violentos altercados. Los pasajeros de un tren KTX que viaja de Seúl a Busan tendrán que luchar por su supervivencia. Y ésta chicos, es la mejor película de zombis de la historia. Sí, me arriesgo a decirlo, y es que la calidad es tan grande en esta producción que no puedo decir otra cosa. No tengo ninguna duda sobre ello, y aunque reconozco que también quedé encantado con películas como El amanecer de los Muertos de Zack Snyder o Zombi de George A. Romero, Train to Busan tiene un encanto especial y ha superado cualquier expectativa que hubiera sobre ella.

Con un inicio que nos introduce los personajes de forma fabulosa y que nos enseña el mimo puesto en cada uno de sus apartados, Train to Busan nos embriaga sin retorno. Cada plano reluce y cada escena engancha. No sabemos porqué pero estamos con el ojo puesto en la pantalla y no podemos apartarlo en ningún momento. Hay una belleza especial en su querido caos y eso es algo que es difícil de conseguir, muy difícil. Consigue regalarnos unos niveles de tensión nunca vistos y dejarnos con la mandíbula desencajada por su ritmo trepidante. Una vez comience la acción no parará hasta su final. La película de acción y terror perfecta.




El equilibrio entre ambos géneros es totalmente pulcro y determinante. Esa mezcla hace que la película gane enteros sin parar hasta llegar a un desenlace de lo más adecuado. Pero seguramente querréis saber más de su desarrollo, el cual es el grueso más destacable de toda esta producción, por su variedad de situaciones y por su increíble utilización del KTX. El director saca jugo del tren hasta decir basta y eso hace que el viaje sea de lo más entretenido. Me encantan las películas que ocurren en lugares cerrados y sacan este gran provecho. Si queríais viajar y no sabíais a dónde ir, hacedlo dirección Busan junto a nuestros protagonistas, os divertiréis sin cuartel.

Una vez entramos en el tren, se nos van presentando los diferentes personajes que componen esta historia, cada uno con caracteres y personalidades muy diferenciados y con sus propios problemas y situaciones. Desde ejecutivos a jóvenes de un equipo de béisbol, pasando por un par de ancianas o una pareja que nos harán sacar más de una sonrisa. La variedad está ahí, y es entonces, cuando los conozcamos un poco, cuando comenzará el despiporre. Se desata el caos y nos veremos envueltos en él sin apenas darnos cuenta. El director ya nos ha atrapado dentro del tren y no podremos bajar hasta el final del trayecto.




La infección se desata, vemos a la primera afectada, los músculos se nos agarrotan. La primera impresión al ver los infectados es de temor, es de saber que todo va a ir mal, muy mal. Nuestros protagonistas tienen muchos problemas y su ingenio y habilidad les harán falta si quieren sobrevivir. La infección se extiende vagón a vagón y solo queda atrincherarse hasta que todo mejore. ¿Pero va a mejorar la situación? La verdad es que no, y ahí comienza la aventura. Estación a estación, verán como el país se está yendo a pique y puede que solo queden ellos vivos. Pensad en la angustia que se debe sentir al saber que sois los únicos que quedáis con vida.

Y con ese pensamiento tan negativo en la cabeza, cambiaremos el chip al ver las ganas de sobrevivir de nuestros protagonistas. Será entonces cuando veamos a uno de los más carismáticos personajes que se han visto nunca en una película de acción, el personaje de Ma Dong-Seok, un hombre que sabe llenar la pantalla con su sola presencia y que le da un ritmo y agilidad a la trama sin parangón. Y es que Train to Busan se apoya mucho en su acción, pero también en sus más que geniales personajes.




La tensión seguirá pues patente, pero el miedo desaparecerá, pues cuando comencemos a ver mamporros se desatará la diversión y la sala de cine en la que estéis será una auténtica fiesta. Y no os preocupéis porqué si la veis junto a unos cuantos amigos en casa, fliparéis igual. La película no nos dará tregua, no nos dará ni un respiro, pero tranquilos, la adrenalina nos hará mantenernos al pie del cañón, al borde de la butaca.  Cada plano es una masterclass de como rodar una película así, es una auténtica lección sin parangón de buen cine. Yeon Sang-Ho demuestra su talento y deja en evidencia a casi todas las películas del género rodadas en el pasado, es un genio y no hay más que hablar.

La caracterización de los infectados es inquietante, potente y muy lograda ya que solo verlos nos entrarán ganas de correr. Unos infectados que infunden mucho respeto y que dan mucho sentido a la palabra terror. Rápidos e implacables, esos infectados son una de las características y pilares principales de la película, ya que veremos cientos, miles de ellos y la sensación de poder escapar de sus hordas es casi nula. La tensión que crean casi nunca se había logrado en una película (al menos no desde hace mucho tiempo). Lo pasaréis mal...y bien al mismo tiempo, ¿curioso verdad?




La calidad en las interpretaciones es más que evidente. Gong Yoo, el cual ha desatado su carrera con varios papeles en el momento adecuado (como el drama Goblin por ejemplo), es uno de los protagonistas y principales reclamos de esta cinta, ya que su talento se ve en cada suspiro, al igual que el de Ma Dong-Seok, con un papel que parece hecho solo para él y nadie más que él. Pero no tan solo ellos están abrumadores, sino también los otros pasajeros, como por ejemplo la niña (Ahn So-Hee), a la cual se le augura un éxito aplastante en el futuro si siguen dándole papeles así y que en esta película deslumbra.

Muchas caras conocidas en una película que ya queda para la posteridad del cine. Una obra que tuvo que competir ese mismo año con The wailing o The handmaiden, pero que salió airosa por tener su propia personalidad y su propio hueco en el cine. Yeon Sang-Ho ha sabido crear un largometraje de esos que nunca olvidaremos y de esos que querremos revisionar una y otra vez sin ni siquiera aborrecerlo ni una pizca. Se demuestra que la pasión por el cine sigue viva y que si algo se hace con ganas y con una sonrisa, la llevarás a los demás de manera inevitable.




Train to Busan forma parte del trío que hace dos años nos dejo atónitos, el año en que Corea del Sur desató todo su talento y calidad en la gran pantalla, y el año que se recordará como el mejor año de cine coreano de la historia. Este es uno de esos ejemplos y la guinda a una semana en el blog con lo mejor del cine del país. Subid con una sonrisa al tren del terror y dejaros atrapar por las garras de estos indomables e impactantes infectados.


TRÁILER DE TRAIN TO BUSAN:




FIHCA TÉCNICA DE TRAIN TO BUSAN:

Título original: 부산행 Busanhaeng (Train to Busan)
País: Corea del Sur
Año: 2016
Duración: 118 min.
Director: Yeon Sang-Ho
Reparto: Gong Yoo, Ma Dong-Seok, Ahn So-Hee, Kim Soo-An, Jung Yu-Mi
Género: Terror / Acción / Drama
Nota: 9/10


¡Hasta pronto y a ver mucho cine asiático!


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